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- Joselyn Tovar, coordinadora académica de Buena Voluntad, dijo en entrevista para El Diario que su objetivo es trabajar en la independencia del aspirante y en que sea consciente de sus habilidades
Buena Voluntad es una asociación civil que se encarga de ayudar a personas con discapacidad a prepararse para su inserción en el campo laboral en Venezuela. En el año 2023, lograron la inserción de 80 alumnos de su programa en diferentes empresas, un avance que beneficia al estudiante y a su familia.
Joselyn Tovar, coordinadora académica de Buena Voluntad, explicó en entrevista exclusiva para El Diario el proceso que deben realizar los aspirantes para ingresar a la asociación, que este 13 de agosto cumple 60 años de fundada, así como las capacitaciones que brindan.
“Primero se realiza la entrevista para saber las necesidades y expectativas del aspirante. Si estas expectativas están en consonancia con nuestro programa, se hace la evaluación ocupacional, que se llama Modelo Integral de Evaluación Ocupacional (MIEO)”, precisó.
La especialista sostuvo que el MIEO les permite saber todas las habilidades y destrezas del aspirante. Además, la evaluación les ayuda a crear un programa personalizado de capacitación, debido a que en Buena Voluntad toman en cuenta que todos los participantes tienen condiciones diferentes, aunque todos los alumnos se agrupan en un mismo salón.
“Lo ideal es que la estrategia implementada por el especialista pueda aportar un beneficio o un conocimiento a este joven-adulto”, agregó.
Empleabilidad de las personas con discapacidad
Joselyn Tovar precisó que la evaluación ocupacional examina primeramente los procesos mentales, de atención, memoria, concentración y comprensión espacial. También evalúa la motricidad gruesa, motricidad fina, los conocimientos académicos y la parte social y comunicacional.
“No hay un indicador específico para poder ingresar a Buena Voluntad, además de tener alguna discapacidad. Son empleables las personas que tengan habilidades blandas, porque nosotros acá podemos potenciar todo lo relacionado a las competencias laborales”, aseveró.
Áreas de capacitación
En cuanto a los niveles por los que pasa una persona que ingresa en el programa de Buena Voluntad, Joselyn Tovar detalló que el primer paso es la inducción, la cual permite al estudiante tener identidad personal, ocupacional y saber cómo es el proceso de capacitación.
El nivel de capacitación se divide en tres áreas: desempeño laboral, habilitación social y computación.
Para Tovar, esta área es de gran importancia debido a que permite a los postulados conocer todo lo relacionado con el proceso de trabajo, como lo son la Ley Orgánica del Trabajo,la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (Lopcymat), y el seguro social.
Cuando las personas ya se encuentran en el área de postulados, tienen todos los conocimientos previos de la capacitación, por lo que solo se afinan esos procesos para la contratación.
Manejo de la computación
Robert Lespinasse, profesor de Computación con más de 8 años en Buena Voluntad, precisó que en las capacitaciones en computación se le enseña al estudiante el uso de las redes sociales y el manejo de la ofimática.
“Cuando los participantes ingresan, se les verifica cómo están en cuanto al nivel del manejo de computadoras, si tienen equipos en sus casas y si los han utilizado. Dependiendo de eso los clasificamos para saber lo que sí les gusta o no, porque de eso puede depender el tipo de trabajo que van a tener”, explicó en entrevista para El Diario.
De acuerdo con Lespinasse, los estudiantes cuentan con el tiempo para aprender y adaptarse al uso de las computadoras, reconociendo primero el teclado y las partes del equipo, para posteriormente aprender a manejar las herramientas de Office como PowerPoint, Word y Excel.
“También evaluamos si saben manejar YouTube, WhatsApp y las redes sociales”, agregó. Para el profesor, estas competencias son importantes ya que son requisitos que piden las empresas para aplicar a un puesto de trabajo.
Lespinasse indicó que el área de computación se mantiene actualizada para que los estudiantes conozcan las herramientas digitales que se usan en diversos empleos. Próximamente contarán en su programa con capacitación en inteligencia artificial (IA).
En casi una década de trabajo,el profesor se ha percatado de que actualmente las personas con discapacidad que llegan a Buena Voluntad tienen conocimientos básicos en redes sociales y que a pesar de que algunos no saben leer o escribir, se manejan con las figuras y los íconos para mandar mensajes de voz.
Empleos de acuerdo a las capacidades del participante
Robert Lespinasse puntualizó que en Buena Voluntad capacitan a los participantes para afinar sus habilidades, y que los empleos a los que pueden postular dependen directamente de sus capacidades.
“Nosotros vemos qué condiciones y hasta dónde puede llegar exactamente el estudiante. Por ejemplo, hay personas con discapacidad que no saben leer y escribir, y consiguen trabajos para cargar cajas o para arreglar stocks, mientras que aquellos que tienen facilidad para hablar consiguen empleos de atención al cliente”, detalló.
El profesor precisó que esas características se evalúan durante todo el proceso de capacitación.
Duración de la capacitación
Joselyn Tovar destacó que el programa de capacitación de Buena Voluntad tiene una duración aproximada de seis meses. Sin embargo, contó que han tenido jóvenes que han comenzado a trabajar en solo dos meses o que llevaron a cabo su proceso de inserción laboral en solo dos meses.
“Esas personas vienen de otros procesos o con valores agregados, porque han trabajado o son profesionales y se les hace más sencillo. Nuestro programa está centrado en personas, es decir, que cada quien tiene un ritmo de aprendizaje y aquí se le respeta”, señaló.
En cuanto a las personas con discapacidad que duran seis meses en capacitarse, Tovar comentó que han evaluado que el progreso en la capacitación, si es lento o no, viene dado de las rutinas en casa.
“Nosotros trabajamos la independencia y que ellos se empoderen”
Joselyn Tovar contó que en muchas ocasiones el familiar viene con una percepción de que la persona con discapacidad no puede y que debe protegerla, pero cuando asisten a Buena Voluntad se dan cuenta que tiene muchas habilidades.
En este sentido, resaltó la importancia del entrenamiento familiar para que vayan creyendo en sus hijos, algo que impacta en su autoestima.
“Hay jóvenes que vienen con los padres la primera semana agarrados de la mano, y ya la segunda semana vienen solos. Nosotros trabajamos la independencia y que ellos se empoderen de todas sus habilidades”, puntualizó.
Tovar indicó que todas las empresas que han contratado a personas con discapacidad que se capacitaron en Buena Voluntad indican que son empleados que se han convertido en referencias para otros trabajadores que no tienen ninguna condición, debido a que son responsables y cumplen con su trabajo.
Los especialistas señalaron que para todo el equipo de Buena Voluntad la satisfacción más grande es lograr un cambio en la vida del joven o adulto con discapacidad, por lo que tienen como meta que su programa de capacitación permita la inserción de 160 personas al campo laboral en 2024.
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