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- Durante el evento, los aspirantes presidenciales coincidieron en temas como la liberación de los presos políticos o la urgencia de promover un cambio profundo del modelo político para reinstitucionalizar el país y recuperar su economía. En otros, como la posibilidad de un plan de sucesión ante las inhabilitaciones, solo María Corina Machado y Andrés Velásquez se manifestaron en contra
La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) tuvo una cita con la democracia el 12 de julio. En su Aula Magna, 8 de los 14 candidatos que participan en las primarias de la Plataforma Unitaria Democrática se reunieron para compartir e intercambiar sus propuestas, a través del debate Hablan los candidatos.
Los participantes fueron María Corina Machado, Freddy Superlano, Delsa Solórzano, Andrés Caleca, Tamara Adrián, Carlos Prosperi, Andrés Velásquez y César Pérez Vivas. Entre las ausencias más notables de esa jornada estuvo la de Henrique Capriles Radonski, quien un día antes había informado que no asistiría pues consideraba que podría fomentar la confrontación entre candidatos. “En esta crisis que tenemos, yo no creo que la respuesta sea seguir acentuando la división entre nosotros”, dijo.
Sin embargo, el debate sirvió para demostrar que, más allá de las diferencias, existen puntos de diálogo en los cuáles los candidatos mostraron estar de acuerdo. Para el internacionalista y consultor político Luis Peche, el debate fue precisamente una oportunidad para dar una muestra de civismo que no se veía desde hacía 11 años, en el último debate entre candidatos opositores.
“Pese a los contrastes, todos los candidatos están en el mismo barco. Y ahí sale perdiendo por muchísimo Capriles cuando decía que el debate iba a dividir, porque la verdad la imagen que proyectó fue muy favorecedora”, declaró en entrevista para El Diario.
Puntos de encuentro
Peche señaló que, dentro de la diversidad de visiones de cada candidato, había respuestas que podían resultar incluso complementarias entre sí. Y en aquellos donde sí hubo diferencias, tampoco marcaron un punto de inflexión tan marcado. “Hubo varios puntos de acuerdo que la moderación de Luis Carlos Díaz pudo encontrar y eso fue ganancia”, indicó.
Uno de ellos pudo verse en la segunda pregunta: “¿Cómo definen los candidatos al régimen de Nicolás Maduro?”. La mayoría de los participantes no tuvo reparos en calificarlo como una dictadura. Mientras figuras como Machado, Superlano, Prosperi, Velásquez y Solórzano agregaron adjetivos como “tiránico”, “criminal” y “violador de derechos humanos”, otros como Caleca, Pérez Vivas y Adrián aprovecharon para reflexionar sobre el carácter híbrido de los autoritarismos del siglo XXI, pero siempre dejando claro un hecho: Venezuela no posee actualmente ni democracia ni Estado de derecho.
Otro punto en común, y cada candidato reiteró a lo largo de sus intervenciones, es la necesidad de que haya un cambio de modelo político para poder avanzar en sus propuestas, sin importar la temática. A su manera, coincidieron en que se deben reformar diferentes leyes que promuevan la confianza de los inversionistas extranjeros en el país, y así reactivar el aparato productivo.
Repuntando
El gerente general de la plataforma de comunicación y asesoría política Sala 58, dio un balance sobre quienes, a su juicio, fueron los candidatos que resaltaron dentro del debate en materia de propuestas: Superlano y Prosperi.
“En sus participaciones lograron llegar y se notó que se prepararon para esta fecha porque lograron la especificidad con relación a cuál era el centro de su propuesta y sus detalles”, dijo.
En el caso de Prosperi, destacó su intervención durante una pregunta hecha por representantes del Movimiento Estudiantil, sobre qué podían ofrecer los candidatos a la juventud venezolana. Mientras el grueso de las respuestas se centró en crear condiciones para frenar la migración de jóvenes, el dirigente de Acción Democrática rescató una de las grandes banderas del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez: las becas Gran Mariscal de Ayacucho. También propuso una Ley de Primer Empleo, para que los recién graduados del liceo y la universidad puedan acceder al mercado laboral rápidamente.
