- De acuerdo con un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional de ese país, las medidas decretadas por el mandatario estadounidense han tenido “efecto disuasorio” | Foto principal: EFE/Luis Torres
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que mantuvo su identidad anónima, informó que el número de detenciones de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos se redujeron un 10 % tras la entrada en vigor de una serie de restricciones decretadas por el presidente Joe Biden el 4 de junio.
El funcionario agregó que el gobierno norteamericano espera que estos números se sigan reduciendo, conforme los migrantes “cambian sus planes”. A juicio del funcionario, las medidas decretadas por el mandatario estadounidense han tenido “efecto disuasorio”, es decir, han logrado frenar el flujo migratorio desde México.
Desde el 5 de junio, los ciudadanos que sean detenidos cruzando de manera irregular hacia EE UU serán considerados “no aptos” para pedir asilo, salvo en algunos casos excepcionales o que cumplan con unos estándares más estrictos para aplicar a otro tipo de protecciones.
Las restricciones, duramente criticadas por grupos en defensa de los derechos humanos, se levantarán cuando los cruces irregulares bajen a un promedio de 1.500 al día, una cifra que no se registra desde 2020.
Un grupo de organizaciones en defensa de los derechos humanos presentó el 12 de junio una demanda en contra del gobierno Biden por estas restricciones, asegurando que violan la ley estadounidense.
La demanda, encabezada por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), argumenta que la regulación es “inconsistente” con el estatuto de asilo que promulgó el Congreso, y que permite a los inmigrantes presentar solicitudes por un puerto de entrada.
De acuerdo con datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el continente americano está registrando cifras elevadas de movimiento de personas, con más de 21 millones de personas actualmente desplazadas.
La orden ejecutiva firmada por Biden
El 4 de junio, el presidente Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que restringe de manera drástica las solicitudes de asilo en la frontera con México, esta es una de sus medidas migratorias más duras en medio de la campaña para las elecciones generales del 5 de noviembre.
Esa orden permite a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no cumplan unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2.500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días, detallaron a la prensa altos funcionarios estadounidenses.
La orden entró en vigencia el mismo día en que se firmó porque ya se estaba superando la cifra de 2.500 detenciones con una media de 4.200 arrestos diarios en abril, cuando se divulgó el último balance oficial disponible.
La orden dictamina que quienes lleguen a la frontera una vez que se supere el umbral de 2.500 detenciones son sujetos a “un estándar significativamente más alto” para calificar para asilo. En concreto, los migrantes deben demostrar que existe una “posibilidad razonable” de que están en riesgo de sufrir torturas o ser perseguidos si son devueltos a su país de origen.
En ese caso, la situación variará dependiendo de su nacionalidad. Aquellos que sean mexicanos o nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela deben ser devueltos directamente a México en virtud de acuerdos previos de EE UU con las autoridades mexicanas.
Por otro lado, quienes lleguen a la frontera desde otras partes tanto dentro como fuera del continente americano, como Colombia y Ecuador, son expulsados en vuelos de deportación.
Además, se siguen procesando los casos de asilo de las personas que hayan pedido una cita a través de la aplicación móvil CBP One, que ofrece aproximadamente 1.450 citas diarias para pedir asilo.
Con información de EFE