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- Un nuevo cortometraje hecho con inteligencia artificial destaca las posibilidades y peligros de usar esta tecnología en la industria del entretenimiento. Foto: Chad Nelson / Native Foreign
Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota AI can make movies, edit actors, fake voices. Hollywood isn’t ready, original de The Washington Post.
Chad Nelson tardó aproximadamente una semana en crear miles de fotos de criaturas peludas y bosques mágicos usando Dall-E, un generador de imágenes de inteligencia artificial que se ha vuelto viral en el último año. Ahora, ha hecho el primer cortometraje animado que utiliza imágenes que generó exclusivamente con la herramienta de IA.
El cortometraje de cinco minutos de Nelson, llamado Critterz, se estrenó online y les presenta a los espectadores tiernas criaturas que habitan en una jungla imaginaria, parecidas a una produción de Pixar y un documental al estilo de David Attenborough.
Es un ejemplo temprano que destaca las posibilidades y peligros de usar la inteligencia artificial en la producción cinematográfica, un desarrollo que emociona y preocupa a Hollywood.
Nelson, un artista visual en San Francisco, no dependió enteramente de la IA para toda la producción: él mismo escribió el guion y contrató actores para grabar el audio y animadores para dar vida a las criaturas. Detalló que normalmente le hubiera tomado seis meses para crear las imágenes de alta calidad en Critterz con un equipo grande. Pero usando Dall-E, de OpenAI, el proceso fue mucho más rápido.
“Definitivamente, me tomó mucho menos tiempo y mucho menos dinero que si lo hubiera hecho de la manera tradicional”, comentó Nelson en una entrevista con The Washington Post. Él experimentó mucho con Dall-E, utilizando comandos como uno para crear “un lindo monstruo peludo a rayas con pequeños cuernos asomándose sobre una colina musgosa en un bosque brumoso, retroiluminado” para crear rápidamente sus personajes. OpenAI, el laboratorio de IA de San Francisco que creó Dall-E, ayudó a financiar la película de Nelson.
Los realizadores de cine independientes y los estudios de Hollywood han sido los primeros en adoptar herramientas de inteligencia artificial generativa, que pueden crear texto, imágenes y videos basados en grandes cantidades de datos. Sus defensores dicen que estos productos cada vez más avanzados pueden ahorrar tiempo y recursos. Están haciendo que Harrison Ford luzca más joven en su próxima película de Indiana Jones. Le devolvieron su voz a Val Kilmer en Top Gun: Maverick. Hicieron que Thanos se pareciera más a Josh Brolin en Avengers: Infinity War.
Pero la adopción de estas herramientas está causando temor. Un informe de Goldman Sachs de finales de marzo detalló que la IA generativa podría perturbar significativamente la economía global y someter a la automatización de 300 millones de empleos. El Sindicato de Guionistas de América, que representa a los guionistas de cine, está en negociaciones con los estudios de cine, y la forma en que la inteligencia artificial puede ser utilizada en la escritura de guiones es un punto clave de discusión. Los actores, como Keanu Reeves, están levantando la voz de alarma, diciendo que el aumento de la IA generativa es “aterrador” y podría ser una forma para que los ejecutivos no paguen de manera justa a los artistas.
La adopción de la IA en Hollywood depende en parte de cómo se resuelvan cuestiones más amplias relacionadas con la propiedad intelectual, el consentimiento y las negociaciones contractuales, según abogados y expertos en medios.
“La IA generativa representa realmente un cambio de juego”, dijo Ryan Meyer, un experto en derechos de autor y abogado asociado en Dorsey & Whitney, pero “hay muchos problemas (…) que deben resolverse”.
Hollywood no es ajeno a la inteligencia artificial. Antes del reciente aumento de los chatbots de IA, los generadores de imágenes y los modificadores de voz, los estudios utilizaban la tecnología para completar escenas de batallas y para animación digital, dijo Joshua Glick, un académico de cine y estudios de medios en Bard College.
Pero las imágenes, el texto y el audio que pueden crear ahora las compañías de inteligencia artificial generativa son mucho más realistas, dijo Glick. Ya no son solo herramientas que los supervisores de efectos visuales profesionales podrían usar, sino que ahora también están disponibles para “personas comunes”.
Muchos estudios de Hollywood ven esta tecnología como una forma de simplificar y reducir costos al hacer películas. Greg Brockman, presidente y cofundador de OpenAI, que diseñó ChatGPT, ha argumentado que la IA mejorará el cine, permitiendo a las personas tener experiencias inmersivas e interactivas con el arte. Puso como ejemplo del final de Game of Thrones de HBO.
