- El médico forense que se encargó de la necropsia aseguró que la conclusión se dio por los rastros que quedaron en el cuerpo tras el disparo
La Fiscalía de Colombia confirmó que la muerte del teniente coronel de la policía colombiana Óscar Dávila, asignado a la seguridad presidencial y relacionado con el escándalo de las interceptaciones ilegales en el gobierno, fue un suicidio.
“La conclusión para la Fiscalía General de la Nación es que el teniente coronel Óscar Dávila, de 42 años de edad y 24 años de servicio, decidió quitarse la vida, con el arma que era de su conductor. Para la Fiscalía General de la Nación los resultados de la necropsia son positivos para suicidio”, dijo la vicefiscal general, Martha Janeth Mancera, en una rueda de prensa el 21 de junio.
Por su parte, el médico forense de la Fiscalía, Jorge Eduardo Paredes, mencionó que la lesión contaba con las características de un suicidio.
“Sin ninguna duda, este es un caso típico de una lesión a contacto con todas las características propia de un suicidio”, expuso.
Quién era Óscar Dávila
Dávila formaba parte del círculo de seguridad del presidente colombiano, Gustavo Petro. Fue hallado muerto el 9 de junio dentro de su vehículo en una calle de Bogotá con un disparo en la cabeza.
Desde un principio las autoridades trataron el caso como un suicidio, aunque la opinión pública del país no descartaba la posibilidad de que la causa de muerte fuera otra.
Paredes resaltó en la rueda de prensa que al revisar el cuerpo y las prendas que vestía el oficial encontraron evidencias que aseguran que el funcionario tenía el arma empuñada.
“(Había) un patrón de salpicaduras de sangre que reflejan un modelo en U, lo que nos da un indicio muy fuerte de que esta persona tenía el arma empuñada, algo que también se observa en la manga”, relató.
Además, la necropsia concluyó que el cuerpo no tenía ningún signo de riña, lucha, sujeción o indefensión.
El caso
Dávila estaba siendo acusado de supuestamente cometer abuso de poder e interceptaciones telefónicas ilegales a una mujer que trabajó como niñera en la casa de la exjefa de Gabinete presidencial Laura Sarabia, por supuestamente robar en la vivienda.
Ante lo sucedido, el presidente colombiano, Gustavo Petro, expresó que la situación “supuso una gran presión” para Dávila que lo llevó a quitarse la vida.
“Es como si me hubieran prestado un ser humano que no pude cuidar yo mismo porque subestimé la presión, yo, porque estoy acostumbrado a sentirla, y creo que las demás personas lo hacen, y no es así, ningún ser humano es igual”, dijo el mandatario.
Todo comenzó con la denuncia de la exniñera Marelbys Meza de que tras ser acusada del hurto de un maletín con una suma no especificada de dinero, la hicieron ir hasta una dependencia presidencial donde fue interrogada y sometida a pruebas de polígrafo sin una orden judicial.
Al mismo tiempo, la policía interceptó ilegalmente su teléfono, usando como fachada una operación contra la banda criminal del Clan del Golfo.
El teniente coronel Dávila figuraba entre los oficiales vinculados a la investigación de la Fiscalía.
Este escándalo detonó una de las “peores” crisis del gobierno de Petro, y obligó a la renuncia de Laura Sarabia, como jefa del Gabinete, y del exembajador de Venezuela, Armando Benedetti, quien supuestamente filtró a la prensa lo sucedido.
Con información de EFE