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- El vocero de la organización, Martin Griffiths, calificó los sismos como una de las peores catástrofes de la humanidad
Martin Griffiths, jefe de los servicios humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alertó el domingo 12 de febrero que la cifra de muertos por los terremotos de Turquía y Siria podría ascender a 50.000.
El representante de la ONU hizo la estimación en una entrevista al canal de televisión Sky News, donde confirmó que el número de fallecidos es de al menos 33.000.
“Creo que es difícil estimar (los fallecidos) con precisión ya que hay que llegar hasta debajo de las ruinas, pero estoy seguro de que se van a duplicar o incluso más. Es el terremoto más desastroso en 100 años”, afirmó.
Detalló que en territorio turco se han contabilizado 29.605 personas fallecidas y al menos 80.000 heridos; mientras que en Siria, se registraron hasta el momento 3.575 muertos y la cifra de heridos ronda los 5.300.
Griffiths aseguró que más de 870.000 personas necesitan ser reubicadas en refugios, donde también se necesitará alimento y ropa para proteger a los damnificados del frío del invierno.
El representante de la ONU también agradeció el esfuerzo de los rescatistas enviados por la comunidad internacional para hallar sobrevivientes entre los escombros.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que casi 26 millones de personas han sido afectadas por el terremoto, por lo que la institución pidió a las naciones donar dinero para cubrir los 42,8 millones de dólares para suplir las necesidades sanitarias.
La ayuda humanitaria no ha llegado a toda Siria
El jefe humanitario reconoció que la ONU le falló a Siria, debido a que la ayuda humanitaria no ha podido cubrir todo el país.
“Hasta ahora le hemos fallado a la gente en el noroeste de Siria. Con razón se sienten abandonados, buscando ayuda internacional que no ha llegado”, afirmó a través de sus redes sociales.
Desde el seísmo del pasado lunes, el grupo de rescatistas Cascos Blancos denuncia que no ha recibido ayuda de las Naciones Unidas en las zonas opositoras del noroeste de Siria, de difícil acceso puesto que solo se puede llegar por un único paso fronterizo, el de Bab el Hawa, que conecta Turquía con la provincia siria de Idlib.
Incluso el líder del grupo de rescatistas, Raed Saleh, dijo el viernes 10 de febrero que “la burocracia de la ONU participó en la matanza del pueblo sirio”.
Actualmente, la ONU y sus socios humanitarios solo están autorizados a usar el paso de Bab al Hawa para entregar ayuda desde el exterior a la población de zonas bajo control rebelde, donde millones de personas dependen de la asistencia internacional.
Esto sucede porque, desde el Consejo de Seguridad, Rusia ha ido obligando a recortar el número de cruces disponibles hasta dejarlo solo en uno, ya que el gobierno sirio -gran aliado de Moscú- insiste en que todas las operaciones deberían llevarse a cabo desde su territorio y considera que la entrada de ayuda desde Turquía viola su independencia e integridad territorial.
Turquía declaró tres meses de emergencia en zonas afectadas
Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, declaró el sábado 11 de febrero tres meses de emergencia en las 10 zonas más afectadas por el terremoto que afectó al país.
El presidente turco confirmó que se destinarán 5,3 millardos de dólares para atender la emergencia humanitaria.
De acuerdo con Ergonat, los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 son los peores fenómenos naturales que han ocurrido en el país.
Con información de EFE
