- El creador de contenido ha recorrido el país por más de cuatro meses. Ahora se enfrenta al cruce hacia Centroamérica a través de la selva del Darién
El argentino Sebastián Villanueva, motociclista y creador de contenido para redes sociales, exploró Venezuela como parte de su travesía terrestre por el continente. Su recorrido comenzó en Ushuaia, Argentina, y culminará en Alaska, Estados Unidos.
El motociclista, de 30 años de edad, ha recorrido el país por más de cuatro meses a pesar de que Venezuela no estaba en su plan inicial. La decisión de explorar el territorio nacional surgió a finales de 2022, cuando en su paso por Colombia se confirmó que el 1° de enero de 2023 se habilitaría el paso por las fronteras entre ambos países.
Para Villanueva, su viaje por Venezuela significa la culminación de la primera de tres etapas de su trayecto: el final del recorrido por Suramérica.
Contó en una entrevista para El Diario que su próximo reto es cruzar los 90 kilómetros de la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, para llegar a Centroamérica. Ese trayecto de la carretera Panamericana que conecta el continente está interrumpido debido al tapón del Darién.
“La etapa de Centroamérica es una de las etapas más decisivas de mi viaje porque el cruce hacia Panamá no es de fácil acceso. Sin embargo, sé que debido a la migración, ya no es un lugar inhóspito”, afirmó Villanueva.
Reveló que cuenta con tres opciones para atravesar la selva: cruzar en chalanas; enviar la moto en un contenedor hasta Cartagena (Colombia); y la tercera es hacerlo vía aérea desde Bogotá. La decisión dependerá de la relación precio y seguridad que le ofrezcan, debido a que aseguró que, por el tamaño de la motocicleta, podría ser víctima de especulación.
Una vez que cruce el Darién, y luego de dos años y medio de haber arrancado la ruta, comenzará la segunda etapa de su viaje: Centroamérica.
Además de llevar una vida nómada y documentar los lugares que visita, Villanueva ha sabido manejar sus habilidades sociales para calar en cada familia que conoce; tanto así, que ha participado en fiestas de 15 años y funerales, en Bolivia; y hasta un grupo de personas le ofrecieron alojamiento en un geriátrico en Barranquilla (Colombia) por varias semanas.
“He visto miles de paisajes maravillosos, pero la experiencia más linda siempre la tengo con la gente. Hay familias que me reciben en su casa con los brazos abiertos y me adoptan como a uno más, sin pedir nada a cambio. Eso me nutre y me ayuda a continuar”, dijo el creador de contenido.
Su paso por Venezuela
Villanueva confesó que una semana antes de entrar a Venezuela se cuestionó varias veces si hacerlo o no, debido a las noticias que escuchaba del país, sobre todo en relación con el tema político, económico y de seguridad.
Lo que para él fue crucial al momento de elegir, fue una conversación que sostuvo con migrantes venezolanos en Medellín, Colombia, quienes lo convencieron de adentrarse en la cultura de Venezuela y conocer sus diversos paisajes naturales.
“Ellos me dieron la seguridad y la confianza para venir a Venezuela en este momento de la historia, pero también me advirtieron que hace dos años no me hubiesen recomendado venir.”, afirmó.
Aseguró que no se arrepiente de su decisión y que está agradecido por conocer de cerca la idiosincrasia del venezolano.
En su paso por el país, ha conocido Zulia, Mérida, Lara, Miranda, Vargas, Aragua Bolívar, Anzoátegui y el Distrito Capital, pero una de los destinos que recuerda con particular cariño es Chichiriviche, en Coro (Falcón).
“He conocido venezolanos fuera y dentro de su país y me atrevería a decir que la mayoría son personas amables y siempre dispuestos a ayudar. Me sorprendió el país tan bello que tienen y las ganas de sacarlo adelante”, agregó.
A pesar de que Villanueva calificó la mayoría de sus experiencias en Venezuela como “buenas”. Contó cómo ha sido surtir gasolina en un país donde este combustible escasea.
El motociclista detalló que el trayecto donde más le costó conseguir estaciones de servicio con gasolina fue en Barquisimeto, estado Lara.
“Hubo momentos donde no conseguía combustible, pero uno trata de hacer malabares y hallar la forma de surtirse. Creo que eso es algo que tenemos en común todos los suramericanos: la capacidad de resolver”, comentó.
Además, agregó que, hasta el momento de la entrevista, no tuvo inconveniente con ningún funcionario de seguridad del Estado, ni en las cientos de alcabalas que atravesó para ir de un destino a otro.
Pantera, su compañera en el camino
En un aspecto más personal, Sebastián Villanueva narró cómo logró alcanzar el equilibrio entre disfrutar viajar solo y aceptar su pasión por las motocicletas como un trabajo.
