- El encargado de una zapatería en Caracas, quien pidió no ser identificado, calcula el dólar a 40 bolívares debido a que, según explicó a la agencia EFE, los proveedores le cobran la mercancía a una tasa de “43 o 44 bolívares, depende de cómo esté” la cotización en el mercado paralelo. Foto principal: EFE
El aumento de la brecha entre el precio oficial del dólar y el paralelo en Venezuela hace resurgir un problema que el país había superado tras meses de estabilidad cambiaria: el uso de distintas tasas, incluso en comercios formales, pese a que están obligados a trabajar con la cotización publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Un dólar se cambia en el mercado paralelo por 44 bolívares, unos 7 bolívares por encima del oficial, en 36,9, la tasa que el comercio, por órdenes del Ejecutivo, debe usar como referencia para calcular pagos de bienes y servicios. Estos mayoritariamente fijados en la divisa estadounidense, adoptada como consecuencia de la hiperinflación que vivió el país durante cuatro años, hasta 2021.
En agosto, la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) activó el “Plan Nacional de Verificación del Cumplimiento de la Tasa” del BCV, para lo que mantiene su “fuerza fiscalizadora”, según informa en su cuenta de Instagram, donde ciudadanos denuncian el uso de cotizaciones que superan la oficial, que ronda los 36 bolívares desde enero.
Una divisa, “distintos precios”
Pese a la norma, varias tiendas de una zona comercial de Caracas -que no tienen a la vista el obligatorio cartel con la tasa fijada por el BCV- aplican el tipo de cambio entre 37 y 40 bolívares, mientras que vendedores informales llegan a 42, según constató la agencia EFE en el sector.
El encargado de una zapatería, quien pidió no ser identificado, calcula el dólar a 40 bolívares debido a que, según explicó a EFE, los proveedores le cobran la mercancía a una tasa de “43 o 44 bolívares, depende de cómo esté” la cotización en el mercado paralelo.
“A los grandes mayoristas tienes que pagarles en paralelo para que te den mercancía”, aseguró el comerciante, quien dice calcular la divisa a un precio que esté “en el medio” de la tasa oficial y la paralela más alta para “poder vender” porque, de lo contrario, “nadie te compra”.
En cambio, 40 bolívares “sigue siendo un precio bueno”, agregó el regente del comercio, donde los precios de los zapatos están fijados en dólares.
Sin embargo, para Ana Rosa Blanco, una ama de casa de 55 años, esto “no debería” pasar y todos los comercios “tienen que cobrar a como está” reflejado en la página del organismo emisor.
“Fui a comprar y me lo estaban cobrando en 43 bolívares, otros en 40, otros cobran en 36, a como está la tasa del Banco (Central) de Venezuela. No me parece bien”, dijo a EFE la mujer respecto al uso de “distintos precios” de la divisa, no solo en “buhoneros” (vendedores no regularizados), sino también en “locales (del sector) formal”.
José, un comerciante de 70 años, dijo a EFE que “hay gente que no le gusta tener” el precio oficial porque “es muy bajo” y “hay mucha diferencia” con el paralelo.
“Esa es la razón, pero hay gente, como nosotros, que acatamos lo que el gobierno nos manda”, dijo el encargado de la tienda, donde, sin embargo, tenían el tipo de cambio en 38 bolívares por dólar, es decir, un poco más de un bolívar por encima de la tasa del BCV.
El uso de distintas tasas a escondidas
Fuera de la capital, en varias regiones del país, también hay comercios que usan tasas distintas, siendo 38 bolívares una de las más conservadoras, mientras que otros calculan el dólar a 40, como sucede en establecimientos del estado Trujillo.
En estos comercios, así como en varios de Maracaibo, capital del estado Zulia, esas tasas paralelas no están reflejadas de manera pública, como sí se hace con la del BCV cuando se aplica. En su lugar, se indican de forma oral cuando lo pregunta un cliente, sin que quede registro de la irregularidad.
En Maracaibo, diversos locales calculan la moneda norteamericana en 42 o 43 bolívares, según constató EFE.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) hizo recientemente un llamado a los consumidores a exigir “el cumplimiento de la normativa” sobre “las transacciones en divisas” y subrayó la importancia de mantener a “la vista el indicador” del BCV para “garantizar la transparencia”.
La tasa oficial pierde terreno
Hacer las compras se ha convertido en una tarea complicada en varios negocios de Venezuela. En Caracas, algunos locales ofrecen descuentos especiales a los clientes que paguen con dólares en efectivo, mientras en otros, los precios resultan más caros de su valor marcado cuando se intenta pagar en bolívares.
Tras meses de relativa estabilidad cambiaria, se ha registrado un aumento paulatino en la tasa del dólar paralelo, mientras la tasa oficial fijada por el BCV se mantiene casi estática. Esta brecha, cada vez más grande, ha llevado a los comerciantes a preferir nuevamente las divisas sobre la moneda nacional para amortiguar las pérdidas.
Para el economista Henkel García, una brecha de entre 5 % y 10 % entre las tasas de cambio ya genera bastante ruido en los mercados, por lo que el hecho de que actualmente haya rozado el 20 % le parece preocupante.
“El gobierno ha estado renuente a ajustar el tipo de cambio oficial para que vaya par a par con ese aumento del paralelo. Entonces, lo que ves es una brecha inmensa y preocupante que empieza a causar problemas en el funcionamiento de las empresas”, advirtió en entrevista para El Diario.
La mayoría de los economistas coinciden en la razón por la que la tasa no oficial ha incrementado en los últimos días. Aunque existen diversos factores, el principal es que hay más personas y agentes económicos acudiendo a los mercados paralelos, pues los mecanismos legales de asignación de divisas ya no dan abasto para cubrir la demanda.
El economista Luis Oliveros Bertrand indicó en entrevista para El Diario que el motivo es porque la demanda de divisas obedece a diferentes inquietudes del mercado como las elecciones presidenciales del 28 de julio. Agregó que si bien este fenómeno no ocurre siempre, es bastante normal que haya aumentos cerca de procesos electorales, y sobre todo tras la incertidumbre que provocó en el país los resultados cuestionados por la oposición y la comunidad internacional.
“El gobierno mantiene un anclaje férreo de esta tasa de cambio a través de liquidación masiva de divisas y eso hace que al final el ajuste real de esta tasa esté rezagado, cuando decimos rezagado es que la tasa no se está moviendo en función de cómo se mueven los precios de la inflación en Venezuela. Ese rezago obviamente abre la brecha entre la tasa oficial y la tasa paralela y genera pues serias distorsiones en la economía”, declaró el director de la firma de consultoría Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, para El Diario.
Con información de EFE.