- Ante la situación, muchos migrantes no quieren salir para evitar encontrarse con una redada del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE UU y ser repatriados, aunque cuentan con permisos para trabajar en el país | Foto: EFE
Las redes sociales y medios de comunicación se han hecho eco de las recientes deportaciones de extranjeros en Estados Unidos, a 10 días de que Donald Trump asumió el poder de la Casa Blanca, con una cartera de medidas migratorias, en la que incluye la expulsión de ciudadanos sin documentos y eliminación de beneficios, como el parole humanitario, extensión del Estatuto de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos y el cierre de la aplicación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, CBP Ones, para pedir asilo.
La situación ha generado un entorno de temor y angustia entre gran parte de los ciudadanos venezolanos que se encuentran en el país y que contaban con alguno de los beneficios revocados por la Administración de Trump.
Estefanía, quien prefirió resguardar su identidad real, tiene casi dos años en Estados Unidos, país al que ingresó gracias a que le fue aprobado el parole humanitario. Confiesa que con la llegada de Trump y sus nuevas medidas migratorias, ha visto muchos de sus planes truncados.
“Me siento como una delincuente y yo no hice nada malo. Llegué a Estado Unidos en 2023 por el parole, hice todos los trámites bien y ahora estaba en un proceso de asilo, pero ahora resulta que soy ilegal en este país, no quiero salir ni al supermercado porque me da miedo que estén los funcionarios allí, me detengan y me deporten sin ni siquiera poder llevarme las pocas cosas que tengo aquí”, contó Estefanía en entrevista exclusiva para El Diario.
La venezolana de 25 años de edad expresó que uno de los temores es no saber qué podría pasar con su hija de 9 meses, quien nació en Estados Unidos, por lo que es considerada ciudadana americana.

“Me enteré de mi embarazo a los pocos días de mi viaje para acá, fue sorpresivo tanto para mi esposo como para mí porque no estaba en nuestros planes. Ahora tengo miedo que si me deportan qué va a pasar con mi hija, yo no la puedo dejar aquí, no tengo ningún beneficio porque ella sea americana, y no cuento con la asesoría legal para saber cómo proceder en este momento”, agregó la mujer, quien aseguró que ha estado padeciendo de insomnio y malestares generales por la inseguridad que siente ante las nuevas medida migratorios del gobierno estadounidense.
Mencionó que regresar a Venezuela no era una opción para ella y su pareja porque apenas estaban logrando ahorrar un poco, ya que solo él es quien trabaja para que ella pueda cuidar a la bebé en EE UU.
“Estamos solos, yo no quiero dejar a mi hija para que la cuide ningún extraño. Sé que en Venezuela está mi familia y tendríamos apoyo, pero económicamente y socialmente no es el país en el que vamos a poder brindarle un buen futuro a mi bebé, pero tampoco en sano vivir años huyendo de las autoridades de un país para no ser deportado, no es lo que quiero”, enfatizó la mujer quien aseguró que tiene una residencia en Chile, pero su esposo no, por lo que es una opción que aún no saben si tomar.

De la seguridad a la incertidumbre
Vanessa, quien también prefirió resguardar su identidad, es una venezolana que llegó a Estados Unidos en 2022 y actualmente trabaja para una compañía que ofrece créditos a mujeres con pequeños emprendimientos. Aunque tiene un permiso de trabajo e inició un proceso de asilo, teme ser deportada ya que había renovado su TPS recientemente.
“En el estado en el que estoy (que prefirió no mencionar por seguridad) no he visto las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE UU (ICE, por sus siglas en inglés), pero tengo conocidos que me han dicho que sí las han visto. Entiendo que solo te piden el ID (identificación) que es una licencia que para poder pedirla se debe tener un permiso de trabajo, que es lo que yo tengo. Aún así, me da temor porque no sé cómo reaccionarían ellos (los funcionarios)”, detalló la mujer de 29 años de edad.
Expresó que el mayor de los temores que hoy enfrentan los venezolanos, según testimonios de sus allegados, es perder sus trabajos en grandes compañías que pudieron conseguir gracias al Estatuto de Protección Temporal.
“Hay muchos venezolanos que no han hecho nada malo que podrían perder sus buenos trabajos (…) estamos expuestos a que nos toquen la puerta o presenciar una redada y ser deportados. Cuando voy manejando y veo una cola ya me imagino que es una redada de ICE y me da miedo”, dijo Vanessa, quien resaltó que tras la toma de posesión de Trump se ven las calles del estado en el que vive más solas.

