- El Diario entrevistó a dos psicólogas para conocer los primeros indicios que se presentan en casos de violencia y las acciones que las víctimas deben llevar a cabo
La violencia familiar es un fenómeno social que puede afectar a cualquier miembro de la familia. Las circunstancias que la generan son diversas, desde celos en el caso de las relaciones de pareja, hasta los abusos que recibió el agresor en la infancia, por lo que es importante estar atento a los comportamientos de la persona que maltrata de forma deliberada.
“La violencia en estos casos incluye, no solo las agresiones físicas, sino también las verbales que pueden ocasionar daños emocionales como depresión y ansiedad en la persona que es objeto de esta”, explicó la psicóloga en entrevista para El Diario.
Pérez destacó que las agresiones físicas se manifiestan a través de lesiones menores que, aunque no requieren asistencia médica a veces, pueden causar un gran daño a otros niveles en la propia víctima; o lesiones graves en las que hay fracturas óseas, hematomas, hemorragias y quemaduras, las cuales, en casos extremos, pueden causar la muerte de la víctima.
Agregó que la violencia psicológica es aquella en la que la víctima no está sufriendo físicamente ningún tipo de lesión, pero sí en otros ámbitos que implican una serie de conductas como maltrato verbal, abandono, intimidación, chantaje y manipulación.
La especialista enfatizó que en este tipo de maltrato la persona es sometida a fuertes insultos, a descalificaciones que desgastan y afectan su autoestima, su autoconfianza, y puede entonces generar en la víctima comportamientos de carácter depresivo.
Violencia familiar: cómo identificar las señales
Para la especialista, una de las principales señales de violencia familiar a la que se debe estar atento es la conducta y comportamiento del posible agresor.
Pérez indicó que las señales se pueden presentar cuando el agresor siente celos hacia las amistades de la víctima o que esta salga de casa sin él. También cuando se restringe el contacto con otros miembros de la familia o amigos y se generan situaciones de humillación.
Otra señal ocurre cuando el victimario quiere tener un control total sobre la economía del hogar, administrar el dinero y determinar en qué momento y cómo se va a gastar, o cuando hay amenazas de maltratos y manipulación hacia la víctima para que esta haga cosas que no quiere.
Por su parte, la psicóloga Axelis Castillo, quien trabaja en el área de asesoramiento académico del Centro de Asesoramiento y Desarrollo Humano de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), resaltó que otras señales de violencia, especialmente en las relaciones de pareja, se generan cuando se presenta un conflicto y el agresor o la agresora ejercen la violencia verbal a través de groserías.
Explicó que en principio estas acciones podrían pasar desapercibidas porque son consideradas como un acto que se produce en un momento de molestia.
Sin embargo, aclaró que el riesgo es “caer en un ciclo de violencia” que puede ser muy peligroso para la víctima con el paso del tiempo, por lo que coincidió con Pérez en la importancia de establecer un límite, y si es posible, distanciarse del agresor, porque es probable que esa persona (que está generando esa acción violenta), pueda propiciar acciones mucho más graves.
“Después vuelve a ocurrir un momento de tensión, una agresión y viene otra vez la luna de miel. Lo importante es saber que este ciclo se va replicando, vas pasando de una fase a otra, pero en la medida que tú continúas en esa dinámica, el tiempo que pasa de una fase a otra, las agresiones se van agravando. Pueden comenzar de una forma muy sutil y terminar en un intento de homicidio”, dijo.
Castillo añadió que las personas cercanas a las víctimas pueden también detectar estas señales de agresión, sobre todo cuando hay hematomas en el cuerpo. Aclaró que estos casos son más complejos porque hay víctimas que prefieren callar la situación por la que están atravesando.
Maltrato infantil
Otra forma de violencia familiar es el maltrato infantil que se produce contra un niño, niña o adolescente.
En ese sentido, la experta en psicología de la salud y presidenta de la ONG Psicólogos de Sin Fronteras Venezuela, Siboney Pérez, aclaró que este tipo de violencia puede ser ejercida por los padres o por los cuidadores.
Asimismo, Castillo subrayó que en el caso de los niños, las señales están asociadas al comportamiento.
También se refirió a los niños que han sido abusados sexualmente. Dijo que estos se sienten incómodos ante la presencia de algunos adultos y cambian su comportamiento de repente.
“Tenían una personalidad bastante más extrovertida y de repente cambiaron su modo de ser. Eso también es una señal de alerta”, apuntó.
Factores que influyen en la agresión
La psicóloga Axelis Castillo comentó que en la mayoría de los casos las personas que son agresoras traen ese patrón de la familia, ya que se han criado bajo un contexto familiar violento.
“Lo que hacen es repetir patrones, por ejemplo, si vivieron o vieron violencia de sus padres hacia sus madres, podrían repetir estos mismos patrones luego con sus parejas. Esto no es en el 100 % de los casos, pero es lo que ocurre comúnmente”, aclaró.
Tanto Siboney Pérez como Castillo coincidieron en que la persona agresiva también puede mostrar una incapacidad para tolerar o resolver los conflictos de una forma diferente a la violencia, o pueden presentar otras situaciones como problemas económicos que lo lleven a actuar de esa forma.
Qué hacer para prevenir acciones de violencia familiar
Castillo recomendó además plantear normas de convivencia que incluya deberes, derechos, en los que queden claros los límites que cada uno tiene y las responsabilidades dentro del contexto familiar, con el objetivo de disminuir la posibilidad de conflictos.
“Una de las cosas que puede disminuir el tema de llegar a niveles de agresión es que existan estas normas de convivencia”, puntualizó.
También aconsejaron buscar ayuda dentro del círculo de amistades y acudir a ayuda profesional a través de psicólogos o centros de atención de salud cuando la persona haya notado que hay violencia en el hogar.
Ambas especialistas destacaron que la denuncia es una de las acciones que se puede llevar a cabo si alguien está siendo víctima de violencia y agresión.
Resaltaron que la Fiscalía General, la Defensoría del Pueblo, los órganos policiales, los jueces de paz, y los consejos de protección, por ejemplo, en el caso de los niños, niñas y adolescentes, son algunos de los lugares donde se pueden realizar ese tipo de denuncias.
Cómo contactar a las instituciones públicas:
-Ministerio Público: las víctimas de agresión se pueden comunicar al número 0212-509-8251 y a través del correo dgpfm@mp.gob.ve para formalizar las denuncias
-Defensoría del Pueblo: tiene a disposición el teléfono 0212-5077071 y el correo atencionddp@defensoria.gov.ve.