- La oferta insuficiente de divisas por parte del BCV se siente en las mesas de cambio de la banca, lo que ha llevado a muchos empresarios a recurrir al mercado paralelo. El economista Andrés Guevara explicó para El Diario la relación de este fenómeno con la brecha cambiaria y un posiblemente agotamiento del sistema de intervenciones cambiarias
Los mercados venezolanos enfrentan nuevas complicaciones debido a la caída en la oferta de divisas por parte del Banco Central de Venezuela (BCV). Las dificultades para conseguir dólares a la tasa de cambio oficial se han incrementado en los últimos meses, lo que ha llevado a cada vez más personas a recurrir al denominado dólar paralelo.
Durante al menos dos años el gobierno de Nicolás Maduro logró cierta paridad entre ambas tasas, lo que sumado a medidas como las sanciones a comercios que anclaran sus precios al paralelo, llevó a que la tasa BCV fuera de uso predominante en el día a día. Sin embargo, en los últimos meses está situación se fue complicando en la medida que se evidenció cada vez menos capacidad del Estado para seguir inyectando dinero a la banca y mantener la estabilidad de la moneda.
Ahora, con el inicio de la temporada navideña, muchos usuarios manifiestan dificultades para comprar divisas por menudeo a través de la banca. A pesar de que el límite de retiro puede alcanzar hasta los 500 dólares diarios en algunas entidades, en la práctica están sujetos a la disponibilidad de la agencia en sus reservas. En entrevista para El Diario, el consultor financiero Andrés Guevara indicó que actualmente las empresas y personas apenas reciben de la banca el 5 % o 10 % de las divisas que solicitan, lo que les empuja a buscar el resto por medios informales.
“Si tú te vas a la opción de comprar divisas dentro de cualquiera de estas aplicaciones que tienen los bancos en sus portales, te das cuenta que puedes comprar muy poquito, cantidades que son muy marginales, o no puedes comprar nada y al final del día tienes una limitación importante operativa. Desde el punto de vista empresarial eso trae consecuencias”, declaró.
¿Cómo se abastecen los bancos de dólares?
Previamente, El Diario publicó un análisis en el que se abordaron las posibles causas de la brecha entre la tasa oficial y la tasa paralela. Por un lado, en los últimos meses aumentó la demanda de divisas en los mercados debido a factores como la incertidumbre electoral o las reposiciones de mercancía previas a la temporada navideña. Esto se sumó a un déficit por parte del BCV y la banca para cubrir estas exigencias con su oferta actual.
Para abastecer al mercado y mantener estable el valor del dólar oficial, el BCV inyecta mensualmente divisas a la banca a través de intervenciones cambiarias. Es decir, que los bancos dependen de las asignaciones que el organismo estatal haga para tener liquidez y a su vez poder vender esas divisas a particulares en las mesas de cambio u operaciones de menudeo. Si bien las casas de cambio también participan y siguen operativas, Guevara comentó que su papel en el mercado es bastante marginal.
Explicó que las cantidades asignadas a cada banco dependen de múltiples factores, como el tamaño de su cartera o de sus depósitos. “Parece que hay un incentivo a los bancos a que cuanto mayor cantidad de bolívares capten, van a tener una asignación que sea más significativa. Pero al mismo tiempo, y no deja de ser menos cierto, esto sigue siendo un proceso relativamente discrecional por parte del Banco Central, con lo cual pareciera que la mayor tajada del mercado se la llevan algunos pocos actores”, afirmó.
No obstante, opinó que en la actualidad el sistema bancario venezolano está saturado de más instituciones de las que se puede permitir el tamaño de su economía. De acuerdo con la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), existen 25 entidades de este tipo en el país, de las cuales 65,27 % pertenece al Estado. Guevara sugiere que varios de estos bancos deberían fusionarse o reorientar su actividad económica para adaptarse a las necesidades reales del mercado.
Inyecciones cambiarias
De acuerdo con el portal Banca y Negocios, en lo que va del año 2024 se han hecho 59 intervenciones cambiarias en las que el BCV ha inyectado al mercado más de $4,4 millardos. Esto es un 16,87 % más de la cantidad vendida en el mismo lapso de 2023. La necesidad de inyectar cada vez más dinero para cubrir la demanda alcanzó su récord en julio de 2024, cuando se despacharon $995 millones emitidos en 11 ventas en plena campaña electoral.
A partir de agosto el monto de las intervenciones cayó un 50 %, con $489 millones y solo seis ventas. Es en este punto cuando se comenzó a profundizar la brecha entre la tasa oficial y la paralela, con una diferencia de hasta 20 %. Tanto septiembre como octubre contaron con cinco intervenciones respectivamente, lo que evidenció un cambio de dinámica, con menos jornadas y cifras cada vez más reducidas.
