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- La Procuraduría General de Colombia publicó un informe que detalla la situación de las personas que se arriesgan a cruzar por la selva para llegar a Estados Unidos
El cruce por la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, para llegar a territorio estadounidense, ha impactado en la realidad de miles de venezolanos. Sin embargo, quienes migran de esta forma en busca de un mejor futuro se enfrentan a distintos peligros, incluida la violencia.
Un informe publicado el 19 de febrero por la Procuraduría General de la Nación de Colombia, alertó sobre los diferentes flagelos a los que se exponen los extranjeros durante su paso por Cúcuta y el Tapón del Darién.
Entre los peligros a los que son exponen están la trata de personas, xenofobia, microtráfico, abandono estatal, explotación sexual y laboral.
La institución enfatizó que por esta ruta han transitado al menos 2,7 millones de personas, en su mayoría de nacionalidad venezolana, pero también procedentes de Haití, Cuba y de Afganistán, según un monitoreo que ha realizado el ente público desde 2021.
Resaltó que solo en 2022, un promedio de 160.000 migrantes cruzaron la selva del Darién. Allí no solo tuvieron encuentros con animales salvajes, sino que también convivieron con los grupos armados que controlan el tránsito de los migrantes y que ejercen toda clase de violencia.
El organismo acotó que inició el monitoreo de la situación de los migrantes desde principios de 2021 con el fin de identificar las necesidades de protección internacional, riesgos contra sus vidas y las dificultades de accesos a servicios.
Frontera con Venezuela
De acuerdo con datos de Migración Colombia publicados en septiembre de 2022, por la frontera entre Cúcuta (Colombia) y Táchira (Venezuela) cruzaron un promedio de 23.000 venezolanos diariamente.
Algunas de las personas viven en Venezuela pero trabajan o estudian en Colombia, mientras que el resto forman parte del éxodo y 25 % de ellos están en el país en situación migratoria irregular.
Hallazgos y denuncias
La Procuraduría de Colombia halló en los municipios de Urabá antioqueño y Chocoano la presencia de grupos de familias con niños que permanecen en las zonas más de 10 días, en espera de poder continuar con el recorrido hacia Centroamérica y Norteamérica.
Constataron que estas familias no cuentan con recursos económicos para alimentarse adecuadamente ni mantener su salud, lo que ha multiplicado los cuadros de desnutrición entre los niños, niñas y adolescentes.
Denunciaron los abusos por parte de compañías de transporte que estarían cobrando tarifas muy altas a los migrantes para ser trasladados a la frontera.
Ante estas situaciones de precariedad a la que se enfrentan los extranjeros, el Ministerio Público de Colombia sostuvo varias reuniones con diferentes entidades del gobierno colombiano para establecer compromisos que resuelvan la crisis migratoria.
