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- El creador de contenido insiste en educar sobre el consumo de alcohol responsable, pero también sobre la historia y cultura que rodean a los licores
Un anuncio de whisky en el túnel de la Trinidad, en la autopista Prados del Este de Caracas, cautivó a Marcos Noriega en su adolescencia. Se trataba de un laberinto lleno de luces con las palabras keep walking (sigue caminando, en español), con el tiempo descubrió que era el eslogan de una marca de licor.
La estética en las botellas y las campañas publicitarias despertaron su interés por el licor desde los 15 años de edad, cuando aún no tenía edad legal para beber. Estudió Comunicación Social y luego se especializó en Marketing. Al adentrarse en ese mundo siguió explorando la historia de las grandes marcas licoreras hasta que decidió que definitivamente su meta era dedicarse por completo al mundo de los licores.
Ahora es creador de contenido y en sus producciones descubrió una nueva pasión, que es la gastronomía venezolana. Encontró en la comida callejera un espacio potencial para combinar esta variada oferta de alimentos con un trago acorde a cada ocasión.
Combinaciones atrevidas
Mientras más callejera y peculiar sea la propuesta gastronómica, más entusiasmo siente Marcos. Tan solo en Caracas ha probado platos como perro caliente de mariscos, arepa de chicharrón “light” y sopa de rabo y oreja de res.
También comió ostras bajo un puente y ha hecho una cata minuciosa de las distintas empanadas que ofrecen los negocios de la ciudad.
La experiencia le ha servido también para mostrar que en la ciudad se puede encontrar comida de múltiples países y culturas. Muchos de estos son emprendimientos de venezolanos que decidieron incursionar en una gastronomía extranjera, pero otros también cuentan con la autenticidad y tradición que ha pasado entre generaciones de familias migrantes.
Aunque la variedad potencia su contenido en redes sociales, admite que siempre vuelve a encontrarse con las empanadas. En uno de sus videos confesó que es su comida preferida y le comentó a El Diario que podría comer al menos una empanada todos los días.
“En cuanto armonía, me sorprendió el espumante con las empanadas. Hice un video con un espumante argentino con unas empanadas que me encantó. Yo he mostrado tanto ese video que dos o tres meses después me escribió el dueño del local y me dijo: ‘Hoy acá se sentó una familia en una mesa y se trajeron su espumante’, o sea que ahí hay una armonía que funciona”, relató.
Educar a través del contenido en redes sociales
Promover el consumo de alcohol en redes sociales es una práctica controversial, por lo que cada cierto tiempo Marcos busca un espacio para hablar sobre beber de forma responsable y consciente.
Recientemente publicó un video en el que habla sobre el riesgo de accidentes automovilísticos asociado al consumo de alcohol y anteriormente compartió otros contenidos con un tono similar para crear conciencia.
El influencer insiste en que mostrar los procesos, el trabajo, la historia y la cultura detrás de los licores le da al público otra perspectiva para tomarse el tiempo de disfrutar, saborear y entender cada trago.
“El proceso de los licores es muy romántico. Solo el hecho de que un vino pase por barrica 7 u 8 años dando vueltas, recibiendo calor y luego frío es muy interesante todo lo que se va formando en torno a ese líquido. A la hora de vender es necesario ese romanticismo y quien se engancha con esa historia, se engancha con la marca”, alegó.
Agregó que el secreto de disfrutar plenamente un buen trago es conocer todo lo que hay detrás de su elaboración.
Un trabajo de años
Marcos se especializó en vinos y destilados en la Universidad Metropolitana, pero no conocía lo suficiente sobre el ron, menos sobre el que se produce en Venezuela. Ya había visto que en la prensa se reseñaban los elogios internacionales que recibían las marcas de rones nacionales y eso despertó su interés.
Le pidió a una amiga periodista gastronómica llamada Adriana Gibbs que le diera una clase sobre ron venezolano en la que se pudiera hacer una cata. Marcos contó que ella le envió un pensum completo sobre el ron nacional en el que los participantes debían invertir varios días para poder asimilar esa información.
“Cuando vi su propuesta le dije ‘Adriana, esto tenemos que venderlo y enseñarlo’; así fue como se creó el Ron Club Caracas. Le hicimos un logo y comenzamos a hacer eventos en espacios como Licores Mundiales”, relató.
Las actividades del Ron Club Caracas, fundado en 2017, tenían como objetivo probar todos los rones de Venezuela, 14 en total, en cuatro días. Esta variedad y el tiempo programado permitían a los participantes hacer comparaciones entre las distintas marcas y entender porque estos licores nacionales estaban recibiendo tantos premios.
El creador explicó que el club tuvo muy bien recibimiento en varias de sus ediciones, pero en el año 2020 con la pandemia por covid-19 paralizaron sus actividades. Comentó que es un proyecto que quisiera retomar, pero por el momento está más enfocado en el contenido de armonía entre la comida callejera y los licores.
Contra las creencias y los estigmas
El trabajo de romantizar la elaboración licorera y concientizar sobre el consumo responsable es parte de un gran objetivo de ir en contra de las creencias y estigmas que tiene la cultura popular sobre algunos licores.
Marcos detalló que un vino fino es capaz de elevar los sabores de los planos más inesperados. Asimismo, cree que las personas deben dar la oportunidad de descubrir la gama de sabores que ofrecen los licores de Venezuela y el mundo.
Con respecto a la industria nacional, considera fundamental aprender sobre la producción de ron.“Con el ron se está haciendo un gran esfuerzo, se hacen productos buenos y de calidad que están siendo reconocidos internacionalmente lo que es increíble”.
El creador de contenido mencionó que la producción del cocuy de penca también está alcanzando unos altos estándares y luchando por librarse de los prejuicios que tienen algunas personas sobre este producto.
Aclaró que efectivamente este es un licor cuyos orígenes son artesanales, pero que ese es el punto de partida para alcanzar estándares como el del tequila mexicano y no se debe renegar del pasado de la producción del cocuy venezolano.
Una industria con gran potencial
El influencer mencionó que en el país hay actualmente un auge de la cervecería artesanal y estos productos están ganando terreno en varias regiones venezolanas. En zonas como El Hatillo (Miranda) y La Colonia Tovar (Aragua) probar cervezas artesanales se ha convertido en un atractivo turístico.
“Hay más gente estudiando o conociendo sobre la industria de cervezas para traerla a Venezuela y que eso esté pasando significa que se están haciendo productos buenos que compiten con las cervezas que ya eran buenas o regulares”, dijo.
Añadió que esto lleva a las grandes cerveceras a intentar mejorar sus productos para no perder al público y a largo plazo implica una variedad de cervezas venezolanas y de alta calidad en el mercado.
“Habrá gente que tendrá más presupuesto que otros, mejor mercadeo, hacer productos más bonitos, pero lo cierto es que hay más competencia y eso a nosotros nos conviene, al consumidor”, señaló.
Marcos aseguró que el mundo de los licores es variado y extenso, por lo que para adentrarse en él se debe comenzar por lo más pequeño y lo que está acorde al gusto de cada persona.
Añadió que beber de forma consciente y con la intención de vivir la experiencia hace que cada trago se convierta en un momento único.
