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- En El Diario conversamos con activistas y especialistas que ofrecieron soluciones cotidianas que pueden contribuir a minimizar los daños al medio ambiente
Cada 22 de abril, desde 1970, se celebra el Día Internacional de la Tierra. La fecha es un llamado para visibilizar la rápida degradación ambiental del planeta como consecuencia de la acción humana.
Este día, como todos los años, se destaca un tema principal: la importancia de la educación ambiental; asimismo, invita a reflexionar sobre qué están haciendo los gobiernos y demás organizaciones para proteger al planeta. La concientización sobre el cambio climático es un pilar importante porque, a través de las acciones individuales, es posible ralentizar el impacto negativo en la Tierra.
Por ese motivo, en el Día de la Tierra, el equipo de El Diario conversó con biólogos y activistas ambientales para recopilar tres acciones a favor del planeta que se pueden implementar en la vida cotidiana.
Dónde nos encontramos en este momento
El Día de la Tierra llega luego de la publicación de un nuevo informe del panel intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC) de las Naciones Unidas en marzo de 2023. Los científicos dijeron que la acción actual que se está tomando para mantener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales es “insuficiente”.
Los científicos expusieron que la población de seres humanos creció enormemente en los últimos dos siglos. Miles de millones de personas consumen recursos rápidamente cuando comen alimentos, construyen casas, producen bienes y queman combustible para el transporte y la electricidad. Todos estos factores, sin una perspectiva del cuidado del planeta, representan un daño a la Tierra.
Aun así, los especialistas alegaron que todavía no es demasiado tarde para tomar medidas, pero que la continuación de la vida tal como la conocemos depende del uso cuidadoso de los recursos naturales.
Los expertos del IPCC consideran que el desarrollo y la conservación pueden coexistir en armonía. Cuando se protegen los recursos naturales de manera segura se le conoce como un desarrollo sostenible. Es así cómo se comienza a cuidar el planeta.
¿Cuáles acciones cotidianas ayudan a la Tierra?
El reciclaje
Vanessa Quintero, quien fundó la primera escuela de ecoconciencia en El Yaque (estado Nueva Esparta), explica que el reciclaje es fundamental para comenzar a ayudar al planeta. La activista considera que existen muchas maneras de gestionar los desechos para así contribuir a que estos no terminen en vertederos o en el mar. Sin embargo, destaca, que una de las primeras acciones que debe tomar el ser humano es priorizar la reducción del consumo de plástico en el hogar.
Quintero comenta que, por ejemplo, para los habitantes de El Yaque, la presencia de plástico en la playa es una situación constante. A raíz de esta problemática, ella empezó a limpiar la playa con jornadas de limpieza que organiza en compañía de los niños de la zona (sus estudiantes) y sus padres y representantes.
Las botellas de refresco o envases de plástico son elementos a los que se les puede dar una segunda oportunidad de vida útil. Vanessa Quintero sugiere la elaboración de ecobloques, así como también la transformación de estos residuos en macetas para plantas o incluso paredes decorativas.
Otra manera de contribuir con la gestión de desechos es reutilizar bolsas de plásticos o anteponer una bolsa ecológica.
La siembra de árboles con planificación
William Rodríguez, quien coordina una iniciativa para contribuir con la recuperación de suelos y la siembra de árboles en zonas del estado Miranda, afirma que es importante la planificación y estrategia cuando se tiene la iniciativa de sembrar un árbol.
Rodríguez pertenece al equipo del Centro Excursionista “Manuel Angel González” (Cemag), el cual organiza excursiones de senderismo enfocadas en la recuperación vegetal. El proyecto prioriza la selección de especies para que su crecimiento y evolución no fracase con el tiempo.
Y es que, de acuerdo con las evidencias, la recuperación vegetal debe ser progresiva y comenzar con pequeños árboles que puedan generar condiciones de microclimas para, a largo plazo, exista una tierra fértil que permita el crecimiento de árboles en la zona.
“Es importante la planificación de las especies que se piensan introducir en una zona específica. Existen diferentes factores de suelo que determinan el crecimiento o no de un árbol. Debemos tener esto en cuenta y no sembrar por sembrar”, explicó Rodríguez para El Diario.
Sobre este punto también coincide el investigador botánico y biólogo, Miguel Niño, quien destaca que si bien es importante incentivar la siembra de árboles, la acción fracasará en caso de que no se realice con estrategia y planificación.
El especialista sostiene que la selección errónea de especies puede ocasionar un desequilibrio ambiental. Niño recomienda a la ciudadanía usar árboles con doble propósito, es decir, que ayuden a la conservación y, al mismo tiempo, sean fuente de alimento para animales y/o humanos como, por ejemplo, el chachafruto.
“Se debe priorizar la siembra de árboles frutales y de crecimiento rápido. La siembra de árboles debe tener siempre un cronograma y estrategias que garanticen su supervivencia”, alegó.
La educación ambiental desde la niñez
Miguel Niño comenta que la educación ambiental en todos los niveles se requiere de manera permanente para ayudar a la Tierra.
“El papel de los árboles en el ambiente muchas veces no lo entienden las personas. Las principales funciones que son la captura de carbono y liberación de oxígeno son procesos que muchas veces no se explican”, refirió.
Vanessa Quintero, a través de su escuela de ecoconciencia Caribbean Kidz, enseña a niños a partir de los 7 y 10 años de edad a reflexionar y concientizar sobre hábitos, consumo y su relación con el ambiente. La activista imparte clases de un salón de clases que construyó a partir de madera reciclada para incentivar la importancia del cambio climático y así formarlos con una perspectiva por el cuidado del planeta.
Proyectos como estos permiten incentivar la educación ambiental integral en las escuelas para que sean los niños quienes valoren el medio ambiente, la biodiversidad y sepan qué hacer para cuidarlo. Los especialistas consideran que este trabajo debe empezar desde el hogar para garantizar que las nuevas generaciones crezcan con las ganas de promover acciones para la conservación de la Tierra.
