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  • Las enfermedades del corazón se pueden prevenir desde edades muy cortas y mantenerse con buenos hábitos en distintas etapas de la vida

*Este reportaje de El Diario se publicó originalmente el 29 de septiembre de 2023

Las enfermedades cardiovasculares se posicionan como la primera causa de muerte en el mundo. Si bien hay patologías genéticas y hereditarias, muchas de estas afecciones son prevenibles con un estilo de vida saludable y un buen manejo de la información.

Los factores de riesgo más importantes en enfermedades cardiovasculares son, en su mayoría, evitables. Entre estos destacan la hipertensión arterial, el tabaquismo, la obesidad y el consumo de drogas. 

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El cardiólogo Igor Morr, miembro de la Sociedad Venezolana de Cardiología y de la Sociedad Iberoamericana de Telemedicina, explicó que los gremios médicos y las instituciones de salud hacen esfuerzos por promover campañas de prevención en estos temas. Sin embargo, considera que aún falta un mayor empeño por parte de los Estados y la población en general para reducir la incidencia de estas enfermedades y sus factores de riesgo.  

Llevamos 23 años celebrando el Día Mundial del Corazón cada 29 de septiembre y es por eso que se aprovecha todo el mes de septiembre para hacer actividades de prevención, en la calle, seminarios, conferencias y jornadas de detección precoz, pero aún es un problema que afecta a un gran porcentaje de la población y que debe abordarse continuamente”, dijo Morr en entrevista para El Diario.

El principal factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares

Morr detalló que la hipertensión arterial es la principal causa de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, comentó que está asociada con una mayor morbilidad mortalidad tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. 

Se considera hipertensión cuando la presión arterial supera los 140/90 milímetros de mercurio (mmHg). Si estos niveles se mantienen elevados de forma constante, se puede decir que la hipertensión es crónica y si supera los 180/120 mmHg se trata de una hipertensión grave. 

Enfermedades cardiovasculares: los principales factores de riesgo y qué hacer para prevenirlas

El especialista indicó que la hipertensión no es difícil de diagnosticar y en la actualidad se tiene un amplio acceso a los medicamentos. No obstante, alertó que muchas personas viven con hipertensión pero sin diagnóstico o con un diagnóstico inadecuado. La presión arterial de un paciente hipertenso se puede descontrolar si no toma los medicamentos adecuadamente, ya sea debido al precio, la falta de información o por elección personal.

Hemos hecho estudios nacionales e internacionales y se ha encontrado que un alto porcentaje de la población, incluyendo a personal de salud, que no sabe tomar la tensión, lo que puede llevar a un diagnóstico errado. Se estima que casi 50 % de los hipertensos desconocen que tienen la enfermedad y de los que saben que son hipertensos solo el 30 % recibe tratamiento”, detalló.

Aclaró que tanto los no diagnosticados como aquellos que no cumplen con el tratamiento y el control son quienes presentan mayor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. 

“Es importantísimo el seguimiento, porque a los hipertensos se les indica tratamiento y luego le dan cita para dentro de un año. Eso es mucho tiempo entre consultas, entonces hay que buscar un sistema distinto en cuanto al seguimiento de la enfermedad”, comentó.

El médico usó el ejemplo de las grandes cadenas de farmacias en Venezuela que ofrecen programas de control de la presión arterial. Alegó que actualmente se consiguen programas similares en redes sociales y que hay países que promueven la toma de tensión en espacios como barberías. Añadió que estas iniciativas deben replicarse en todos los entornos posibles para que el acceso a ese servicio no sea una excusa. 

Indicó además que el tratamiento para la hipertensión no es universal, por lo que es posible que un paciente diagnosticado tenga que modificar cada cierto tiempo los fármacos que toma. 

Otros factores de riesgo evitables

El segundo gran factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares es el tabaquismo. Morr señaló que los esfuerzos de las sociedades médicas en torno a la prevención del tabaquismo son similares a los de la hipertensión: constantes, pero con poca incidencia en la población. 

