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- El equipo de El Diario conversó con dos instructoras de yoga, ambas con más de 6 años de experiencia en el área infantil, para conocer las ventajas de practicar esta disciplina desde temprana edad
Varios estudios han comprobado que el yoga ayuda a los niños y niñas a desarrollar habilidades y destrezas. Esta disciplina, que combina posturas físicas con la respiración y la meditación para mejorar el estado del cuerpo y la mente en general, es una práctica milenaria que ha ganado popularidad en todo el mundo debido a sus beneficios para la salud.
Esta práctica, que se puede realizar desde los primeros años de vida, es originaria de la India y tiene más de 5.000 años de antigüedad. Su nombre traducido al español significa unión, que se interpreta como la conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
El yoga infantil adapta y aborda los ejercicios desde el juego y la imaginación, de forma que los niños y niñas puedan tener más conocimiento sobre su cuerpo y mejor conexión con su mente. Para conocer las ventajas de practicar esta disciplina desde temprana edad, el equipo de El Diario conversó con dos instructoras de yoga especializadas en el abordaje infantil.
Yanina Ricci, instructora de yoga para niños desde hace más de 6 años y fundadora de Yoguiniblis, una escuela de yoga infantil ubicada en Los Chorros (Caracas), detalló que los beneficios del yoga en niños y niñas son numerosos sobre todo en la parte emocional, debido a que logran tener mayor concentración, autoestima y una relación más sana con el estrés.
“Empecé a especializarme en el yoga infantil hace 7 años y lo practiqué con mi hija. A raíz de eso me di cuenta de la importancia y los beneficios que brinda a los niños tanto emocionales como físicos, así que quise dedicarme a esto. Lo amo con pasión. Conseguí en el yoga esa unión entre la maternidad y esa práctica que siempre me ha gustado”, resaltó.
¿Cómo se realiza el yoga infantil?
Aunque las posturas son las mismas que las de adultos, Yanina Ricci indicó que cada una se acopla dependiendo de la edad del niño o niña. “Con los niños abordo la parte lúdica, hago las posturas de forma más infantil, simulando los animales y la naturaleza, e imitando los sonidos”, destacó.
Además, la instructora precisó que incorpora en las clases posturas de yoga ligadas a rutinas diarias como el “yoga de cepillarse” o el “yoga de desayunar”, para que puedan asociar esas actividades del día a día con las posturas. En sus clases también aplica diferentes dinámicas para enseñar como el yoga cuento, el yoga power, el yoga arte, yoga danza, el yoga de juegos venezolanos, entre otros.
A pesar de que las clases son grupales, Ricci indicó que es importante el enfoque en la necesidad de cada niño o niña, lo que considera que se logra con la implementación de esas clases de yoga.
En cuanto a la meditación, Yanina Ricci sostuvo que para un niño es difícil lograrla de forma tradicional, es decir, que se quede sentado tranquilo con los ojos cerrados. En este sentido, comentó que en los niños se practica una meditación activa, que se basa en una sincronía de movimientos y respiraciones.
La dinámica de las clases son distintas
Zoliyer Borrero, instructora de yoga con más de 6 años de experiencia, coincide en que el yoga de niños es muy diferente al yoga de adultos. “En el de adultos se sigue como una secuencia de posturas y meditación. Con los niños es diferente, para poder llevarlos a meditar hay que hacerlo por medio del juego y la imaginación. Es como jugar a aprender”, agregó.
Borrero, quien brinda clases en el estudio de Yoga Spa Shanti (ubicado en Mérida), indicó que la dinámica con los niños es distinta, debido a que no se puede tener la misma secuencia que con los adultos. Explicó que las clases de los niños deben ser cada una diferente, esto con el propósito de que no se aburran.
“Hay que ser muy creativos. La clase para niños igual tiene una meditación al inicio y una al final, donde se hablan de cosas diferentes. Se emplean frases como ‘vamos a encontrarnos con la respiración’ o ‘inhalen por la nariz y exhalen por la boca sacando la lengua’. De este modo dentro de la meditación encuentran algo divertido”, enfatizó.
Sobre las posturas, Borrero señaló que las abordan también desde la imaginación y se manejan según la edad de cada niño. En este sentido, precisó que los niños o niñas de 4 o 5 años de edad no tienen completamente desarrollado el equilibrio, por lo que se realizan las posturas de una forma más flexible.
