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- El caso de León López se dio a conocer en 2020 luego de escapar de la residencia Los Mangos, en Aragua, donde permanecía encerrada
Matías Salazar Moure, el hombre que mantuvo en cautiverio a Morella León López durante 31 años en el estado Aragua, fue condenado a 17 años y 2 meses de cárcel. Así lo confirmó Tarek William Saab el viernes 23 de junio.
Saab señaló a través de su cuenta de Twitter que a Moure se le acusó de abuso sexual, violencia psicológica y amenaza.
#AHORA @MinpublicoVEN logra condenar al #Aberrado Matías Salazar, a cumplir la pena de 17 años y 2 meses de prisión: por el #delito de Violencia Sexual, Amenaza y Violencia Psicologica: dicho sujeto mantuvo en #Cautiverio para así Abusar sexualmente a una de sus víctimas por más… pic.twitter.com/rc1OHJSuwA
— Tarek William Saab (@TarekWiliamSaab) June 23, 2023
Morella León López fue secuestrada en 1988 y permaneció en cautiverio bajo las órdenes y abusos por parte de Salazar Moure hasta que el 24 de enero de 2020 logró escapar del conjunto residencial ubicado en el sector Los Mangos y acudió al Instituto de la Mujer en Aragua para denunciar que su pareja la tenía secuestrada desde hace 31 años luego de aprovechar un descuido de Salazar.
Tres días más tarde Matías Salazar, de 58 años de edad, asistió a la Fiscalía del estado Aragua para denunciar la desaparición de su pareja sin saber que la víctima ya había realizado la denuncia en su contra por secuestro.
Con el paso del tiempo, se fue corriendo la voz entre vecinos que sospechaban de la situación irregular en la vivienda de Salazar, pero muchos evitaban involucrarse en el hecho por temores a reacciones agresivas por parte de Salazar, pese a que para otros, era “una persona muy amable”.
De hecho, en dos ocasiones funcionarios policiales se presentaron en la vivienda donde permanecía Morella López pero ella optaba por desmentir los hechos por miedo a represalias de Matías.
En uno de sus intentos por escapar, cuando su captor regresó se percató de lo ocurrido y fue agredida físicamente.
Ese 24 de enero de 2020, el descuido de Mathías al olvidar las llaves fue la oportunidad de Morella para abrir la puerta y escapar. El caso que dio la vuelta a medios nacionales e internacionales, fue tomado por el Ministerio Público luego de que otras personas de la zona confirmaran los delitos que cometía Salazar Moure y que muchos preferían callar por temor.
Más víctimas de Salazar
Durante las averiguaciones sobre el caso de secuestros en los últimos años, se conoció que otras dos mujeres fueron víctimas de Matías Salazar. Según residentes de sectores cercanos a Los Mangos, una mujer permaneció en cautiverio en manos de Salazar durante 24 años, según pudo confirmar el Instituto de la Mujer del estado Aragua en el año 2020.
En aquel secuestro, Salazar utilizó un arma de fuego para someter a su víctima.
Las mujeres estaban bajo vigilancia permanente, debido a que Matías Salazar las tenía viviendo en distintos departamentos del mismo conjunto residencial.
En sus relatos, López León comentó que al verse descubierta por Salazar en uno de sus intentos de huir de la vivienda, el hombre la tomó por el cabello y la tiró a un colchón presionando sobre su cuello hasta casi asfixiarla. Además le tapaba la cara con una almohada para que evitar que vecinos escucharan y alertaran sobre la situación.
“Me tomó por los brazos y me paró frente a ellas. Me repetía por qué las había agarrado y me decía que no tenía nada que hacer en la calle. Esa fue la primera paliza que recibí por las llaves”, relató a Crónica Uno durante una entrevista en 2020.
Morella López aclaró que su captor no vivía con ella. Salazar la visitaba para llevarle comida y en ocasiones era obligada a tener sexo con él.
La defensa del gordo Salazar
La Fiscalía 25 de Maracay, Aragua, imputó a Matías Enrique Salazar Moure por los delitos de violencia psicológica amenaza, violencia y esclavitud sexual, delitos previstos en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre violencia. Sin embargo, su abogado defensor, José Briceño, señaló a los medios de comunicación de ser parte de una venganza contra Salazar y que, a su juicio, las familias de su defendido vivían felices.