Por su parte, durante la pregunta “¿Qué le dirían a los familiares de los presos políticos?”, hubo un consenso alrededor de la propuesta hecha por Delsa Solórzano de que su liberación debe ser una de las primeras acciones que tome un eventual nuevo gobierno. Sin embargo, Peche resaltó que Superlano fue un paso más allá, proponiendo cerrar El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y en cuyos calabozos se han reportado múltiples casos de torturas y tratos crueles. En su lugar, se crearía un museo memorial, para nunca olvidar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Maduro.
Otras propuestas de interés que se asomaron durante el debate fueron las realizadas por Pérez Vivas, quien entre otros puntos, planteó la eliminación de la reelección presidencial indefinida y el regreso al Congreso bicameral. También Adrián habló sobre la búsqueda de un modelo económico ecológico y sustentable que superara el extractivismo petrolero y minero, en favor del desarrollo de un sistema más inclusivo.
Machado insistió en un plan al que denominó “Estabilización expansiva de la economía”, la cual se apoya en la privatización de las empresas expropiadas durante el chavismo, así como de aquellas que son insostenibles para el Estado, además de la captación de inversión extranjera para reactivar el aparato productivo nacional.
Sucesión o lucha
Un punto clave durante el debate fue aterrizar a los candidatos con la situación actual de la oposición. Machado y Superlano, además de Capriles, poseen actualmente inhabilitaciones políticas por parte de la Contraloría General del régimen de Maduro que podrían impedirles inscribirse ante el Consejo Nacional Electoral para las presidenciales de 2024. Mientras tanto, desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se cocina una posible sentencia que podría afectar el propio desarrollo de las primarias.
Al respecto, Adrián apeló a una frase de la serie Juego de tronos: “Winter is coming (se acerca el invierno)”. Indicó que es evidente que el régimen intentará impedir a toda costa las elecciones, por lo que la alianza opositora debe actuar unida y prepararse para la llegada de los ataques. No obstante, Superlano en su intervención reconoció que actualmente la Plataforma Unitaria no ha discutido un mecanismo de acción sobre este tema, e instó a reunirse cuanto antes a discutirlo.
Y aunque nuevamente hubo unanimidad en rechazar que el régimen de Maduro tenga un candidato a su medida a través de este juego de inhabilitar a cualquier contrincante que le incomode, la conveniencia de tener o no un superviviente designado para asumir la candidatura en caso de que el ganador de las primarias no pueda fue un tema en el que sí hubo opiniones encontradas.
Delsa Solórzano cree que es necesario contar con plan de sucesión, de modo que, si el ganador de las primarias es inhabilitado, quien obtuvo el segundo lugar asuma esa candidatura. Una visión parecida a la de Superlano, quien planteó un escenario similar al de las elecciones regionales de Barinas, donde apoyó la victoria del opositor Sergio Garrido.
Caleca invitó a los candidatos a realizar una reunión privada, aunque debidamente comunicada a la ciudadanía, en la que los candidatos puedan discutir este plan de sucesión seriamente, sin la presión de las cámaras.
Liderazgo opositor
Solo Andrés Velásquez y María Corina Machado estuvieron terminantemente en contra. “Creo que eran bastante obvias las posiciones que iban a haber ahí. Básicamente iba a ser un todos contra María Corina, pero tiene sentido porque ella en este momento no iba a mostrar debilidad con relación a ceder el poder, pues es quien lidera las encuestas con una holgada diferencia”, opinó Peche.
La líder de Vente Venezuela convirtió el lema de su campaña, “Hasta el final”, en una declaración de intenciones. Para ella, la primaria más que el proceso para elegir a un candidato, es una oportunidad de renovación del liderazgo opositor. Y con esto, la estrategia a seguir de cara a 2024. En el caso de Machado, su visión es clara: usar todos los medios de protesta y presión ciudadana para forzar al régimen a aceptar su candidatura.
“Esa ruta de María Corina de hasta el final implica que ella va a esperar a tener esa victoria el 22 de octubre, consolidarla y a partir de ahí desplegar su plan como líder de la oposición para buscar una habilitación. Y, en caso de que llegue efectivamente hasta el final y no logre levantar su inhabilitación, pues tener poder total o al menos bastante espacio en la toma de decisiones para elegir al sucesor”, apuntó.
