- En un comunicado, la prensa mexicana criticó la inacción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. “Las llamadas de alerta y auxilio de Armando no fueron escuchadas”, dijeron
Armando Linares aparece frente a una cámara. El periodista, editor del portal Monitor Michoacán, de México, viste de negro: está de luto. El medio, explica, desde hace semanas recibe amenazas de muerte. “Finalmente, estas amenazas se cumplieron y el día de hoy asesinaron a uno de los miembros de nuestro equipo”. Es 31 de enero de 2022 y se refiere a Roberto Toledo, cuarto periodista asesinado en México en el año. Sobre el escritorio solo hay un micrófono, una libreta, un lapicero y un teléfono celular. Es acaso esa su mejor –y única– arma, asegura. Y advierte: “Vamos a seguir denunciando corrupciones aunque la vida se nos vaya en ello”.
Hace unas semanas, el periodista Armando Linares, informaba sobre el asesinato de Roberto Toledo.
— Azucena Uresti (@azucenau) March 16, 2022
Esta tarde, hombres armados asesinaron a Linares en su domicilio. pic.twitter.com/rHpwAZGG3F
“Las llamadas de alerta y auxilio de Armando no fueron escuchadas”, escribieron sus colegas en un comunicado difundido el martes tras el atentado y dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador. “Las autoridades fueron omisas”, señalan. En el escrito, los reporteros exigen al gobierno “tomar con toda la seriedad debida los asesinatos, agresiones y violaciones de derechos” contra periodistas en el país. “La rabia, impotencia e indignación no encuentran ya palabras frente a los homicidios de periodistas que se acumulan en México y Michoacán”, añadieron.
Ocho disparos, ocho asesinatos
Medios locales informaron que a Linares le dieron de ocho disparos frente a su familia. Armando Linares ya había denunciado amenazas en su contra desde 2019, debido a que era un periodista crítico en Zitácuaro y responsabilizaba al fiscal del Estado, Adrián López Solís, de actos de corrupción y amedrentamiento.
El periódico El Sol de Morelia asegura que Linares se había acogido al Mecanismo de Protección a Periodistas “pero por solo unas semanas y después desistió de la protección”.
Según la ONG Artículo 19, del inicio de año hasta la fecha en México hay seis periodistas asesinados por su labor periodística. Linares sería el octavo. Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha informado nada sobre este crimen, que representa el segundo contra un comunicador en Michoacán en lo que va de 2022.

Desde el año 2000 hasta la fecha, Artículo 19 ha documentado 151 asesinatos de periodistas en México, en posible relación con su labor profesional. Pero más del 95 % de los crímenes en México acaban en la impunidad. La ONG apunta además a que el 40 % de los asesinatos recaen en funcionarios públicos.
La inacción del gobierno
A medida que la cifras de periodistas asesinados aumenta, la prensa y la comunidad internacional presionan al gobierno de López Obrador para que investigue y tome acciones para frenar la ola de asesinatos. No obstante, las respuestas del presidente mexicano de momento no parecen ir más allá de las solidaridades.
La prensa ha puesto de manifiesto que el mecanismo de protección al que se acogen los periodistas amenazados es utilizado también por “voceros de narcos que aspiran a protección policial”. López Obrador anunció que ese programa ya se está revisando y que habrá información en breve sobre ello.
La respuesta de AMLO, sin embargo, es confrontativa en contra de sus críticos. El jueves 10 de marzo, el Parlamento Europeo (PE) condenó las amenazas, el acoso y el asesinato de periodistas y defensores de los derechos humanos en México e instó a que estos crímenes se investiguen de manera “rápida, exhaustiva, independiente e imparcial”. En una dura carta, el mandatario mexicano tachó a los eurodiputados de “borregos”, y denunció “la corrupción, hipocresía e injerencismo” del PE.

El gobierno de Estados Unidos criticó en febrero la ola de violencia y las condiciones de trabajo de los reporteros mexicanos. El secretario de Estado Antony Blinken expresó en Twitter que eran “preocupantes” las amenazas que reciben.
En la “mañanera” del 16 de febrero, un grupo de periodistas decidió no hacer preguntas en solidaridad a los colegas asesinados. Al día siguiente, desde Tijuana, una reportera con voz llorosa nombró uno a uno a los asesinados, mientras sus compañeros decían “presente”, en homenaje a ellos.
Con información de EFE.