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La psique es la totalidad de nuestra estructura psicológica, donde tienen lugar los fenómenos psíquicos como los pensamientos, la percepción, la intuición, memoria, olvido, emociones, motivación (psique, mente, alma).
Toda nuestra psique está siendo amenazada ante esta situación inédita que nos está tocando vivir, de total incertidumbre, y nos preguntamos: ¿Cómo lidiar con el absurdo? ¿Cuál será el impacto psicológico? ¿Qué haremos para ejercer nuestra libertad con responsabilidad?
A nivel global, las decisiones que tomemos moldearán al mundo en los próximos años, entre una vigilancia autoritaria —vs—empoderamiento ciudadano. Una población automotivada y bien informada suele ser mucho más poderosa y eficaz que una población controlada e ignorante.
Esta pandemia nos enfrenta, entre muchas cosas, ante la fragilidad de la condición humana, nuestra vulnerabilidad. Estamos sintiendo el peor de los miedos, a lo que no podemos ver, a lo invisible, con una fuerza desconocida. Pareciera que estamos a la “intemperie”, a la soledad no escogida, a la imposibilidad del contacto personal para el afecto.
Se trata de preservar el sentido en el centro mismo del sinsentido, de “vernos”, reflexionar sobre nosotros mismos, establecer nuevas referencias existenciales, de lidiar con el absurdo desde la lucidez. Estamos en un proceso de deconstruir pensamientos, actitudes, hábitos, e instalar unos nuevos.
Nos sentimos abrumados, como arropados por el destino, ¿Quién esta al mando de mi vida?, ¿Qué podemos conocer? ¿Qué esperamos si hacemos lo que debemos?
Los griegos decían que el destino es todo aquello que no puedes controlar, así que urge diferenciar sobre qué podemos hacer individual y colectivamente y sobre qué no podemos intervenir y reajustar de nuestros planes (quien tiene un porqué para vivir encontrará siempre un cómo).
“Vivir es elegir” (Fernando Savater). Siempre estamos tomando decisiones de todo tipo que nos acercan o alejan de nuestra misión de vida (hacer alma). Nuestro mayor acto de libertad es elegir la actitud ante las circunstancias que nos tocan vivir, necesitamos pensar para saber que estamos sobreviviendo. Un recurso de primer orden es sumergirnos en la literatura para interpretar e integrar el presente, es tiempo de introspección, de vivir más en el adentro que en el afuera, de hacernos preguntas, de no olvidar el futuro que te imaginaste.
¿Qué puedo cambiar en lo que estoy haciendo? ¿Cómo superar que nuestros proyectos se han esfumado? La capacidad de adaptación y resiliencia nos pueden ayudar a encajar estos cambios. Visualizar escenarios y prepararse profesionalmente en otros oficios o actividades que tendrán más demanda, por ejemplo, en el mercado laboral.
Lo que estamos sintiendo: tristeza, desconcierto, miedo, angustia, ansiedad, depresión; es necesario identificarlo y trabajarlo en terapia a los efectos de no agotar nuestro “equipo emocional” y empezar a somatizar enfermándonos.
La atención psicológica virtual resulta altamente efectiva para compartir lo que sentimos, entender y actuar de la manera más asertiva posible. Si nosotros no estamos bien con nosotros mismos no seremos capaces de enfrentar airosamente esta complicada realidad a la que estamos expuestos.