“A pesar de todos los esfuerzos y la publicidad que se hace al respecto, el tabaquismo sigue siendo un problema de salud pública. Esto produce daño arterial que puede afectar cualquier órgano como corazón, cerebro o riñones”, expresó el cardiólogo.

Sugirió que la poca efectividad que tienen las medidas de prevención sobre el tabaquismo se deben a que las personas no reconocen este problema como una enfermedad que necesita tratamiento, a pesar de que la OMS la define como una patología adictiva y crónica que evoluciona con recaídas.

Enfermedades cardiovasculares: los principales factores de riesgo y qué hacer para prevenirlas
Foto referencial: Pixabay

“Existe tratamiento para combatir la adicción, pero  lamentablemente no es algo a lo que haya mucho acceso. En los países donde la Seguridad Social cubre el tratamiento de las personas que fuman ha habido buenos resultados”, indicó.

El especialista señaló que otro factor de riesgo común son las enfermedades metabólicas relacionadas con niveles anormales de colesterol y triglicéridos. Agregó que en este caso se ha evidenciado una mejoría en la toma de conciencia de los ciudadanos con cambios de hábitos alimenticios.

Hay casos que son genéticos como la dislipidemia familiar, esta no se puede prevenir porque es genética, pero puede detectarse a tiempo con controles del colesterol. Antes se creía que era un grupo muy pequeño el que sufría de esta condición, pero con el tiempo se ha descubierto que pueden ser núcleos familiares grandes y que estas dislipidemias son las causantes de muchos infartos incluso en pacientes de entre 30 y 40 años de edad”, explicó.

Diabetes, enfermedades congénitas e infecciones

La diabetes es una enfermedad que también está estrechamente ligada a las de carácter cardiovascular. El especialista alegó que este es un trastorno metabólico que viene en escaneos y que también se relaciona a malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y la obesidad.

Morr agregó que este es un problema que debe prevenirse desde la infancia, por los casos de obesidad infantil pueden evolucionar a diagnósticos de diabetes. 

La pandemia de covid-19 se ligó con la falta de actividad física por el uso de computadoras y celulares. Si vemos las opciones de alimentos escolares, vemos refrescos, cosas fritas y galletas dulces y ya esas combinaciones son parte de los causantes de los desórdenes metabólicos en los niños”, aclaró.

Morr señaló que hay problemas genéticos como la hipertensión secundaria, que afecta a las arterias y provoca daño en riñones o incluso infarto al miocardio. Agregó que otros problemas de salud que afectan el corazón como las enfermedades infecciosas. 

“La pandemia de covid-19 dejó un gran número de muertos por infartos y falla cardiaca, pero esto también ocurre con enfermedades tropicales como el dengue, el zika, el chikungunya y la enfermedad de chagas. Nosotros en la sociedad Iberoamericana del Corazón hemos publicado estudios sobre cómo el sistema cardiovascular se ve afectado por estas infecciones”, dijo.

Enfermedades cardiovasculares: los principales factores de riesgo y qué hacer para prevenirlas
Foto referencial: Pixabay

El especialista advirtió que estas enfermedades infecciosas se propagan aún más en contextos de pobreza, donde se dificulta la vacunación y las fumigaciones para prevenir la reproducción de los insectos. Asimismo, dijo que las migraciones masivas y el calentamiento global son dos factores que aumentan propagación de estas enfermedades. 

Medidas preventivas 

El especialista señaló que la OMS tiene la expectativa de poder reducir en 25 % las enfermedades cardiovasculares para el año 2030, lo que significaría también una reducción de 25 % en las muertes por estas patologías. 

Morr explicó que si bien estos objetivos van orientados hacia las políticas públicas, es necesario que la población actúe por su cuenta en adoptar medidas de prevención. 