Miles de deportados de diferentes nacionalidades
Las deportaciones en Estados Unidos están dirigidas a migrantes de cualquier nacionalidad que no cuenten con documentos para estar en el país o que hayan ingresado por pasos ilegales.
No hay una cifra exacta de cuántas deportaciones hay en los primeros 10 días de la presidencia de Trump, sin embargo, los gobiernos como México, Colombia y Brasil han dado a conocer algunas cifras de los migrantes que han llegado a sus países.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, indicó el 27 de enero que ha recibido a 4.094 personas deportadas de Estados Unidos durante la primera semana del gobierno de Donald Trump.
Por su parte, el gobierno de Colombia ha recibido a más de 300 ciudadanos en los últimos cincos días. Mientras que en Brasil se conoció la llegada de al menos 88 brasileños deportados.

En el caso de Venezuela, no ha sido posible efectuar vuelos de repatriación debido a que el país rompió relaciones con EE UU en 2019, luego de que Donald Trump, en su primer mandato, reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Pese a ello, en octubre de 2023, bajo el gobierno de Joe Biden, se reanudaron los vuelos de deportaciones, pero volvieron a suspenderse en febrero de 2024.
Ante esta situación, Stephen Miller, uno de los asesores más cercanos de Donald Trump, afirmó el 28 de enero de 2025 que tiene la “plena expectativa” de que Nicolás Maduro acepte vuelos de deportación con migrantes venezolanos en situación irregular en Estados Unidos, así como de miembros de la banda Tren de Aragua.
Denuncias por malos tratos en los procesos de deportación
Brasil fue uno de los primeros países que cuestionó el estado en el que eran deportados sus ciudadanos, por lo que pedirá explicaciones a Estados Unidos por lo que consideró un “trato degradante” hacia los migrantes.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores enviará un pedido de aclaración al gobierno norteamericano y sigue atento a los cambios en las políticas migratorias en aquel país con el fin de garantizar la protección, seguridad y dignidad de los brasileños que residen allí”, reza un comunicado.
La Cancillería aseguró que reunió “informaciones detalladas” sobre el vuelo con 88 pasajeros que llegó el viernes 23 de enero a Brasil y en el que los ciudadanos deportados iban esposados, algo que choca con el acuerdo bilateral que rige estos viajes de repatriación, según las autoridades.
Posteriormente, se generó un conflicto diplomático entre Colombia y EE UU, cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, no autorizó el 26 de enero el ingreso de aviones estadounidenses con ciudadanos colombianos deportados hasta que estos no recibieran un “trato digno” por parte del gobierno estadounidense.

A juicio de Petro, EE UU trató como “delincuentes” a los 180 migrantes colombianos que transportaba, por lo que instó a la Casa Blanca a establecer un protocolo de “tratamiento digno” para aprobar la entrada de sus connacionales.
Esto generó que Trump revocó las visas a los funcionarios del gobierno de Colombia, a todos los ciudadanos colombianos que residan fuera de EE UU y a los aliados del gobierno de Gustavo Petro. Además, implementó una medida comercial a Colombia en la que aumentó los aranceles de 25 % a 50 % y la imposición de aranceles de emergencia de 25 % a todos los productos colombianos que entren al territorio estadounidense.
Sin embargo, horas después ambos gobiernos informaron que la situación se había resuelto y Petro autorizó el envío de dos aviones para buscar a los migrantes.
En medio del panorama migratorio en Estados Unidos y el temor que esto ha generado en la comunidad extranjera en ese país, los venezolanos siguen cumpliendo con sus labores, teniendo mayor cuidado al salir de casa y en espera de nuevas medidas que les permita tener un mayor conocimiento de su situación para estar en el país.