El motociclista aseguró que busca el máximo disfrute en su viaje, sin dejar de lado uno de sus propósitos, documentar el camino y crear contenido para compartirlo con el resto del mundo a través de su canal de YouTube, Sebastián Villanueva y su serie De Ushuaia a Alaska en moto.
Añadió que cuando siente la necesidad de compartir con personas pone la música a todo volumen, en especial si se trata de cantantes latinoamericanos.
“Cuando quiero escuchar ruido pongo música y voy cantando como un loco. Escucho de todo, me gusta mucho la música latina, eso le pone furor al trayecto. Puedo pasar de cantar Chayanne a Luis Miguel y de Carlos Vives a Chino y Nacho”, reveló.
Pantera, la motocicleta
La motocicleta de Villanueva es una África Twin con un motor de 1.000cc. Pesa más de 200 kilogramos sin equipaje. El creador de contenido le adaptó dos maletas laterales, un bolso trasero y un compartimiento para un tanque de gasolina extra.
“Es una moto legendaria en el mundo del motociclismo. La compré en 2017 en 0 kilómetros, hoy ya lleva recorrido conmigo aproximadamente 106 mil”, detalló.
Insistió en que a pesar de que disfruta de momentos de soledad, tiene presente la responsabilidad de documentar cada lugar que visita.
“La paradoja de este viaje es que, a veces, en los lugares más bonitos, donde quieres solo apagar las cámaras y disfrutar, es cuando más debo exigirme a producir contenido. Gracias a eso hallé la forma de vivir de esto, mi pasión”, agregó.
“Soy del 1 % de la población que logra cumplir su sueño”
El creador de contenido confesó que una de las partes más difíciles de perseguir su sueño de recorrer el continente en motocicleta, fue separarse de sus familiares y amigos. Un sentimiento que, reconoció, comparte con miles de venezolanos que han tenido que migrar en búsqueda de mejores oportunidades para cumplir sus metas.
Para Villanueva, la pasión que siente al momento de iniciar una ruta en motocicleta le ayuda a tener claro que debe seguir a pesar de las dificultades, las propias del camino o las impuestas por la propia mente.
“Cuando uno hace las cosas con amor y pasión es difícil que algo salga mal. Antes era parte del 99 % que se conformaba con la vida que tenía. Hoy soy parte de ese 1 % que se atrevió a cumplir sus sueños y a vivir de ellos. Siempre habrá miedo, pero la recompensa de atreverse lo vale todo”, afirmó.
Contó que se acostumbró a viajar ligero de equipaje, tanto en lo material como en lo emocional; por eso, a pesar de estar separado de sus seres queridos, agradece por la tecnología que los mantiene conectados.
“Llevo justo lo que necesito, ¿para qué más? Se puede vivir tranquilo con poco. Calidad antes de cantidad”, agregó.
Su infancia en Argentina
Villanueva vivió su niñez entre Buenos Aires y Mar del Plata, en Argentina. Durante su adolescencia descubrió otra de sus pasiones, además de manejar motocicleta a los 14 años de edad. Las artes escénicas, la animación y el canto eran actividades en las que se quiso desarrollar.
“De pequeño me gustaba la actuación y, aunque fui muy malo, siempre hice casting. Hoy en día soy el protagonista, productor y director de mi propio programa en YouTube”.
El inicio de una aventura
La decisión de hacer el viaje en motocicleta comenzó a madurarse hace seis años atrás, en 2017, a causa de varios sucesos traumáticos por los que tuvo que atravesar cuando vivía en Argentina. A eso se sumó un rompimiento sentimental que tuvo en 2020, cuando se agudizaron las restricciones por el covid-19.
“La pandemia me agarró dos días antes de empezar mi viaje, yo arrancaba el 21 de marzo de 2020 y el 19 en la noche estaba sentado en el sillón de mi casa viendo la cadena nacional, donde el gobierno argentino informó sobre la cuarentena obligatoria. Ahí, como muchos, quedamos en un limbo que en principio fue de 15 días y que después se convirtió en un año de restricciones”, dijo.
En principio, el trayecto desde Argentina a Alaska solo iba a durar 10 meses; sin embargo, con la reactivación de las fronteras tras el cese del confinamiento, se animó a dedicar tiempo en cada lugar que conocía.
Villanueva compartió que, aunque el final de su viaje será el norte del continente, su propósito es sumar experiencias, explorar lugares y conocer la cultura de un país a través de sus habitantes.
“Mi destino no es el punto de llegada, es el camino lo que te va a llenar las maletas de experiencias. El camino es lo más importante. A mi madre siempre le digo: ‘Si me pasa algo, no importa que no haya llegado a Alaska, yo ya me cumplí. Mi sueño está hecho’, concluyó.