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- Los especialistas podrían recomendar a los pacientes cambios en la dieta para aumentar la ingesta de calcio y vitamina D
El cáncer de próstata es una de las enfermedades que provoca más muertes de hombres en el mundo. De acuerdo con el reporte en el año 2020 de la Organización Mundial de la Salud, los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en los varones son: de próstata en primer lugar con el 21,7%, le sigue el de pulmón con 9,5 %, y colorrectal con 8,0 %. En ese año se diagnosticaron unos 3,8 millones de casos y 1,4 millones de personas murieron por esta enfermedad.
Estudios científicos apuntan a varios factores que influyen en el pronóstico de los pacientes, el tratamiento y la tasa de supervivencia de este tipo de cáncer.
Una investigación publicada en el portal especializado European Urology reveló la relación que existe entre la salud de los huesos y la supervivencia en los hombres con cáncer de próstata que han recibido terapia hormonal.
El estudio clínico contó con alrededor de 1.000 pacientes en Estados Unidos, que estaban en tratamiento con terapia de deprivación androgénica (ADT, por sus siglas en inglés). Este es un procedimiento hormonal que retarda el crecimiento tumoral al disminuir los niveles de andrógenos.
Relación entre la salud ósea y el cáncer de próstata
Los especialistas comenzaron midiendo los biomarcadores de la pérdida y la formación de hueso de los participantes en el ensayo, y descubrieron que los niveles elevados de pérdida de hueso se asociaron a un mayor riesgo de muerte por la enfermedad.
Con este hallazgo, comprobaron que los biomarcadores óseos (medición de la salud de los huesos) podrían predecir los pronósticos de los pacientes. Al conocer estos datos se podría desarrollar un tratamiento para los hombres con cáncer de próstata hormonosensible y así aumentar la tasa de supervivencia.
El estudio también encontró que hay una interacción entre las células que destruyen y reconstruyen el hueso en los hombres con cáncer de próstata avanzado. Por lo que los pacientes suelen presentar metástasis esquelética, una patología que provoca dolor de huesos y fracturas que también afecta la supervivencia.
Además, los hombres con cáncer de próstata hormonosensible metastásico son tratados con ADT, lo que interfiere en la reparación ósea y contribuye al desarrollo de enfermedades como osteopenia u osteoporosis.
Qué es el cáncer de próstata, la osteopenia y la osteoporosis
Este tipo de cáncer se desarrolla en la próstata, una glándula del tamaño de una nuez que se encuentra en el sistema reproductivo masculino. Esta enfermedad es muy común en hombres mayores de 50 años de edad.
La osteoporosis es la pérdida de masa y densidad ósea debido a un trastorno metabólico de los huesos, que llevan a mayor fragilidad y aumento del riesgo de fracturas. La osteopenia es parte del mismo proceso pero en un grado menor de deterioro.
Síntomas y tratamiento del cáncer de próstata
Los síntomas del cáncer de próstata pueden variar, pero los más comunes incluyen dificultad o dolor al orinar, sangre en la orina o en el semen, dolor en la parte baja de la espalda, cadera o muslos y disfunción eréctil.
Estos síntomas también pueden estar relacionados con otras enfermedades, por lo que es fundamental acudir al médico para obtener un diagnóstico preciso.
De acuerdo con la Clínica Mayo, en Estados Unidos, el tratamiento del cáncer de próstata depende del estadio de la enfermedad y de la salud general del paciente. En algunos casos, se puede optar por la observación activa, que implica un seguimiento cuidadoso del cáncer sin tratamiento inmediato. En otros casos, se pueden recomendar tratamientos como la cirugía, la radioterapia, la terapia hormonal o la quimioterapia.
Algunos tratamientos para el cáncer de próstata pueden afectar la salud ósea. Por ejemplo, la terapia hormonal puede reducir los niveles de testosterona, lo que puede debilitar los huesos. Además, la radioterapia y la quimioterapia también pueden tener efectos secundarios en los huesos.
Los pacientes con cáncer de próstata deben prestar atención a su salud ósea y tomar medidas para prevenir problemas adicionales. Esto puede incluir cambios en la dieta para aumentar la ingesta de calcio y vitamina D, así como hacer ejercicio y pedirle a su médico le recete medicamentos para fortalecer los huesos.
