Cada órgano del cuerpo cumple una función importante. El hígado es el responsable del metabolismo, desintoxicación y la digestión del cuerpo, que se puede ver afectado en un corto o largo tiempo debido a los hábitos que lleve la persona.
Algunos de los daños no presentan síntomas, sino hasta años después, hasta que se desarrolle lo que se conoce como enfermedad hepática, relacionada a condiciones que irrumpen el buen funcionamiento del hígado.
Las afecciones cuando no son tratadas pueden derivar en una cirrosis y poner en riesgo la vida de las personas. Estas son las enfermedades hepáticas:
-Hepatitis
-Cirrosis
-Hígado graso no alcohólico
-Enfermedad hepática alcohólica
-Hemochromatosis
-Enfermedad de Wilson
-Cáncer de hígado
Muchas de estas afecciones pueden derivarse de los hábitos de las personas, pero también al consumo de medicamentos sin la supervisión de un médico.
Los hábitos comunes que pueden dañar el hígado
-Consumo de alcohol
El alcohol puede generar inflamación en el hígado y causar acumulación de grasa en sus células.
De acuerdo con Banner Health, red de atención médica sin fines de lucro en EE UU, el órgano descompone el alcohol para que pueda ser eliminado, pero si el proceso es reiterativo, con el tiempo se puede ver afectado el funcionamiento del órgano.

-Consumo de comidas ultraprocedas o con mucha azúcar
El exceso de azúcar y alimentos procesados afectan negativamente al hígado, ya que son los responsables de que se acumulen grasas en él.
En un estudio publicado en 2018 en la revista European Journal of Nutrition, se determinó que el consumo de bebidas azucaradas estaba asociado con un 40 % de riesgo de desarrollar una enfermedad hepática grasa.

Debido a esto, un consumo excesivo de azúcar o alimentos ultraprocesados, también relacionados con la obesidad, podría desarrollar con el tiempo la enfermedad de hígado graso no alcohólico u otras afecciones.
-Vida sedentaria
Durante años, expertos han recalcado la importancia de la actividad física para evitar el sedentarismo, ya que podría contribuir al desarrollo de enfermedades a largo plazo.
Estar inactivo puede ocasionar que se acumule grasa hepática, principalmente en quienes tienen sobrepeso. La Sociedad Chilena de Gastroenterología recomienda que se realicen entre 150 y 200 minutos de ejercicio a la semana para prevenir o detener el daño hepático.

-Fumar
El cigarrillo o tabaco puede dañar el hígado de diferentes formas, debido a que las sustancias químicas que lo conforman, como el 4-aminobifenilo, alquitrán y nitrosaminas, causan estrés oxidativo y genera inflamación que daña las células del hígado.
Además, el cigarrillo puede alterar el flujo de la sangre en el órgano, lo que afecta también al proceso de oxigenación y reparación.
De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), el tabaco es el responsable del 20 % de los casos de cáncer de hígado en el Reino Unido.

-Automedicarse
Una de las funciones del hígado es metabolizar los alimentos que se ingieren, lo mismo pasa con los medicamentos. Por esta razón, el uso indebido de fármacos puede dañar las células del órgano con el tiempo.
Por esta razón es que el consumo de medicamentos, incluso paracetamol, debe ser supervisado por un médico.
Síntomas de una enfermedad hepática
Las enfermedades hepáticas pueden comenzar a mostrar síntomas con el tiempo. Algunos de estos pueden ser: dolor o hinchazón abdominal, de piernas y tobillos, comezón en la piel, orina oscura y cansancio constantes.
Estos son otros signos a los que hay que estar atentos:
-Heces de color claro
-Pérdida del apetito
-Tendencia a la formación de hematomas
-Ictericia (cambio del color de la piel y parte blanca de los ojo en amarillo)
-Vómito
Para poder dar el diagnóstico de una enfermedad hepática, los especialistas ordenan al paciente una serie de exámenes, como análisis de sangre, estudios de imágenes e incluso una biopsia con el objetivo de determinar la gravedad e indicar el tratamiento adecuado.
Recomendaciones para cuidar la salud del hígado
Expertos en el área de la salud recomiendan mantener una dieta basada en frutas, vegetales, cereales integrales, legumbres y proteínas magras para mantener o mejorar el funcionamiento del hígado.
Asimismo, controlar los niveles de colesterol y glucosa en sangre, debido a que padecer de diabetes es otro factor de riesgo de padecer una enfermedad del hígado. También es recomendable mantener un peso saludable (de acuerdo con las características de cada persona), reducir la presión arterial y no beber demasiado alcohol.

Para las enfermedades hepáticas no hay una cura, pero muchas de las condiciones pueden mejorar con el cambios en el estilo de vida de los pacientes, atención médica y en caso graves, realizarse un trasplante de hígado. El tratamiento puede variar dependiendo de cada caso, por lo que es importante la detección temprana.