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- El medicamento se ha popularizado principalmente por el efecto que tiene para controlar la obesidad en los pacientes que se lo administran | Foto: EFE
En los últimos años se ha popularizado en el mundo el uso del compuesto semaglutida, mayormente conocido por su nombre comercial Ozempic, en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y para el control de la obesidad.
Este medicamento producido por el laboratorio Novo Nordisk desde el año 2012 tiene un mecanismo de acción que induce la secreción de insulina en el páncreas. Marilin Cordero, directora del posgrado de Endocrinología y Enfermedades Metabólicas del Hospital Vargas de Caracas, explicó que el fármaco tiene otras funciones como el retraso de vaciamiento gástrico, la inhibición de la producción de glucagón y disminución de apoptosis de las células beta pancreáticas.
Beneficios del uso del Ozempic en el tratamiento para la diabetes
La también jefa del servicio de endocrinología del Hospital Vargas, explicó que los pacientes que usan este tratamiento presentan efectos en el sistema circulatorio permitiendo la reducción de la presión arterial, de la concentración de colesterol total y de los riesgos cardiovasculares.
A diferencia de otros tratamientos para la diabetes como la insulina o la metformina, la semaglutida disminuye la secreción de la insulina en los periodos de hipoglucemia del paciente (azúcar baja en la sangre). Cordero agregó que esto tampoco afecta la secreción de glucagón, una hormona producida por el páncreas para elevar los niveles de glucosa en sangre.
“Esto lo convierte en una opción más segura para muchos pacientes, especialmente aquellos con hipoglucemias frecuentes”, agregó la especialista.
La endocrinóloga aseguró que para tener mayores beneficios, el paciente con este tratamiento debe hacer cambios en su alimentación y realizar una actividad física. Esto garantiza casi por completo el control metabólico y la pérdida de peso.
Posibles riesgo y efectos secundarios
Antes de comenzar el tratamiento con Ozempic, un especialista debe evaluar que el paciente sea el mejor candidato para ese tipo de terapia. Lo más recomendable es que el tratamiento sea indicado por un endocrinólogo o por un internista.
“Está contraindicado en pacientes con antecedentes de alergia a cualquier agonista de los receptores de GLP-1, mujeres embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, en niños menores de 12 años y en adolescentes o adultos con diabetes mellitus de tipo 1”, indicó Cordero.
También está contraindicado para las personas con enfermedades como gastroparesia (que dificulta la capacidad de vaciar el estómago), insuficiencia renal o enfermedad inflamatoria intestinal.
Si se aprueba el tratamiento al descartar estas condiciones, el paciente podría estar expuesto a algunos efectos secundarios gastrointestinales. Entre ellos se describen: náuseas, vómitos, diarrea, dolor estomacal, indigestión, cólico, reflujo o acidez, estreñimiento y exceso de gases intestinales.
La especialista señaló que otros efectos secundarios que se describen son: cálculos biliares, mareos, cansancio, pérdida de apetito, aumento de la frecuencia cardiaca y aumento de las enzimas pancreáticas (como la lipasa y la amilasa). La médica alegó que los efectos secundarios tienden a aparecer con el uso de dosis altas de Ozempic, pero que con los días los síntomas desaparecen.
También está el riesgo de desarrollar una posible pancreatitis aguda asociada con el tratamiento. Sin embargo, la especialista aclaró que no hay datos suficientes para saber si existe una relación directa en los casos que se han registrado.
“Debe sospecharse un cuadro de pancreatitis en pacientes con dolor abdominal intenso persistente con o sin náuseas y los agonistas de los receptores de GLP-1 deben suspenderse. Si se confirma la pancreatitis, no debe reiniciarse el tratamiento. Además, los agonistas de los receptores de GLP-1 no deben administrarse en un paciente con antecedentes de pancreatitis”, dijo Cordero.
Es un tratamiento que debe ir de la mano con la nutrición
La educación nutricional y de hábitos en el paciente es fundamental para evitar la dependencia de un fármaco como Ozempic para lograr control metabólico.