En el caso de la postura del árbol, no es necesario que apoyen una pierna sobre la otra más arriba de la rodilla, sino que pueden colocarla al lado del tobillo.
De acuerdo con Borrero, el yoga se puede practicar desde los 6 meses de edad, sin embargo, en esos casos es solo estimulación acompañada de sus padres para ayudarlos a no perder la flexibilidad. Los niños por sí solos pueden ver yoga a partir de los 3 años de edad.
La profesora Zoliyer Borrero resaltó que la meditación con los niños se enfoca en la imaginación para tratar que se concentren y encuentren divertida la práctica. A su juicio, de esa forma no están pensando en terminar rápido para jugar o realizar otra actividad.
“En una meditación más hablada donde se trata de llevarlos con la imaginación a otro lugar. Se le dicen cosas como ‘vamos a imaginar que estamos en la montaña ¿de qué color es?’ y empiezan a decir con los ojos cerrados los colores que visualizan. Los niños empiezan a hacer meditaciones en silencio a partir de los 10 años”, detalló.
Beneficios del yoga y la meditación para niños
Yanina Ricci destacó que el yoga tiene más beneficios emocionales que físicos, debido a que si se tiene una mente sana, se tiene un cuerpo sano. “El yoga te regula mucho la mente, por eso incorporo en las clases el mindfulness (atención plena), lo que ha ayudado a niños con autismo o problemas motores a mejorar su rendimiento”, añadió.
También resaltó que esta disciplina ayuda con el autoestima y la confianza en sí mismo; así como a tener un cuerpo más flexible y en condiciones a nivel muscular para practicar cualquier deporte. El yoga ayuda a desarrollar el equilibrio, la coordinación, la flexibilidad, la respiración efectiva y fortalece el cuerpo en general.
Comentó que la concentración es uno de los procesos que se fortalece en los niños que meditan desde temprana edad, lo que le permite que en la adultez logren hacer diferentes actividades de forma simultánea con eficacia.
“En la parte conductual, se ha visto que los niños que practican yoga y meditación son más tranquilos, alegres y saben seguir instrucciones. El yoga ayuda a regular esa energía excesiva de los niños para poder regular las emociones, identificarlas y canalizarlas”, puntualizó.
Por su parte, Zoliyer Borrero coincidió en que cuando se comienza a practicar el yoga desde los primeros años de vida se ayuda a los niños a mantener la fuerza y la elasticidad del cuerpo. Además, les permite desarrollar la confianza para poder realizar cualquier actividad física.
“Los niños están muy concentrados y logran enfocarse en las actividades. En los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) o con hiperactividad, el yoga les permite tener cambios positivos a largo plazo en cuanto a su concentración”, indicó.
La especialista enfatizó que la práctica del yoga ayuda a tener una relación más sana con el estrés y los problemas emocionales. En este sentido, relató que ha conocido personas que han visto yoga desde niño y ahora son adultos que han logrado desenvolverse mucho mejor.
El yoga en las escuelas
Yanina Ricci aporta sus conocimientos del yoga infantil en algunos preescolares en los que ayuda a complementar el método de estudio de algunas materias. “En el caso de la clase de geografía, complemento enseñando a los niños posturas de la naturaleza. Así lo hago en clases de historias, de inglés, entre otras”, explicó.
Además de las clases que brinda en su escuela, Ricci enseña en preescolares como el Centro Infantil Vizcaya, el Tamanaco, Happy Kids, en un Mundo para Jugar, en la Academia Merici, en The British School, entre otros.
A su juicio, las escuelas deberían incluir el yoga como una materia más en su parte académica, debido a que da un complemento y ayuda a que los niños puedan lograr un buen rendimiento en otras áreas.
Por su parte, Zoliyer Borrero comentó que incluir el yoga en las actividades que se realizan en los colegios sería muy beneficioso para los niños. “Quizás no como una materia, pero sí como parte de las actividades extras que se puedan emplear para complementar”, afirmó.
Borrero indicó que el estudio Yoga Spa Shanti cuenta actualmente con un plan vacacional de clases de yoga para niños y niñas de lunes a viernes. Explicó que las clases durante las vacaciones son diferentes, ya que además de la hora de yoga, incluyen actividades de cocina, recreación y de arte.
La instructora considera que hace falta difundir más información sobre el yoga infantil. Contó que desde hace varios años recibe niños que son remitidos por psicoterapeutas y psicólogos para que realicen yoga y que son pocas las personas que llegan por sí solas porque desean que sus hijos aprendan esta actividad.
