- Un cirujano del estado Falcón conversó con El Diario sobre las dificultades que han enfrentado los médicos nacionales, incluso antes de la llegada del coronavirus de Wuhan al país
La pandemia causada por el Covid-19 ha desafiado al personal médico alrededor del mundo. Estos profesionales de la salud han sacrificado su propio bienestar para cumplir con el juramento hipocrático que hicieron cuando decidieron ser médicos.
En Venezuela esto no ha sido la excepción, porque estos especialistas —que están acostumbrados a trabajar con los pocos insumos que llega a los hospitales— se han sumado al reto de frenar un virus que ha cambiado la vida de millares de personas en todo el planeta.
Johnny Álvarez, de 25 años de edad, es médico cirujano graduado de la Universidad Francisco de Miranda y actualmente es residente en el hospital del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) de Punto Fijo, estado Falcón, donde existe un triaje respiratorio para evaluar a casos sospechosos de Covid-19, que de ser positivos deben ser referidos al hospital Alfredo Van Grieken, en Coro.

Johnny asegura que la vida del médico en Venezuela está llena de dificultades, debido a las carencias que enfrentan los centros de salud. Aclaró que las deficiencias no están relacionadas directamente con la pandemia, sino que es un problema que tiene mucho más tiempo.

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El salario que gana un médico en el país tampoco es el ideal. Johnny asegura que cualquier comerciante informal puede tener un ingreso mensual más alto que un residente de un hospital venezolano.
El especialista considera que, a pesar de las adversidades, la calidad del trabajo del personal médico venezolano no ha decaído. Agregó que eso es algo que ve a menudo en los médicos titulares del hospital donde trabaja.
“Aquí todavía existen excelentes profesionales que siguen formándonos a nosotros que somos la generación de relevo”, añadió.
En el tiempo que ha ejercido como médico también ha aprendido lo que él llama “resolver como sea”, una habilidad que desarrollan quienes trabajan en los centros asistenciales del país.

Entre la pandemia y la crisis del combustible
Aunque una de las medidas más efectivas para frenar la expansión de virus es quedarse en casa, los médicos de los hospitales públicos no pueden hacerlo, pues deben estar listos para cualquier emergencia.
La institución de salud donde trabaja Johnny habilitó horarios de trabajo por equipos de guardia, que van cada seis días y trabajan 24 horas corridas, una medida que evita las aglomeraciones en el centro de salud y que los médicos corran un alto riesgo de contagio. Sin embargo, algunos de los médicos han tenido problemas de llegar a las guardias y a sus casas debido a la escasez de gasolina.

La directiva del hospital también tomó medidas al darse cuenta de la crisis del combustible y habilitaron tres autobuses que cumplen una “ruta de la salud” que recorre las principales avenidas y urbanizaciones de Punto Fijo para llevar y recoger al personal del centro de salud.
El único problema de esta alternativa es que no puede recorrer toda la ciudad y algunos trabajadores deben caminar un poco más o buscar otros transportes para finalmente llegar a sus hogares.
“La semana pasada salí de mi guardia a las 7:00 am y llegue a las 11:00 am a mi casa porque no había transporte para llegar hasta allá. En un día normal solo tardo 30 minutos en llegar a mi hogar”, contó.
Al entrar a su casa debe cumplir la cuarentena todo lo posible durante esos seis días. El permanecer en su hogar más de 48 horas es totalmente nuevo para él, porque antes iba de lunes a viernes al hospital y permanecía allá hasta las 5:00 o 6:00 pm.
Aunque estar en su hogar sin mucho que hacer —médicamente hablando— lo angustia y aburre, sabe que debe mantenerse firme porque eso depende la salud de sus pacientes y especialmente la de sus padres.

Por el momento, Johnny dice que no se ha expuesto tanto al virus y que afortunadamente los casos que se han confirmado en el estado fueron llevados directamente al hospital centinela de Coro.
Aunque las cifras de contagios y fallecidos en Venezuela se han mantenido bajas, el médico indicó que eso no es garantía de que el coronavirus de Wuhan se haya controlado, pues dice que es muy difícil saber qué tanto pueda avanzar en una semana y que eso dependerá del cumplimiento de las medidas de prevención por parte de la población.
El residente señaló que existe una posibilidad de que los contagios aumenten en la región y el centro centinela no sea suficiente, por lo que les correspondería a Johnny y sus compañeros de trabajo atender a los pacientes positivos para Covid-19.
El impacto de la pandemia en países como Italia, España y Estados Unidos le han enseñado a los sistemas de salud que el virus debe afrontarse con medidas de prevención precoces. Una lección que Johnny también tiene muy presente.
“Creo que al igual que el resto de la población he aprendido el verdadero significado de la prevención en algo tan simple como quedarse en casa, con eso ya estamos disminuyendo la transmisión del virus”, confesó.
El cirujano insistió en la importancia de abastecer los centros de salud con los equipos de bioseguridad como mascarillas y guantes, para evitar el contagio del personal de salud y así garantizar la mejor atención posible en los hospitales públicos.

Con o sin los equipos necesarios para enfrentar esta pandemia, los profesionales de la salud deben seguir cumpliendo con su deber, por lo que su llamado es a surtir los hospitales con todo lo necesario y apoyar la labor de quienes salvarán vidas en la batalla contra el Covid-19.
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