- En entrevista para El Diario, Vidal contó cómo ha sido su camino en el proceso de ayudar a personas con situaciones desfavorables | Fotos y video: Adrián Salazar / @adrianproducer_
Para el venezolano Egar Vidal, las redes sociales se convirtieron en un puente para ayudar a personas de Venezuela que se encuentran en situaciones precarias. Aunque su camino comenzó tratando de sacarle una sonrisa a quienes veía en la calle, con el tiempo encontró una forma de dejar una huella.
Su vida, al igual que la de muchos venezolanos, no fue fácil. En entrevista para El Diario, Vidal describe que le ha tocado estar del lado de los que necesitan y, por esa razón, al conocer cómo se siente, se sintió más inspirado a desarrollar la idea de poder brindar una mano amiga a quien esté en una situación desfavorable.
“De niño me tocó trabajar mucho, mi abuela me enseñó lo que era el trabajo. Vendía chupetas en la calle y chucherías en ferias. Creo que aprendí muchísimo y ahora valoro cada cosa que voy obteniendo gracias a eso”, contó.
“Cuando eres grande ya entiendes que a veces el mundo no está como tú quieres. Al mundo le hace falta más empatía. Siempre digo que aunque nunca vamos a poder cambiar el mundo, siempre vamos a poder sumar un poquito”, resaltó.
Sus inicios en las redes sociales
Egar Vidal nació en el estado Barinas pero se crió en el estado Zulia, específicamente en un pueblo que se llama Villa del Rosario, donde vivió toda su vida junto a su abuela, quien decidió criarlo.
“Tuve la oportunidad de vivir con ella y creo que es la que me enseñó todo lo que he podido hacer hasta ahora. Lamentablemente, mi abuela no está conmigo ahora (falleció), pero le debo todo”, aseguró.
Aunque de pequeño quería ser policía, la vida lo llevó por otro camino. Primero comenzó a estudiar Educación Deportiva, siguiendo el consejo de su abuela de tener una carrera para “ser alguien en la vida”.
Sin embargo, Egar Vidal no logró culminar los estudios porque emigró a Colombia en el año 2014 por la crisis social, política y económica que atravesó el país durante ese año. En Bogotá tuvo que trabajar en diferentes ámbitos, desde vigilante, hasta lavar carros y vender dulces en los semáforos y autobuses.

En 2020 regresó a Venezuela y comenzó a grabar videos para redes sociales durante la pandemia por el covid-19. En ese momento, incursionó en la comedia, y tras ver que ese no era el camino, empezó a hacer labor en la calle.
Una ayuda que se extendió a otros estados
Cuando comenzó a realizar la labor social, lo hizo junto al creador de contenido Manuel Conecta. Al principio, salían a las calles a sacarle una sonrisa a las personas dando un puñito por chocolate y publicaban los videos con las reacciones. El material audiovisual poco a poco fue teniendo mayor alcance.
“Desde ahí comenzamos ayudando de a poco, con bolsas de comida y otras ayudas en Villa del Rosario. Así se dio esto tan bonito que se ha creado”, precisó. Con el tiempo, empezó a trabajar solo y salir a las calles junto a un compañero en búsqueda de personas que necesitan una mano amiga.
Con el apoyo que surgió gracias a las redes sociales, Vidal pudo visitar otras ciudades como Barquisimeto, Acarigua y Barinas. Actualmente, ha logrado viajar a al menos 15 estados en toda Venezuela, donde ha podido “bendecir” a diferentes personas.
Su labor le ha permitido llegar a muchas personas, conocer sus historias y brindarle una ayuda. La mayoría de los casos los publica en su cuenta de Instagram y TikTok, en donde ya acumula más de 1,4 millones y 2,8 millones de seguidores, respectivamente.
Se viven muchas emociones
Egar Vidal detalla que ha tenido que ver situaciones fuertes, hasta conocer personas que han estado a punto de quitarse la vida. Muchos de los casos que dejan una marca en él son los relacionados con personas de la tercera edad.

Para él, ha sido difícil no llevarse consigo la carga de las historias. “Siempre vivo estresado y quizás a veces cansado porque son muchas las emociones que vives. La historia y vibra de las personas, todo lo recibes. Uno aprende a tratar de sobrellevar eso”, precisó.
“Me había llevado hasta enfermarme, porque tanta presión, los casos cuando no he podido cumplir un deseo me estresaba muchísimo. Ahora trato de controlar mis emociones y no llevar las cargas a casa”, agregó.
Usar las redes sociales para ayudar
Egar Vidal sostuvo que siempre que sale a diferentes partes del país a sorprender a las personas, obtiene más motivación con sus historias. Explicó que su trabajo es poder bendecir a través de un video.
“Cuando las redes sociales se usan para el bien, yo creo que se pueden hacer cosas bonitas”, resaltó.
En cuanto a los fondos para ayudar a las personas y cumplirles un deseo, al principio tenía que tocar muchas puertas para obtenerlos, mostrar los casos y tratar de ver quién se animaba a apoyar.
Actualmente, debido al crecimiento en redes sociales, son las marcas, empresas y personas particulares quienes lo contactan para brindar la ayuda.
“Ahora estamos tratando de llevar las ayudas a varios países que han apoyado a los venezolanos con la migración, como República Dominicana, Argentina y Colombia. Los viajes han salido más que todo por las personas que son de esos países, quienes brindan su apoyo para cumplir deseos”, contó.
Tener comida, el deseo que más se repite
Los videos que Egar Vidal sube a redes sociales se caracterizan por realizar una pregunta a las personas: Si tuviese la oportunidad de cumplirte un deseo, ¿qué pedirías? La respuesta que más se repite es la comida y esa es la principal ayuda que brinda.
En su largo recorrido, Vidal indica que otros de los deseos más comunes de las personas a quienes han apoyado es tener una cocina, nevera o lavadora, artefactos que no están a su alcance.
En el caso de los niños, precisó que el apoyo que reciben los motiva y los enseña que pueden tener una vida más bonita con estudios y trabajo.

“Gracias a Dios por cada video siempre hay padres que razonan y permiten que el niño estudie y no trabaje. Se va enseñando a la familia y los padres se esfuerzan más por sus hijos que no deben estar en la calle. Al final vamos haciendo algo bonito y rescatando al menos un niño que deje de trabajar”, aseguró.
Motivado a llevar un mensaje de ayuda
Vidal comentó que mostrar su labor social en las redes sociales nació de la idea de que un video puede ayudar a una persona a tener una casa, una nevera, una moto para trabajar o una cocina.
“El objetivo ahora mismo de poder bendecir es llevar un mensaje claro que todos podemos ayudar, pero también la meta es que la gente se motive a que hay una vida bonita que con trabajo y esfuerzo se pueda tener. La idea es enseñarles que las oportunidades se crean”, resaltó.
A pesar de algunas críticas que puede recibir en las redes sociales, que al principio lo molestaban, Vidal entendió que los comentarios negativos siempre van a estar, por lo que continúa con su labor considerando que los buenos son más.
“Hay que estar feliz y ser empáticos en la vida. En la calle muchas personas tienen problemas y a veces no lo dicen. Un hola, buenas tardes o permiso, es necesario. No vamos a cambiar el mundo, pero nos vamos a sentir bien”, puntualizó.