• El reconocido escritor, periodista y político venezolano falleció en Caracas a los 76 años de edad un 28 de agosto de 1985. Foto: Archivo Fotografía Urbana

Son muchos los grandes escritores y poetas que han destacado en la literatura venezolana, pero sin duda alguna Miguel Otero Silva es uno de los que con su lírica y narrativa hizo historia con obras como Fiebre, Casas Muertas, Cuando quiero llorar no lloro, La piedra que era Cristo, entre otras.

Miguel Otero Silva falleció un 28 de agosto de 1985, a los 76 años de edad, luego de haber forjado un camino en la lucha por la libertad de expresión, legado que prevalece en tiempos en los que la censura se ha acentuado en el país.  

Fue un reconocido escritor, humorista, periodista, ingeniero y político venezolano. Además, fundó, junto a su padre, el diario El Nacional.

El legado literario de Miguel Otero Silva se mantiene tras 36 años de su muerte
Foto: Ramón Grandal / Archivo Fotografía Urbana.

Vida y obras de Otero

Miguel Otero Silva nació el 26 de octubre de 1908 en Barcelona, estado Anzoátegui, su padre fue Henrique Otero Vizcarrondo y su madre Mercedes Silva Pérez, quien murió cuando él aún era pequeño.

Su padre pertenecía a una familia de hacendados que se enriqueció al descubrir que sus tierras atesoraban asfalto y petróleo. A los siete años de edad, Miguel se mudó a Caracas, específicamente a La Pastora, y cursó estudios en el Colegio San José de Los Teques y en el Liceo Caracas.

Durante sus estudios de bachillerato coincidió en las aulas del plantel con quienes también se convirtieron en reconocidos escritores y políticos venezolanos como Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Isaac J. Pardo y Rafael Vegas.

Luego de culminar la educación secundaria en 1924, Otero empezó los estudios de Ingeniería Civil en la Universidad Central de Venezuela (UCV), instado por su padre. Aunque cursó hasta el final, sus intereses cambiaron a la escritura, el periodismo y el activismo político.

El escritor publicó sus primeras obras humorísticas en las páginas del periódico Fantoches y la revista Caricaturas, bajo el seudónimo Miotsis.

Su primera novela fue Fiebre, la cual se publicó en 1939 por la editorial Elite. En el libro se relatan las luchas estudiantiles de la Generación del 28 durante el gobierno de Juan Vicente Gómez.

Casas Muertas es la segunda novela del escritor, publicada por Editorial Losada en el año 1955. A esta le siguió seis años después Oficina Nº 1 y en 1963 La Muerte de Honorio

El legado literario de Miguel Otero Silva se mantiene tras 36 años de su muerte
Foto: Georgette Sahhar

Sin embargo, no fue hasta 1970 que el autor publicó la novela Cuando quiero llorar no lloro, la cual es considerada una de las más importantes dentro de sus obras y de la literatura venezolana en general.

Lope de Aguirre, príncipe de la libertad (1979) y La piedra que era Cristo (1985) fueron las últimas novelas de Miguel Otero Silva.

Además, escribió poemas como Agua y cauce: poemas revolucionarios (1937), 25 poemas (1942), Elegía coral a Andrés Eloy Blanco (1959), La Mar que es el Morir (1965), Las Celestiales (1965) y Umbral (1966)

Activismo político

Miguel Otero Silva formó parte de la Generación del 28, un grupo de estudiantes que surgió contra la dictadura del general Juan Vicente Gómez quienes realizaron revueltas en febrero de 1928.

También participó en la conspiración militar del 7 de abril de ese año, por lo que tuvo que abandonar el país. Desde el exilio se sumó al año siguiente a otra fallida aventura,  liderada esta vez por Gustavo Machado y Rafael Simón Urbina.

Luego de que el dictador Juan Vicente Gómez falleciera en diciembre de 1935, Otero pudo regresar a Venezuela, tiempo en el que escribió relatos humorísticos como Sinfonías tontas y versos satíricos publicados en el diario Ahora con el seudónimo Mickey.

No obstante, tuvo que refugiarse de nuevo en otro país (México) después de que el régimen de Eleazar López Contreras no viera con buenos ojos sus escritos. Vivió también en Estados Unidos, Cuba y Colombia.

Regresó a Venezuela en 1939, año en que se publicó su primera novela (Fiebre), la cual fue llevada al cine por Juan Santana en 1976 con un guion de Salvador Garmendia.

Entre los reconocimientos que obtuvo se encuentra el Premio Lenin de la Paz que recibió en 1979 de parte de la Unión Soviética. Instituyó también en Venezuela el premio anual de cuentos de El Nacional y el premio de pintura Henrique Otero Vizcarrondo.

El legado literario de Miguel Otero Silva se mantiene tras 36 años de su muerte
Miguel Otero Silva y su hija Mariana Otero Castillo, circa 1973 . Foto: Marilda Vera / Archivo Fotografía Urbana

Muerte

Miguel Otero dedicó los últimos años de su vida a dos de sus grandes pasiones, el coleccionismo de arte y el humorismo. En su casa ubicada en Caracas, la cual llamó Macondo en homenaje a Cien años de soledad, logró coleccionar piezas de gran valor como un ejemplar de la efigie de Balzac, una cascada del escultor Jesús Soto y varios cuadros de Arturo Reverón.

El escritor venezolano falleció en una clínica de Caracas, víctima de un ataque cardíaco. De acuerdo con el medio El País, un médico de guardia del centro médico aseguró que el escritor murió al mediodía, horas después de que fuera ingresado a consecuencia de un aneurisma de aorta abdominal. 

Además de destacar como escritor y periodista, también fue crítico del arte y promotor de la creación de la Galería de Arte Nacional. Sus pensamientos, inmortalizados en sus escritos, mantienen su legado.

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