Una prueba genética en niños podría detectar el riesgo de padecer obesidad en la adultez 

Los investigadores tomaron en cuenta varios factores, como los genes y el índice de masa corporal, para determinar la predisposición al aumento de peso
Fiorella Tagliafico
Fiorella Tagliafico - Redactora
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Un equipo de científicos del Centro para la Investigación Metabólica Básica de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, desarrolló una herramienta genética capaz de predecir el riesgo de obesidad adulta desde los primeros 5 años de vida. 

En la investigación, publicada en la revista Nature Medicine, los expertos analizaron los datos genómicos de más de cinco millones de personas que se encontraban en la base de datos del centro. 

La herramienta, llamada Puntuación de Riesgo Poligénico (PGS), consiste en un análisis genético que identifica patrones relacionados con una alta predisposición al aumento de peso durante la adultez.

De acuerdo con los investigadores, la genética de la obesidad no depende de un solo gen, sino de la combinación de miles de variantes, cada una con un efecto pequeño. Por esto, la puntuación poligénica ofrece un valor numérico que suma los efectos de estos factores en una persona. 

Con esa sumatoria, los científicos lograron estimar con mayor precisión el riesgo o predisposición a la obesidad, tomando en cuenta el Índice de Masa Corporal (IMC). 

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Foto: Yunmai/Unsplash

“Lo que hace que esta herramienta sea tan eficaz es su capacidad para detectar, incluso antes de los cinco años de edad, si una persona tiene una predisposición genética al aumento excesivo de peso”, acotó Roelof Smit, autor principal del estudio. 

Factores que analiza la herramienta predictiva de obesidad

El estudio revela que la PGS puede explicar hasta el 17,6 % de la variación del IMC en las personas, lo que equivale al doble de la capacidad predictiva de las herramientas genéticas que se usan actualmente. 

Además, los investigadores destacaron que la mayor diferencia de esta herramienta con las que ya existen es que es capaz de identificar a los niños con un alto riesgo genético de obesidad desde una edad temprana, lo que permite tomar medidas preventivas antes de que la condición se manifieste. 

Para desarrollar esta prueba, los expertos sumaron otros datos clínicos, como el IMC de la madre al momento de dar a luz, ya que esto duplica la capacidad de detección del riesgo de obesidad en los niños.

La genética no lo determina todo, pero conocer el riesgo a tiempo permite actuar antes de que el problema se cronifique”, señaló el autor principal de la investigación.

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Foto: Pixabay

Resultados del estudio

Los datos del estudio indicaron que las personas con un riesgo genético elevado respondieron bien a programas de pérdida de peso a corto plazo, pero también mostraron una mayor tendencia a recuperar el peso perdido. 

No obstante, los científicos explicaron que se encontraron con algunas limitaciones para continuar con la investigación, como por ejemplo el origen de los grupos. 

A pesar de que el equipo analizó material genético de poblaciones diversas, la herramienta funcionó mejor con aquellos participantes de ascendencia europea, mientras que su eficacia fue menor en otros grupos, como los africanos, donde solo predijo un 2,2 % de la variación del IMC. 

Debido a esta disparidad, los investigadores tienen que diversificar los estudios de genómica hasta garantizar que la herramienta beneficie a todas las poblaciones por igual. 

La idea de los autores del estudio es brindar una prueba que cualquiera pueda realizar para conocer el riesgo genético de padecer obesidad en el futuro, y de esta manera facilitar la implementación de estrategias preventivas y personalizadas.

Fiorella Tagliafico
Fiorella Tagliafico - Redactora
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