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- El venezolano oriundo de Puerto Ordaz consiguió una de las notas más altas en el exámen de admisión para optar por la especialización médica en España. Su puntuación 94,29 le convirtió en uno de los mejores 50 estudiantes que aplicaron a este examen en toda España
Juan Goncalves tiene casi ocho años fuera de Venezuela. Emigró hacia España sin saber que finalmente cumpliría su sueño de graduarse de médico. Fue en ese país donde ha logrado destacarse y recientemente, con el objetivo de especializarse en Otorrinolaringología, obtuvo una de las notas más altas en el exámen MIR, la prueba de evaluación para acceder a la especialización médica en España.
Juan, de 27 años de edad, es oriundo de Puerto Ordaz (estado Bolívar). Comentó en exclusiva para El Diario que cuando emigró del país no sabía si tendría el tiempo necesario para poder estudiar Medicina. Él viajó a España con la intención de ayudar a su hermana mayor a cuidar a sus sobrinos. Sin embargo, estando en Burgos, una conversación con su familia lo alentó a que finalmente diera el paso para aplicar por el examen de admisión de la carrera que no pudo continuar en Venezuela.
Él comenta que, como todo estudiante, a veces sus notas han sido bajas o regulares, pero Juan dice que cuando se propone alcanzar una meta hace todo lo posible para lograrla. En el año 2013, en el examen de Medicina en la Universidad de Los Andes (ULA, Mérida), obtuvo la nota más alta que lo posicionó como el número 1 de todas las aplicaciones para ese año.
A pesar de esto, debido a las protestas antigubernamentales del año 2014, las clases durante su primer año de estudio fueron suspendidas y la casa de estudios muchas veces se encontraba en paro estudiantil. Él explica que debido a esta situación nunca pudo iniciar su primer año de Medicina.
“Yo estaba muy emocionado porque había quedado de primero y había trabajado muy duro para lograr ese resultado. La otra cara de la moneda era que había conseguido ese primer objetivo, pero no iba a poder estudiar por los paros y huelgas que se realizaban para ese momento. Llegó un momento en que las autoridades de la universidad comunicaron que todos los estudiantes tenían que repetir ese año. Yo decidí renunciar a la carrera”, indicó Juan.
Pensó que lo mejor era optar por la segunda carrera que estaba asociada a lo que más quería hacer en un futuro y se mudó a Ciudad Bolívar para estudiar Enfermería en la Universidad de Oriente (UDO). Seis meses después, regresó a su casa, en Puerto Ordaz. Él comenta que no se sentía cómodo por la inseguridad de la zona y finalmente le desmotivó cómo era la carrera. En noviembre de 2014, Juan viajó a España para reencontrarse con sus dos hermanas mayores.
Ocho meses de estudio valieron la pena
La familia de Juan le propuso que lo mejor era intentar aplicar para el examen de ingreso a la universidad. En España, para optar a estudios superiores, los aspirantes se inscriben a un test general llamado EBAU y dependiendo de sus resultados es que pueden elegir la casa de estudios de su preferencia. Mientras más alta es la nota, más oportunidades existen.
Juan se preparó durante ocho meses para esta prueba. Asistió como oyente en muchas clases al colegio Conde Diego Porcelos, mientras que en las mañanas ayudaba a su familia y cuidaba de sus sobrinos. Así se repartía su tiempo.
El día que revelaron los resultados del examen de admisión, Juan no lo podía creer. Recuerda que su nota fue un 12,794 de 14 puntos, la máxima calificación dentro del EBAU. Él bromea diciendo que a pesar de ser una nota alta, tiempo después se enteró de que estuvo a tres cupos de quedarse fuera de la selección para ese año. Finalmente, a raíz de este resultado, pudo ingresar a la Universidad de Valladolid para finalmente estudiar y alcanzar su sueño: ser médico.
La nueva meta
Juan indicó que eligió esa casa de estudios para aligerar costos y porque podía vivir con una de sus hermanas. Así empezó la carrera que siempre quiso. Admite que no ha sido fácil y que se requiere de mucho sacrificio y dedicación, dos valores que siempre, comenta, sus padres le enseñaron desde que era muy pequeño.
Fue esta mentalidad la que llevó a Juan a trazarse un nueva meta y era obtener una nota alta para poder decidir el hospital donde quisiera estudiar la residencia en lo que ya había decidido: la Otorrinolaringología. Y así fue. En el examen MIR obtuvo una puntuación 94,29 y se convirtió en el número 44 de 12.000 estudiantes que aplicaron en toda España. Este test, además, es uno de los más complicados y difíciles, pues está compuesto de 184 preguntas.
Ahora el siguiente paso para Juan es decidir en qué universidad le gustaría empezar su residencia, pues este año solo se van a ofertar 102 plazas en todos los hospitales de España. Lo otra cosa que también está decidido es que se piensa a mudar a Madrid. “La elección del hospital en el que voy a estudiar, es algo que todavía no tengo claro. Estoy peleando ingresar a dos de los tres grandes, que son Hospital de La Paz y el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ambos en Madrid”, agregó.
Juan Goncalves considera que, como migrante, la vida siempre es más difícil, pero lo importante es nunca desistir en el objetivo de lograr el sueño que se tiene desde pequeño. Sus obstáculos fueron grandes, pero cree que el sacrificio y la dedicación han valido la pena para materializar la vida que siempre deseó. Aunque nunca estuvo en sus planes ser médico. Ya logró su título en Medicina en España. Ahora va por la especialización.
