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- Luego de su reunión privada en el Palacio de Miraflores, los mandatarios publicaron una declaración conjunta con los temas que conversaron. El texto afirma que estudiaron planes de cooperación comercial en la frontera, así como el apoyo del régimen de Maduro al cese bilateral al fuego entre el gobierno colombiano y el ELN
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunió el 7 de enero con Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores, en Caracas. Fueron tres horas de conversaciones a puerta cerrada, en las que ambos mandatarios aseguraron que hicieron una repaso por diferentes temas fundamentales para la relación bilateral de sus países.
Aunque la reunión no fue pública, tanto Petro como Maduro publicaron en sus redes sociales una declaración conjunta en la que revelaron los siete puntos abordados. Principalmente se trató el intercambio comercial entre ambos países, estudiando formas de optimizar el tránsito de personas y mercancías por la frontera. También el proceso de negociación que el gobierno colombiano sostiene con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el cual se ha desarrollado en Venezuela con el apoyo del régimen de Maduro, y con el que no hubo acuerdos para un cese al fuego en Año Nuevo.
“Los presidentes celebran las buenas relaciones y la comunicación permanente entre las dos naciones para el alcance de objetivos comunes”, finaliza la nota. Con esto, termina por concretarse el acercamiento entre los dos gobernantes izquierdistas desde la toma de posesión de Petro a la presidencia en agosto de 2021.
Alto al fuego
El primer punto de la declaración conjunta está relacionado con los acuerdos de paz con el ELN. “Venezuela como país garante apoyará al gobierno de Colombia en su objetivo por mantener el cese (al fuego) bilateral y la paz total”, establece.
Lograr la desmovilización de los grupos guerrilleros que todavía siguen activos en Colombia había sido una de las promesas de Petro durante su campaña. El 8 de agosto de 2022 anunció que iniciaría el proceso de diálogo con uno de los más grandes, el ELN. Algo que ya había intentado el entonces presidente Juan Manuel Santos en 2017, sin éxito. Para ello, Petro solicitó a Nicolás Maduro que Venezuela actuara como país garante, y el 5 de octubre se informó en una rueda de prensa en Caracas que la guerrilla retomaría la agenda planteada anteriormente por Santos. Así, las conversaciones entre ambas delegaciones iniciaron el 21 de noviembre en el hotel Humboldt, finalizando su primera ronda el 13 de diciembre.
A pesar de que este primer diálogo transcurrió satisfactoriamente, no evitó que hubiera roces posteriores con la guerrilla. El 15 de diciembre, el ELN anunció un paro armado en los departamentos de Chocó y Valle del Cauca, como respuesta por un ataque de presuntos paramilitares. Este terminó el 21 de diciembre, cuando el grupo declaró una tregua por Año Nuevo hasta el 2 de enero.
Petro aprovechó la situación, y el 31 de diciembre declaró un cese bilateral del fuego con diferentes organizaciones como el ELN, la Segunda Marquetalia, el Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada. El acuerdo estaría vigente hasta junio de 2023, con posibilidades de extenderse de haber señales de acercamiento con estas bandas.
Sin embargo, ese mismo día el ELN desmintió que hubiera llegado a un acuerdo con el gobierno para un cese al fuego. El comunicado obligó al ministro del Interior de Colombia, Alfonso Prada, a suspender el decreto el 4 de enero. Para ese entonces, ya se había terminado también la tregua de Año Nuevo, por lo que ambos bandos volvieron al mismo punto. Prada adelantó que la propuesta para el cese bilateral sigue en pie, y que se discutirá formalmente en el próximo ciclo de la mesa de negociación. De allí que en la reunión en Caracas, Petro pidiera a Maduro apoyo para convencer a los guerrilleros de aceptar esta oferta.
Puertas abiertas
Otro punto de la declaración de Petro y Maduro fue la instrucción a todas las autoridades regionales y municipales de ambos países para culminar el proceso de reapertura de todos los pasos fronterizos. De este modo, se espera normalizar por completo el tránsito de pasajeros y mercancías, tanto en vehículos particulares como en transporte público.
Esta medida se da una semana después de que se abriera el paso por el puente binacional Atanasio Girardot, el cual conecta la ciudad colombiana de Cúcuta con el pueblo venezolano de Tienditas (Táchira). A pesar de finalizar su construcción en 2016, debido a la inestabilidad diplomática entre Colombia y Venezuela nunca fue inaugurado. De hecho, el régimen de Maduro lo bloqueó con contenedores en 2019 para impedir la entrada de ayuda humanitaria por parte del gobierno interino de Juan Guaidó. Permaneció así hasta hace unos meses, cuando se retiraron al anunciarse su esperada apertura.
El puente de Tienditas abrió oficialmente el 1° de enero, sumándose a otras vías en Táchira como el puente Francisco de Paula Santander, restablecido el 8 de noviembre de 2022; o el puente Simón Bolívar, en septiembre. Sin embargo, todavía ninguno de los dos gobiernos se ha pronunciado sobre los otros pasos ubicados en los estados Apure y Zulia, los cuales técnicamente siguen cerrados.
Intercambio
Varios de los puntos discutidos por los mandatarios tuvieron que ver con el establecimiento de una agenda comercial y económica. Por ejemplo, en su segundo punto, destacaron el avance en la negociación del Acuerdo relativo a la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones. La declaración establece que este acuerdo busca facilitar las inversiones transfronterizas, sobre todo “la transferencia de tecnología, la formación de cadenas de valor agregado y el desarrollo productivo y sostenible” entre ambos países.
Por su parte, el punto 3 se refiere a la revisión del Acuerdo de alcance parcial N° 28, suscrito entre Colombia y Venezuela en la Cumbre de las Américas de 2011 y que rige su comercio binacional. En sus seis anexos originales fija un tratamiento arancelario preferencial entre ambas naciones, así como normas técnicas, sanitarias y fitosanitarias, reglas de origen, defensa comercial mutua y protocolos de solución de controversias.
La declaración agrega también el acceso a los mercados y un Acuerdo Marco de Complementación Económica. También informa que los cuerpos técnicos de ambas partes se reunirán el 27 de enero para discutir cualquier reforma de este acuerdo.
En su punto 5, la declaración también resalta que los gobernantes acordaron “promover conjuntamente convenios de complementación binacionales agropecuarios, industriales y de servicios, así como de desarrollo de la infraestructura, con especial énfasis en el desarrollo sostenible de las zonas de la frontera”.
Proyectos conjuntos
Los dos últimos puntos de la agenda trataron sobre la futura cooperación entre Colombia y Venezuela en proyectos de infraestructura. Estos se desarrollarán puntualmente en campos como “conectividad, energía y producción y procesamiento de alimentos”.
“Se creará una comisión técnica para construir y formular proyectos de conectividad entre el Mar Caribe y el (océano) Pacífico colombiano”, resalta el punto 7.
Estas iniciativas parecen ir en sintonía con un plan de 16 proyectos presentado por una delegación conjunta al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en diciembre de 2022. No obstante, esas iniciativas presentadas se enfocan más en áreas como la agroindustria, petroquímica, transporte y turismo. De acuerdo con el portal colombiano Portafolio, entre los planes concretos estaría la producción de 120.000 hectáreas de palma aceitera y 4.250 hectáreas de caña de azúcar entre el Norte de Santander y Táchira.
