- Los gobiernos de Guatemala, Brasil, México y Colombia se han pronunciado sobre estos procesos ante las denuncias de malos tratos de sus connacionales | EFE/ Mariano Macz
Desde que el gobierno de Donald Trump anunció las deportaciones de migrantes de Estados Unidos, varios gobiernos de América Latina se han pronunciado y han solicitado un trato “digno” para sus connacionales deportados.
Recientemente, las autoridades de Guatemala adelantaron que dialogarán con sus homólogos en Estados Unidos para solicitar que no trasladen esposados a los migrantes deportados vía aérea.
El director del Instituto Guatemalteco de Migración, Danilo Rivera, indicó en declaraciones recogidas por la agencia EFE el miércoles 29 de enero que los migrantes «han comunicado que sí vienen con esposas» y que «antes de bajar del avión», las autoridades estadounidenses les quitan los grilletes.
El 27 de enero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también insistió en que estos procesos se realicen con “respeto a los derechos humanos”.
“México tiene una historia de repatriación muy importante en relación con Estados Unidos ¿Qué pedimos nosotros? Respeto a los derechos humanos”, agregó en su alocución.

Sheinbaum recordó que la Cancillería mexicana cuenta con un esquema en caso de violación de DD HH de los mexicanos, el cual va desde una queja a las autoridades migratorias de EE UU hasta una demanda en tribunales estadounidenses.
Otros países que han exigido un trato digno para los migrantes
Además de Guatemala y México, otro de los pronunciamientos recientes sobre esta situación vino por parte de Brasil. El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Mauro Vieira, calificó como “una operación trágica” las deportaciones.
“Justamente nos hace ahora trabajar, junto con las autoridades estadounidenses, para buscar formas de que sea hecha de acuerdo a la legislación brasileña y también con las normas de seguridad y recibimiento dentro de una aeronave», agregó en declaraciones recogidas por la agencia de noticias AFP.

De acuerdo con esta agencia, los migrantes contaron que les impidieron usar el baño en el trayecto de regreso a su país. Además, no les daban agua y los tenían amarrados de pies y manos.
El domingo 26 de enero, el presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó que dispuso del avión presidencial para el retorno de sus connacionales.
La decisión del mandatario se dio luego de que ese mismo día no permitiera el ingreso de dos aeronaves con ciudadanos deportados de Estados Unidos.
El miércoles 29 de enero, varios ciudadanos colombianos deportados de EE UU denunciaron maltratos por parte de las autoridades estadounidenses antes del proceso.
“Quieren echarle la culpa de sus problemas a los que no se pueden defender, a los migrantes. No nos dieron derechos, no nos dieron nada. Nos hicieron firmar documentos obligados, realmente fue un trato inhumano”, dijo un migrante colombiano en un video difundido en redes sociales.
Entre las denuncias que han hecho algunos migrantes es que las autoridades estadounidenses los esposaron durante todo el proceso de deportación.
Asesor de Trump espera que Maduro acepte los vuelos con venezolanos deportados
En el caso de Venezuela, las deportaciones desde Estados Unidos se encuentran suspendidas desde 2023. Stephen Miller, uno de los asesores más cercanos de Donald Trump, afirmó el martes 28 de enero que tiene la “plena expectativa” de que Nicolás Maduro acepte vuelos de deportación con migrantes venezolanos en situación irregular en Estados Unidos, así como de miembros de la banda delictiva Tren de Aragua.
“Es nuestra plena expectativa que Maduro acepte todos los vuelos de miembros de la banda Tren de Aragua de regreso a Venezuela”, afirmó en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.

Estados Unidos y Venezuela no mantienen relaciones diplomáticas y actualmente Venezuela no recibe vuelos de deportación. Estos vuelos se reanudaron en octubre de 2022 bajo el gobierno de Joe Biden (2021-2025), tras cuatro años de parálisis, pero volvieron a suspenderse.
Miller sostuvo que Trump prevé que “todas las naciones del mundo participen plenamente en la aplicación de las leyes migratorias, y, en particular, en la repatriación de sus propios ciudadanos”.