Una niña venezolana de 8 años de edad murió el sábado 22 de febrero por el naufragio de una embarcación con 19 migrantes de Colombia y Venezuela que zozobró en aguas del Caribe de Panamá, informó el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) del país centroamericano.
La embarcación quedó a la deriva en aguas de la comarca Guna Yala, frontera con Colombia. Las autoridades rescataron a un total de 20 personas, entre los que se encuentran dos indígenas panameños, que fueron identificados como el capitán de la embarcación y su ayudante.
El Senafront presume que el incidente ocurrió “debido a fuertes oleajes causados por el mal tiempo”. Además, fuentes oficiales dijeron a EFE que se trata de migrantes que, ante la imposibilidad de entrar a Estados Unidos, hacían el viaje de retorno a sus países.
“El Senafront lamenta profundamente la pérdida de la menor (de edad) y extiende sus condolencias a sus familiares”, comunicó el organismo en un parte oficial.
Flujo de migrantes
El flujo de migrantes que llegan a Panamá por la selva del Darién, la peligrosa frontera natural con Colombia, se derrumbó un 94 % en enero pasado, en comparación con el mismo mes del año anterior, en medio de un endurecimiento de las medidas de seguridad panameñas y de la política inmigratoria de Estados Unidos.
De acuerdo con las cifras oficiales, en enero entraron por el Darién un total de 2.158 migrantes, en comparación con los 34.839 que lo hicieron en el mismo lapso de 2024.
En las últimas semanas grupos de migrantes han intentado entrar a Panamá desde la vecina Costa Rica, en un viaje a la inversa, es decir, de regreso a sus países, dado las crecientes trabas para ingresar a EE UU.
Panamá además ha aceptado ser un país “puente” para la repatriación de migrantes irregulares y en ese marco ha recibido a casi 300 enviados por Estados Unidos.
Con información de EFE