La nutricionista Valentina Kube explicó que la semaglutida es una solución farmacológica que, a pesar de su efectividad en el control de la diabetes y la obesidad, es poco rentable y sostenible en el tiempo
Diferencia entre el sobrepeso y la obesidad
El sobrepeso significa que la persona tiene un peso por encima del promedio para su edad, género y altura, mientras que la obesidad refiere un índice de grasa corporal mucho mayor que el del sobrepeso.
La obesidad es considerada como una enfermedad crónica y compleja en la que hay una acumulación de grasa corporal excesiva. Esta condición también incrementa el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares y metabólicas.
“Una vez que la persona termine de usar el tratamiento, si no tuvo la correcta educación nutricional habría abandono del seguimiento y por ende un efecto rebote o aumento de peso”, indicó Kube para El Diario.
La especialista recomienda que antes de iniciar el tratamiento con Ozempic, se haga un seguimiento constante con un nutricionista clínico para realizar esos cambios necesarios en la alimentación y que se mantengan a largo plazo.
Carbohidratos, fibra y más
En un tratamiento para la diabetes tipo 2 o para el control de la obesidad con Ozempic es necesario aplicar un control en la ingesta de los carbohidratos. Kube indicó que un nutricionista puede hacer el cálculo de qué tanto debe comer el paciente para poder incluir todos los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y lograr los requerimientos nutricionales de cada persona.
“Una vez que se hayan cubierto esos requerimientos hay que entender que aquellos que sean calorías vacías como el azúcar blanco, que es un carbohidrato simple sin fibra, son los que debemos eliminar de la dieta”, detalló.
Algo fundamental en la dieta debe ser la incorporación de fibra en cada plato. Kube comentó que la fibra es un elemento protector para el manejo de los picos de azúcar en la sangre.
“Una de las pautas más difundidas hoy en día es que si antecedemos nuestras comidas con un plato de vegetales crudos como lo pueden ser las ensaladas, y si es aderezado con vinagre de cidra de manzana es mejor, actúa como un mecanismo protector a la elevación rápida del azúcar con el consumo de alimentos de un índice glicémico mayor”, agregó.
La especialista señaló que cada paciente debe recibir un plan de alimentación individualizado para acoplar su tratamiento. Sin embargo, aclaró que en líneas generales debe estar compuesto por platos que tengan todos los macronutrientes acompañados de vegetales en desayuno, almuerzo y cena.
Agregó que los tiempos y horarios de comida deben respetarse y evitar saltarse alguna de ellas.
Con respecto a la hidratación, Kube señaló que siempre se debe priorizar el beber agua antes que cualquier otro líquido. Explicó que se tienen que evitar las bebidas que sean fuentes de azúcar como jugos y refrescos, mientras que las bebidas sin calorías pueden ser una alternativa para las meriendas únicamente.
Recomendaciones generales
Kube coincide con la endocrinóloga Marilin Cordero sobre la importancia de incluir el ejercicio en la rutina diaria para complementar el tratamiento farmacológico.
“Es importantísimo por el desarrollo muscular y también por el manejo del pico de azúcar. Cuando uno tiene un monitor continuo instalado, que es un dispositivo que nos mide el azúcar de manera constante, podemos ver como después de una comida si generamos movimiento el azúcar baja inmediatamente entonces es una herramienta poderosa”, explicó la nutricionista.
Al iniciar el tratamiento para la diabetes o la obesidad, Kube aconseja comenzar con un seguimiento con un nutricionista clínico cada 15 días mientras se logra una adaptación al nuevo estilo de vida.
Otra recomendación general que ofrece la especialista es evitar comenzar un tratamiento sin indicación médica, sin acompañamiento nutricional ni cambios en la alimentación.
“Uno de los errores más grandes es no hacer una intervención nutricional efectiva y pensar que con administrar el tratamiento farmacológico Ozempic vamos a poder controlar el problema de la obesidad cuando el verdadero tratamiento es de conducta. Si el paciente no aprende cómo comer, no va a tener un cambio definitivo”, añadió.
La endocrinóloga Marilin Cordero, por su parte, hizo un llamado a la población a evitar utilizar medicamentos como el Ozempic sin indicación médica. “También pedimos a los entes competentes no dispensar los fármacos sin la receta correspondiente firmada por el médico especialista”.
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