La alimentación que se proporciona en las loncheras de los niños para que consuman durante la jornada escolar, ya sea desayuno o merienda, debe aportar los nutrientes necesarios que recomiendan los expertos y adecuados a los requerimientos especiales de cada uno.
De acuerdo con el medio especializado TopDoctors, el contenido de la lonchera debe cubrir entre el 10 % y el 20 % de las calorías diarias totales de un niño, lo cual se traduce en aproximadamente 100 y 200 calorías. Además, resaltan que no debe sustituir ninguna de las comidas principales, como lo son el desayuno, el almuerzo y la cena.
Una lonchera equilibrada incorpora componentes energéticos (carbohidratos y grasas), constructores (proteínas) y reguladores (vitaminas, minerales y fibra), junto a una fuente de hidratación adecuada. Estas son algunas sugerencias de las páginas especializadas consultadas por El Diario:
– Carbohidratos: pan integral, tortillas de trigo o maíz integrales, galletas de avena o integrales barras de cereal caseras, avena, plátano sancochados o asados.
– Frutos secos: almendras, nueces, maní (si no hay restricciones por alergias).
– Lácteos: yogur natural (sin azúcar), queso blanco bajo en sal, leche entera o semidescremada).
– Proteínas: huevo sancochado, pollo o pavo.
– Frutas enteras o en trozos: manzanas, peras, cambur, uvas, fresas, mandarinas, naranja, melón o patilla.
– Vegetales: zanahorias, palitos de pepino, tomates cherry, hojas de espinaca o lechuga (incluidas en sándwiches).
Además, recomiendan evitar los siguientes alimentos:
Para mantener el perfil saludable y evitar el exceso de calorías vacías, se recomienda limitar o excluir de la lonchera:
– Refrescos, jugos o tés procesados.
– Productos de paquete salados fritos.
– Chucherías y postres comerciales.
– Embutidos con alto contenido de grasa.
– Repostería con relleno de cremas o chocolate, elaborada con azúcares refinados.
Más allá del balance nutricional
El desafío para los padres, o cuidadores, consiste en seleccionar los alimentos que cumplan con este perfil nutricional, pero que al mismo tiempo resulten atractivos para el niño y sean convenientes para el entorno escolar.
El Centro Médico Docente La Trinidad, en El Hatillo, resalta en su página web que una buena lonchera también va más allá del balance nutricional, porque debe incluir aspectos de higiene, conservación y atracción visual.
Estas son las recomendaciones para preparar la lonchera de forma correcta:
– Usar envases livianos y de plástico.
– Mantener la higiene durante la manipulación de alimentos.
– Evitar alimentos que se puedan fermentar o deteriorarse si la temperatura ambiental es alta.
– Para mantener los alimentos calientes, se sugiere envolverlos primero en servilleta de papel y luego en bolsas plásticas.
– Utilizar vegetales cocidos en lugar de ensaladas crudas.
– Los alimentos que requieren microondas en la escuela deben ser colocados fríos en la lonchera para un mejor mantenimiento.
– Cortar los vegetales y frutas con formas divertidas y combinaciones de colores para hacerlas más atractivas a los niños.
Además, también destacan que la planificación anticipada del menú de las loncheras, en función de la cantidad de horas que el niño permanece en la escuela, es una práctica que ayuda con la organización.
Al regreso a casa, aconsejan revisar el contenido de la lonchera para identificar qué alimentos quedaron rechazados, lo cual orienta la variación del menú.
Aspectos nutricionales y necesidades especiales de los niños
La nutricionista Yesenia Gil señaló en entrevista para El Diario que el contenido de la lonchera debe ser una extensión de los principios de alimentación que se establecen en el hogar, y en el caso de los niños celíacos, con diabetes u otra patología que requiera una dieta especial se tienen que seguir las recomendaciones nutricionales para las meriendas que realicen los médicos tratantes.
“Una lonchera con alimentos densos en nutrientes y baja en azúcares añadidos tiene un impacto directo en la capacidad de atención y la regulación de la energía del niño durante las horas de clase. Por lo que así el niño no sufra ninguna intolerancia o afección, mantener una dieta saludable es lo mejor para ellos. Además, previene enfermedades, obesidad y otros problemas a futuro”, aseguró la experta.
Ante la demanda de opciones alimentarias que se ajusten a regímenes dietéticos específicos o a la presencia de alergias e intolerancias, el sector de la repostería y la alimentación se mantiene desarrollando propuestas con un enfoque en la inclusión.