“La prevención primordial empieza desde la gestación en la salud de la madre embarazada y el bebé. Si en esos meses de embarazo la madre ingiere bebidas alcohólicas o fuma el bebé podría venir ya con complicaciones cardiovasculares, sin necesidad porque son completamente prevenible cambiando esos hábitos”, dijo.

Indicó que es importante el control obstétrico en las mujeres embarazadas para descartar posibles enfermedades congénitas o complicaciones durante el parto que puedan afectar los órganos del bebé.

Enfermedades cardiovasculares: los principales factores de riesgo y qué hacer para prevenirlas
Foto referencial: Pixabay

Luego del nacimiento, el bebé debe cumplir con su periodo de lactancia y luego iniciarse en la alimentación complementaria. Los pediatras recomiendan que este proceso se dé a los 6 meses de edad. 

Los padres y las familias deben enseñar y promover una alimentación saludable, variada y el ejercicio al aire libre. Especialmente cuando ya entran en la etapa preescolar para prevenir problemas de obesidad y diabetes infantil”, sugirió.

Recomendó que los alimentos que se vayan a comer en la escuela sean preparados desde casa o en comedores, porque aquellos que se adquieren en cantinas escolares pueden tener exceso de harinas, grasas, sal o azúcar. 

Enfermedades cardiovasculares: los principales factores de riesgo y qué hacer para prevenirlas
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Agregó que en los colegios también se deben emplear campañas para informar sobre las consecuencias del tabaquismo y del uso de drogas en los niños. Comentó que en algunos estados de Venezuela está normalizado que los niños y adolescentes mastiquen chimó (pasta de tabaco), lo que a largo plazo puede provocar enfermedades cardiovasculares. 

“Hemos encontrado que en el país hay niños que desde los siete años mastican chimó y encontramos que comienzan a hacer hipertensión a cortas edades. En el caso de las drogas, lógicamente la víctima más importante es el adolescente y a ellos debe estar dirigida la campaña de prevención”, aseguró.

Llevar la prevención a todos los ámbitos posibles 

El cardiólogo Igor Morr explicó que tanto la información sobre enfermedades cardiovasculares como espacios para hacer control de presión arterial deben estar disponibles en todos los ámbitos posibles. Alegó que se debe poner especial atención en sitios como universidades y oficinas para que los adultos jóvenes también tomen conciencia sobre su salud. 

“En países más desarrollados es habitual que se destine un espacio y un momento dentro de las horas laborales para hacer actividad física y también cocinas industriales basadas en menús saludables”, añadió.

Con respecto al ejercicio, el especialista comentó que para mantener una buena salud cardiovascular se recomienda hacer alrededor de 150 minutos de ejercicio aeróbico a la semana (30 minutos diarios) y complementarlos con ejercicios anaeróbicos con levantamiento de pesas livianas.  Otro promedio de actividad física suficiente es caminar un mínimo de 10 mil pasos diarios.

No hace falta estar en un gimnasio, tener ropa especial ni un aparato especial, lo importante es hacer actividades que puedan mover todos los grupos musculares para mantener un tono muscular adecuado, eso brinda el beneficio de una buena salud cardiovascular”, expresó.
Enfermedades cardiovasculares: los principales factores de riesgo y qué hacer para prevenirlas
Foto referencial: Pixabay

El especialista indicó que la prevención de enfermedades cardiovasculares también va de la mano con cumplir con las pautas de inmunización. Señaló que varias de las enfermedades prevenibles con vacunas provocan fallas o ataques al corazón. 

“El corazón también se enferma por infecciones y las vacunas son muy importantes en la prevención de esas infecciones. Para que haya una buena vacunación tiene que haber acuerdos políticos, sociales y educativos que se tienen que cumplir”, dijo.

En ese objetivo de prevenir infecciones, el cardiólogo comentó que también se debe garantizar el acceso al agua potable y a servicios de atención médica primaria. Reiteró que la lucha contra las enfermedades cardiovasculares es un trabajo en conjunto que debe abordarse desde todos los niveles de la sociedad. 

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