En total, se inyectaron al mercado $480 millones en octubre y la más reciente intervención realizada el 5 de noviembre emitió $90 millones. En estas últimas jornadas el BCV aprovechó para ajustar las distorsiones en la tasa oficial, fijando su valor en esta última venta en 42,86 bolívares por dólar. Esto representó una devaluación del 13,5 %, la más alta registrada en todo el año.
Sistema agotado
Para el director de Omnis Business Partners, que el BCV decidiera incrementar la tasa oficial busca revertir la percepción generalizada entre los actores económicos de que el gobierno perdió la capacidad de estabilizar el mercado cambiario. “Hay un reconocimiento expreso de que hay un problema con el sistema y que en la manera como lo venían llevando hasta ahora ha empezado a darse un agotamiento”, dijo.
Agregó que existe un consenso entre economistas y miembros del sector financiero de que la tasa manejada por el BCV no es la apropiada para la situación del país, a pesar de su aumento. Esto se ve reflejado en que la brecha sigue siendo bastante notable, con un dólar paralelo fijado en Bs. 52,41.
Sobre este punto, Guevara acotó que la decisión más lógica es permitir una devaluación de la moneda para mantener el equilibrio en la dualidad cambiaria, es decir, la circulación de dólares y bolívares por igual en el mercado. Sin embargo, también indicó que el gobierno debería profundizar el proceso de dolarización que actualmente se desarrolla de facto, y que por años se ha negado a formalizar.
“Realmente creo que se debería profundizar en la dolarización financiera y que ese proceso al final del día siga su curso. Hay varias barreras de tipo ideológico, también hay algunas barreras regulatorias, que tienen que tomarse en consideración. Los actores del mercado definitivamente, a la hora de la chiquita, prefieren los dólares a los bolívares y esa es una realidad que no se puede tapar con un dedo”, resaltó.
Escasez de billetes
Además de las dificultades para obtener divisas en los portales de menudeo, otro fenómeno que se ha sentido en la calle las últimas semanas es la escasez de dólares en efectivo. Especialmente en billetes de baja denominación, lo que ha complicado las operaciones de varios comercios al momento de entregar vuelto.
Guevara, quien también es abogado y periodista, precisó que la naturaleza informal en la que ingresan las divisas al mercado venezolano hace que su circulación también sea irregular. Recordó que los dólares que se manejan en la calle no vienen directamente del BCV ni de la Reserva Federal de Estados Unidos, sino de los mismos agentes económicos a través de la frontera, por lo que no existen políticas de emisión en función de las necesidades de la política monetaria de turno.
Teorizó que la repentina falta de dólares en efectivo obedece a la misma demanda que existe en este momento. En busca de captar divisas y evitar las pérdidas por la brecha cambiaria, muchos comercios ofrecen incentivos que vuelven atractivos los pagos en dólares. Esta utilidad hace a su vez que aumente la rotación de billetes, la cual reitera, está limitada a las cantidades que el propio sector privado pone en circulación.
“Este es un tema que se tiene que ver a doble vía. Sin duda vas a tener el incentivo de vender tus dólares y pagar en bolívares porque vas a tener un diferencial cambiario que te va a favorecer. Pero al mismo tiempo también existen descuentos y operaciones que si las pagas directamente en divisas, van a ser mejor vistas por el mercado. Entonces, en la medida que vayas pagando eso en efectivo, pues lógicamente va a ser mejor”, aportó.
Usar bolívares
Ante la escasez de dólares, precisamente una de las alternativas a las que recurren los compradores es al uso de bolívares. Especialmente por los beneficios de vender dólares a tasa paralela para luego comprar en comercios a tasa BCV. Guevara señaló que si bien los bolívares siguen siendo un mecanismo de pagos viable, pero con el aumento de la demanda, las autoridades deben controlar la impresión de dinero para evitar la inflación.
Otro factor que influye es la poca confianza en el bolívar como moneda estable. Esto hace que su demanda sea solo a corto plazo, para gastos inmediatos. Aseveró que pocos agentes económicos guardan sus ahorros en bolívares debido a su historial de devaluaciones. “Como instrumento de pago y transaccionalidad es una papa caliente de la cual la gente se quiere liberar, porque hay una percepción de inestabilidad en el sistema y en la moneda”, justificó.
De igual forma, existen dos sectores perjudicados por las distorsiones cambiarias. El primero son los empleados que directamente reciben sus sueldos en bolívares y cuyo poder adquisitivo resulta afectado por estas variaciones. El segundo son los empresarios y comerciantes que por ley están obligados a vender a tasa oficial, pero luego deben reponer mercancía en divisas que solo pueden obtener del mercado paralelo, por lo que generan pérdidas.
“A las empresas les afecta el ciclo operativo porque precisamente no pueden tener su gestión de tesorería o de inventarios tal y como lo tenían previsto, porque básicamente el dinero que utilizan para poder hacer su actividad económica no se está dando con la disponibilidad que se tenía prevista”, observó.