Un ejemplo de esto es el emprendimiento denominado La Lonchera, un negocio virtual en Caracas, fundado en el año 2020 por Stefanie Rodríguez. Esta iniciativa surgió a partir de la necesidad de ofrecer alternativas de postres con perfiles nutricionales específicos, pensando en los niños, y en facilitar a las madres el momento de la merienda.
“Nuestra misión es que cada vez más niños tengan una alimentación equilibrada y con menos aditivos y sustancias dañinas que afectan principalmente en la etapa de crecimiento. Además, queremos ofrecerles más y mejores opciones a todos los pequeños con intolerancias y alergias que cada vez son más comunes”, dijo Rodríguez en entrevista para El Diario.
Las meriendas elaboradas por La Lonchera se caracterizan por ser artesanales y por una formulación que excluye el gluten, los lácteos y el azúcar blanca, ofrecen además opciones sin huevo o la posibilidad de personalización para cada cliente.
En la composición de sus productos se emplean ingredientes como la harina de almendras que sustituye a la harina de trigo, la azúcar de coco en lugar del azúcar blanca, el ghee como alternativa a la mantequilla, y el almidón de papa para reemplazar el huevo en ciertas preparaciones.
La utilización de otros componentes como la harina de yuca, la harina de cambur, el aceite de oliva y el aceite de coco también es recurrente.
“Nuestro producto estrella son galletitas con trozos de chocolate, creo que por su sabor tan parecido a una galleta tradicional, la textura super crujiente y el tamaño de un bocado, hacen que quieras comértelas todas en una sola sentada”, agregó la fundadora de La Lonchera.
Este emprendimiento no solo se dedica a la venta de postres y meriendas saludables para los niños, sino que ha expandido su operación a servicios de suscripción para consumo regular, la organización de eventos temáticos y la impartición de cursos.
Recetas saludables para agregar a la lonchera de los niños
La preparación casera de alimentos permite un control sobre los ingredientes, especialmente en lo referente a la cantidad de azúcares, sal y grasas. En La Lonchera, se presentan algunas opciones de recetas que pueden incorporarse en la rutina de las meriendas:
Ponqué de parchita
Ingredientes:
– 180 gramos de ghee (sustancia clarificada que se obtiene al cocer lentamente la mantequilla para eliminar el agua y los sólidos lácteos, lo que resulta en una grasa pura y más saludable)
– 200 gramos de azúcar de coco
– 5 huevos
– 195 gramos de yogur natural de parchita
– 350 gramos de harina de almendras
– 10 gramos de polvo para hornear
– 10 gramos de extracto de vainilla
Para el baño:
– 40 gramos de jugo de parchita natural
– 10 gramos de azúcar de coco
Preparación:
Batir el ghee con el azúcar de coco y la vainilla en un recipiente hasta integrar los componentes. Luego, añadir los huevos de forma individual y posteriormente incorporar la harina y el polvo de hornear, alternando con el yogur.
Hecho esto, se debe poner la mezcla en un molde de 20 centímetros previamente engrasado y con papel encerado para hornear a 180 °C durante 30 minutos.
Al salir del horno, se deja reposar 20 minutos antes de desmoldar. Cuando ya esté a temperatura ambiente, se mezcla el jugo de parchita con el azúcar de coco y con un pincel se cubre el bizcocho con la mezcla.
Yogur casero
Ingredientes:
– 4 tazas de agua
– 16 cucharadas colmadas de leche en polvo
– 1 taza yogur natural
Preparación:
En una olla, colocar el agua a fuego alto, agregar la leche y revolver hasta la disolución. Luego, bajar a fuego medio y revolver esporádicamente hasta el inicio de la ebullición para mantener así durante 10 minutos, mientras se sigue con el proceso de revolver.
Seguidamente, apagar el fuego y dejar que se enfríe por 30 minutos (la temperatura adecuada permite sumergir el dedo meñique y resistir el calor por 10 segundos). Una vez frío agregar el yogur natural.
Servir en un envase con tapa y colocarlo en un lugar oscuro, cubriéndolo con paños para mantener el calor. Dejar en reposo entre 8 y 10 horas sin moverlo de lugar para luego de ese tiempo, refrigerar y disfrutar.
La composición de una lonchera bajo estos parámetros representa una inversión para el bienestar físico y cognitivo del niño, por lo que el acto de planificar y proporcionar una merienda saludable que integre los alimentos con los estándares de seguridad e higiene que recomiendan los expertos.