“Imagina si pudieras pedirle a tu IA que hiciera un nuevo final que fuera en una dirección diferente”, dijo Brockman en marzo en la conferencia South by Southwest en Austin. “Incluso podrías ponerte como personaje principal o algo así, teniendo experiencias interactivas”.
Nelson le propuso a OpenAI la idea de hacer una película utilizando imágenes de Dall-E en septiembre. La organización proporcionó subvenciones para apoyar Critterz, pero los representantes de la empresa no dijeron cuánto proporcionaron.
Si bien Nelson creó la mayor parte de las imágenes de los personajes utilizando Dall-E poco después del lanzamiento de la herramienta a principios del año pasado, dijo que no podía confiar únicamente en la inteligencia artificial para crear la película.
Explicó que la inteligencia artificial no puede generar video con calidad profesional, por lo que necesitaba animadores profesionales para dar vida a sus imágenes. Por lo tanto, se asoció con la productora Native Foreign. Además, colaboró con su hijo de 21 años, quien programó la herramienta de movimiento en 3D, llamada Unreal Engine, para animar los rostros de los personajes.
La película fue lanzada al público y OpenAI indicó que es un ejemplo de cómo la IA democratizará la producción de películas. “Critterz es un ejemplo vibrante de cómo los artistas pueden usar herramientas de IA para desbloquear ideas que antes eran inalcanzables debido al presupuesto, el tiempo o los recursos”, afirmó Natalie Summers, una profesional de comunicaciones en OpenAI, en un comunicado.
Pero esa democratización no viene sin riesgos para la industria cinematográfica y las industrias adyacentes como los videojuegos, según expertos de medios y noticias. En China, la inteligencia artificial ya está quitándole trabajos a los ilustradores de videojuegos en favor de software que puede animar imágenes en segundos, de acuerdo con un informe en Rest of World.
Nelson dijo que es probable que la IA reemplace algunos trabajos en Hollywood, pero que potencialmente cree más. Puso el ejemplo de la entrada de software de edición de computadoras y cómo eso reemplazó trabajos y procesos de edición de películas más manuales.
“Hay algunos trabajos que podrían desaparecer por completo”, dijo. “Puede ser algo doloroso, pero en medio de todo esto, creo que habrá más oportunidades”.
Los expertos de los medios y representantes legales también dijeron que el uso de la IA en la realización de películas plantea varias preocupaciones, y aún no hay regulaciones claras.
Los actores están tomando una posición en el tema. Reeves le dijo a Wired Magazine en febrero que ha incluido cláusulas en su contrato para evitar la manipulación digital de sus actuaciones desde finales de la década de 1990. Aunque reconoce los beneficios que la IA puede aportar, lo ve más como una amenaza para los creadores de Hollywood que como una ventaja.
En el pasado, ha habido tropiezos en el uso de la IA que todavía moldean la forma en que la gente la percibe hoy en día. En particular, según Glick, hace dos años se produjo un incidente en el que un documental sobre el difunto chef y personalidad de la televisión Anthony Bourdain fue objeto de escrutinio porque los cineastas recrearon su voz y no estaba claro si obtuvieron permiso para hacerlo.
Las actuales negociaciones del Sindicato de Guionistas ofrecen un ejemplo temprano de cómo artistas y actores podrían intentar protegerse, señalaron Glick y Meyer. El sindicato ha declarado que el trabajo generado por inteligencia artificial puede no ser considerado como material “fuente” o “literario”, dos disposiciones clave que determinan parcialmente cómo se da crédito a los guionistas y cómo se les paga, según los expertos en medios.
Pero aún existen problemas legales más profundos, según Meyer. El software como ChatGPT, Dall-E y su sucesor, Dall-E 2, crea trabajos de alta calidad porque analiza patrones en conjuntos de datos masivos que contienen propiedad intelectual, como imágenes creadas por otros artistas o libros y películas escritas por personas.
Meyer indica que aún es una pregunta abierta (en la ley de derechos de autor) cuánto crédito se les debe a las personas cuyo trabajo se utiliza en los datos de entrenamiento de la IA.
Según Meyer, hay algunas pistas que vienen del gobierno de Estados Unidos, citando una directiva a mediados de marzo de la Oficina de Derechos de Autor de EE UU que establece que el trabajo creado por AI sin intervención o participación humana no puede ser protegido por derechos de autor. Pero hay varios casos judiciales en curso que probablemente ofrecerán una guía más sólida, añadió.
“Siempre habrá pioneros”, dijo Meyer. “Pero creo que [Hollywood] avanzará lentamente hasta que tenga más información de los tribunales”.
Traducido por José Silva
