- En el lugar donde ocurrió la peor tragedia de Estados Unidos se han construído varias obras en homenaje a las víctimas
El 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos sufrió el mayor ataque terrorista de su historia que provocó la muerte de más de 3.000 personas y dejó 6.000 heridos. Ese día, dos aviones secuestrados impactaron contra las Torres Gemelas en Nueva York y otro contra el Pentágono, mientras que una cuarta aeronave se estrelló en Shanksville, Pensilvania.
23 años después del atentado, este hecho aún sigue siendo un tema que despierta dudas e interés entre la sociedad, especialmente sobre qué sucedió exactamente ese día y cómo era el complejo de edificios conocido como World Trade Center antes de la tragedia.
Las Torres Gemelas fueron diseñadas por Minoru Yamasaki y se comenzaron a construir el 5 de agosto de 1966. Su ubicación era privilegiada debido a que estaban ubicadas en el corazón del Distrito Financiero de Manhattan.
Las estructuras tenían 110 pisos y entre 415 y 417 metros de altura. Expertos urbanistas creen que las dos torres cambiaron por completo el horizonte de la ciudad de Nueva York y ganaron el reconocimiento de ser el cuarto complejo más alto del mundo.
Dentro del World Trade Center, se concentraban 500 compañías con más de 500 mil empleados y 150 mil visitantes al día. Además, ambas edificaciones eran sede de una estación de metro subterránea, así como de un centro comercial bajo tierra, el más grande de la ciudad.
En el interior de las torres también se encontraban varios negocios y restaurantes, además de que la Torre Sur poseía el observatorio del World Trade Center, la cual era un área pública ubicada entre los pisos 107 y 110 que permitía a los visitantes observar la ciudad.
De igual manera, las torres tenían el restaurante más famoso llamado Ventanas del mundo (Windows of the World, por su traducción del inglés), el cual abrió en 1976 y constantemente recibía la visita de cientos de personas.
Así luce el lugar donde estuvieron las Torres Gemelas
La Zona Cero es el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas. Actualmente, se ha convertido en un espacio de conmemoración que incluye varios monumentos dedicados a rendir homenaje a las víctimas del atentado.
En el lugar exacto donde se alzaban las torres, se construyeron dos fuentes que descienden que representan el vacío dejado por el ataque. El “9/11 Memorial” tiene placas con los nombres grabados de las víctimas. Fueron inauguradas en 2011, coincidiendo con el décimo aniversario de los atentados.
Junto a las fuentes, se encuentra el museo, donde se exhiben fotografías, objetos recuperados de los escombros y partes del complejo original.
Sobre el museo del 11-S de Nueva York
El lugar alberga más de 70 mil objetos relatan las historias de las víctimas, los rescatistas y los sobrevivientes. Estos objetos varían en tamaño, desde un pequeño anillo de zafiro y diamantes hasta un camión de bomberos parcialmente aplastado.
Las autoridades estadounidenses permitieron la construcción del One World Trade Center, anteriormente conocido como Torre de la Libertad y que se erigió donde estaban las Torres Gemelas. Este edificio, que se convirtió en el núcleo del nuevo complejo del WTC, fue inaugurado en 2014. Actualmente, es considerado el rascacielos más alto del hemisferio occidental y el séptimo más alto en todo el mundo.
Por otra parte, en 2016 se inauguró Oculus Station, una estación de metro ubicada a pocos metros del Museo Memorial. Esta estación conecta 11 líneas de metro y ofrece acceso subterráneo a las principales torres del WTC. Además, cuenta con un centro comercial y una variada oferta de restaurantes.
Los familiares de las víctimas también realizan cada año el tributo de luz, un acto en el que se encienden dos grandes líneas de luz, formadas por 88 focos de 7.000 vatios cada uno, y que son ubicadas en el lugar de las Torres Gemelas.
El objetivo del homenaje es proyectar dos poderosos haces de luz que representan a las Torres Gemelas y que iluminan el cielo durante toda la noche. Esta iniciativa comenzó en 2002, un año después de los ataques, y desde entonces se ha convertido en un símbolo de memoria y esperanza. Cada 11 de septiembre, los haces de luz son visibles desde varios kilómetros de distancia, y sirven como un recordatorio del impacto de la tragedia.