- La cinta venezolana dirigida por Carlos Caridad Montero estuvo presente en el Marché Du Film de la edición 75 del Festival de Cannes en Francia y se prepara para iniciar su recorrido por otros festivales internacionales
Luego de dar un paso por el Marché Du Film de la edición 75 del Festival de Cannes, en Francia, la película “Hijos de la revolución” del cineasta venezolano Carlos Caridad Montero se prepara para exhibirse en los festivales de San Sebastián, Miami y Boston. Luego se estrenará formalmente en las salas de cine latinoamericano a principios de 2023.
El filme, que según su director busca apartarse de los “clichés”, expone una historia de amor entre dos jóvenes, Laura y Tomás, quienes nacen la noche del 4 de febrero de 1992, el día en que Hugo Chávez lidera un intento de golpe de Estado contra el gobierno del entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez.
Los protagonistas viven en contextos socioculturales distintos y en familias que creen en diferentes tendencias políticas. En un momento de su vida se relacionan. Cuando esto ocurre, ambos quedan inmersos en una serie de conflictos que los llevan a vivir al límite.
La cinta fue producida en un año y medio, se rodó entre abril y mayo de 2021, y se encuentra en la fase final de posproducción. Llegó al festival francés gracias a la plataforma que apoyó a los creadores audiovisuales, Venezuela Film Hub. Este grupo recibió al menos 180 proyectos y seleccionaron 20 proyectos, entre esos “Hijos de la revolución” y otros entre largometrajes, cortometrajes y guiones venezolanos.
“Es una película que tienen que ver todos los venezolanos. Es conocer de primera mano nuestra historia y mover las fibras. Que la misma ciudadanía se vuelva a conectar con ese desencanto que hay por la política”, destacó Amaury Mogollón, director de AP Films y productor del largometraje.
Las dos historias dentro de “Hijos de la revolución”
La película “Hijos de la revolución” se propuso resumir los últimos 25 años de la vida sociopolítica venezolana. Contar la “crisis” que arropa al país es una idea recurrente en distintos creadores audiovisuales, sin embargo, detrás del filme dirigido por Carlos Caridad Montero, existe otra historia que funge de valor agregado al proyecto.
La idea surge de las vivencias del venezolano Amaury Mogollón, quien también es consultor, estratega político y director de AP Films. El productor de “Hijos de la revolución” inició el proyecto luego de salir de un proceso de depresión, y lo hizo inspirado por lo que vivió meses atrás. Su padre murió de cáncer de lengua. Mogollón indicó que la situación se complicó luego del inicio de la pandemia por covid-19, cuando no pudo ayudarlo como deseaba debido a que él se encontraba radicado en otro país.
Tras salir del proceso depresivo, buscó mantener su mente ocupada. Entre las ideas que tenía en mente, la de hacer una película fue la que más le atrajo. Luego contrató a un guionista para que lo ayudara a crear una historia que esté ligado a su proceso y a su vez rindiera homenaje a la memoria de su padre, a su mamá y al barrio donde creció.
Trabajar en equipo en tiempo récord
Carlos Caridad Montero y Amaury Mogollón se conocieron a través de otro productor. Tras una serie de conversaciones inició la tarea de trabajar en tiempo récord y hacerlo con financiamiento propio, al estilo de cine independiente. “Es un honor a la memoria de mi padre y los venezolanos que nos consideramos hijos de la revolución”, destaca Mogollón.
Montero, por su parte, considera que todavía no ha desarrollado una película propia, a pesar de que tiene en su haber cortos y largometrajes como “3 Bellezas” (2015). No obstante, las cintas que ha dirigido y producido le han brindado la oportunidad de aportar su visión a las historias.
Carlos Caridad pudo negociar con Amaury su visión sobre “Hijos de la revolución”. Relata que el productor respetó las propuestas y las decisiones actorales aunque estaba consciente que se estaba contando una historia que estaba ligada a la vida de Mogollón. El corazón de “Hijos de la revolución” no mutó.
“Buscaba abordar la historia contemporánea venezolana desde el 4 de febrero de 1992, cuando sale Hugo Chávez a dar el golpe de estado, hasta las manifestaciones de marzo de 2017. Quería resumir 25 años en esta historia”, explicó Amaury Mogollón. Se decantó por la idea luego de recibir una pregunta constante en su recorrido por Latinoamérica: ¿qué pasó en Venezuela?
Reformulando ideas
Montero tomó el guión original y lo modificó para poder contar una historia verosímil, algo clave en el cine. Se introdujo la visión de los personajes desde las distintas clases sociales. “Dije, voy a contar la historia desde ese punto de vista de las familias que sufren y viven la polarización”, señala el director.
Eso le permitió construir personajes universales, con los cuales, cualquier persona en el mundo puede identificarse. Otro de los aportes que hizo fue el contar directamente lo que estaba sucediendo con apoyo del material audiovisual de archivo para que fuera parte de la narrativa de la película.
Personajes que muestran el lado humano en un contexto complejo
Caridad Montero se inspiró viendo películas relacionadas con la caída de la Unión Soviética, cuando distintos cineastas empezaron a contar historias de “pequeños personajes” viviendo “grandes momentos históricos”. Su objetivo fue crear una cinta que destacara lo humano y se alejara del discurso político.
Carlos no buscó lograr un equilibrio, ni objetividad con “Hijos de la revolución”, lo que sí destacó fue el resaltar las motivaciones de los personajes. Eso, junto con la otra serie de detalles que trabajó en la historia, hacen que la gente empatice con las historias de los protagonistas, cuenta el creador audiovisual.
“Aunque yo pueda no estar de acuerdo con algunas decisiones que toman esos personajes porque no me representan en la mayoría de los casos, las que debo respetar porque la están tomando ellos. Al verlos dentro de un contexto como el venezolano, uno los llega a entender y muchas veces a perdonarlos. Creo que entender eso es clave para entender los conflictos históricos, sobre todo ahora que estamos viendo visiones muy radicalizadas”, subraya el director.
Rodar en pandemia, una experiencia compleja pero enriquecedora
El rodaje de “Hijos de la revolución” duró un mes, entre abril y mayo de 2021. La película es protagonizada por los actores Mauricio Celimen como Tomás y Naomi De Oliveira como Laura. Además, participan actores destacados del teatro venezolano. Sus creadores también revelaron que pudieran aparecer en cameo apariciones destacadas de personajes de trayectoria en la industria del entretenimiento venezolano.
Para el director, el proceso de rodaje fue enriquecedor y asegura que el equipo fue el “acertado” debido a la disposición de trabajar en conjunto para sacar adelante “Hijos de la revolución” a pesar del contexto pandémico. Las semanas de rodaje tuvieron que ajustarse a los anuncios oficiales sobre el covid-19 para poder cumplir con el plan de rodaje.
Los siguientes pasos del filme
El director de la cinta se siente satisfecho al ver el resultado de la película. Considera que es extraño el ver la historia, ya que habla sobre acontecimientos cercanos. Resalta que “Hijos de la revolución” logra mostrar de manera humana la tragedia política y esa crisis política que ha ocurrido en el país.
Tras recibir elogios en Francia, la película se prepara para iniciar su recorrido por los festivales de cine más destacados, para luego estrenarse en los cines de Latinoamérica y Europa. Para Mogollón el cine venezolano resurgirá y volverá a ser lo que en su momento fue. Comenta que el público extranjero está ansioso de conocer la realidad venezolana en distintos formatos, siendo el cine el más atractivo para muchas personas.