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- El proceso es complejo y resulta costoso por los gastos adicionales como el depósito y los trámites administrativos
En Caracas, conseguir un alquiler asequible se ha convertido en una tarea cada vez más compleja. El costo promedio de una habitación o anexo supera los 300 dólares, sin incluir los depósitos y los trámites administrativos para concretar el arriendo del inmueble.
En Venezuela, el salario mínimo equivale a 3,6 dólares, por lo que los trabajadores enfrentan dificultades para afrontar los costos del alquiler de una vivienda o habitación. Un empleado de la Administración pública, en enero de 2024, necesita al menos 28 salarios mínimos solo para cubrir la mensualidad del arriendo, exceptuando los gastos adicionales de administración.
Quienes estén en búsqueda de un inmueble también deben cancelar al menos seis meses de contrato por adelantado, además del cobro por el depósito y la redacción del documento. El equipo de El Diario consultó a una asesora inmobiliaria, quien prefirió mantener su nombre bajo anonimato, pero mencionó que el precio de un alquiler en Caracas es mínimo de 100 dólares en el caso de una habitación o anexo y 250 dólares para quienes están en la búsqueda de rentar un apartamento o casa.
La fuente también señaló que actualmente las tarifas más bajas del mercado inmobiliario están concentradas en propiedades retiradas del Área Metropolitana de Caracas. “El costo varía según la zona. Sin embargo, estamos viviendo un momento en el que se pueden conseguir muchas ofertas de inmuebles con mayor metraje y menos valor en la zona del este de la ciudad, mientras que el área del centro resulta más costosa”, explicó.
A continuación, El Diario presenta los costos aproximados de habitaciones y apartamentos en alquiler en algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Trámites iniciales y otros gastos
El desafío económico no termina con el precio mensual del alquiler. Muchos propietarios exigen mínimo seis meses de adelanto para aceptar a un inquilino, lo que eleva el costo inicial. Si la vivienda se consiguió a través de un asesor o de una inmobiliaria, se debe incluir la comisión del intermediario.
Por último, se debe anexar el pago de los aranceles y redacción del contrato de arrendamiento. Ambos trámites se cotizan por encima de los 280 dólares. Una cuota que dificulta el proceso de arrendamiento. En total, de acuerdo con la experiencia de la asesora inmobiliaria consultada para la redacción de esta nota, el monto aproximado de todos los gastos juntos puede ascender a los 1.500 dólares.
Desde 2015, Maribel Ceballos reside en un apartamento ubicado en el municipio Chacao de Caracas. El alquiler, que en 2014 representaba un desembolso de 60 dólares al mes, se ha convertido en una carga financiera cada vez más pesada. Actualmente, Ceballos debe pagar 150 dólares mensuales por su vivienda, una cifra que exige que destine más de la mitad de su sueldo para costear el alquiler.
Maribel considera que inicialmente, la suma de 60 dólares parecía razonable y manejable. No obstante, la situación económica en Venezuela ha llevado a un aumento constante en el precio del alquiler. Cada año, la mujer señala que ha enfrentado incrementos que, aunque graduales, representan una presión financiera importante para ella.
Este aumento progresivo no ha sido fácil de sobrellevar para ella, pero, a pesar de las dificultades, ha decidido no negarse a pagarlo. La escasez de opciones asequibles y la complejidad del proceso de búsqueda y mudanza han pesado más en su decisión que el impacto financiero directo.
Reconoce que su alquiler actual, aunque más alto de lo que quisiera, sigue siendo una opción más viable que buscar un nuevo hogar. La inestabilidad económica y las fluctuaciones en los precios de alquiler han convertido cualquier cambio en una apuesta arriesgada.
Mercado de alquileres
La Cámara Inmobiliaria de Venezuela estima que el 70 % de las negociaciones inmobiliarias actualmente son alquileres. Pero de esta cifra, solo el 5 % comienza el proceso de arriendo de una vivienda.
El miedo a arrendar por la inseguridad jurídica
En Caracas, los propietarios sienten temor de alquilar sus viviendas, en gran parte debido a una ley de arrendamiento congelada en el tiempo. A la normativa, que prohíbe transacciones en dólares, se le suman los trámites burocráticos obsoletos que complican la resolución rápida de conflictos.
El cálculo de cánones de arrendamiento, sin ajustes desde 2012 de acuerdo con una nota publicada anteriormente en El Diario, requiere una regulación que el Ministerio de Vivienda y Hábitat no ha actualizado en más de 10 años. Esta parálisis legal impide que al menos 2 millones de inmuebles entren al mercado, generando inseguridad jurídica.
La prohibición de transacciones en dólares, en un contexto de crecientes costos, limita a los propietarios, impidiéndoles tomar decisiones ágiles. La Superintendencia Nacional de Arrendamientos y Viviendas (Sunavi), encargada de la regulación, está estancada, dejando a los propietarios sin una normativa clara para fijar cánones justo.
Antonio Pérez, propietario de un apartamento en el este de Caracas, comparte su experiencia: “Si bien quiero contribuir al mercado de alquiler, la ley actual y los trámites burocráticos me generan un temor constante. ¿Cómo puedo proteger mi inversión en estas condiciones?”, opinó al respecto.
El costo de alquilar en Caracas va más allá de la simple cuota mensual. La disparidad entre los salarios y los precios de alquiler, junto con los trámites iniciales onerosos, crea una barrera significativa para el acceso a la vivienda para aquellos que buscan un lugar para llamar hogar en la capital venezolana o generar ingresos a partir del arriendo de un inmueble.
