• Juan Vicente Pérez Mora ostenta el título del super centenario de más edad en el mundo. Consiguió tal hazaña hace dos años, cuando la organización Guinness lo certificó como tal

Juan Vicente Pérez Mora se convirtió en el hombre más longevo del mundo en 2022, cuando tenía 112 años y 354 días de edad. Este 27 de mayo cumplió 114 años de edad con buena salud y rodeado de sus hijas, quienes lo cuidan y atienden en el pueblo que lo vio crecer y llegar a su vejez: San José de Bolívar, en el estado Táchira.

Como antesala a la celebración de su cumpleaños, el 25 de mayo, una agrupación musical se acercó a su residencia en la capital del municipio Francisco de Miranda para rendirle homenaje.

El venezolano Juan Vicente Pérez, el hombre más longevo del mundo, celebra sus 114 años de edad

Mientras que el 27 de mayo, día en que arriba a un año más de vida, sus hijas realizarán una eucaristía en su honor a las 3:00 pm en la iglesia del pueblo, en compañía de sus familiares, amigos y conocidos. Es probable que autoridades regionales y medios de comunicación asistan a la misa.

“Eso es lo que yo le tengo organizado, si hay algo más será sorpresa pero por mi parte es solo eso”, precisó su hija María Elena Pérez en exclusiva para El Diario.

“Mi papá es un hombre fuerte”

Don Vicente, como le dicen de cariño en su círculo más cercano, no sufre de ninguna patología pese a su avanzada edad y es un “hombre fuerte”, según describió María Elena.

Solo le damos vitaminas, ácido fólico y ese tipo de productos para mantener sus defensas altas pero de salud está muy bien gracias a Dios”, agregó.

Respecto a sus revisiones médicas, María Elena contó que hay un doctor en el pueblo que cada cierto tiempo lo visita y chequea directamente en casa, pues llevarlo a consulta con un especialista se hace más complicado para ella y sus hermanas, por factores como el traslado y el dinero.

Con los años, don Vicente ha perdido la fluidez y soltura al momento de hablar. María Elena asegura que sí pronuncia palabras pero “casi no se le entienden”, mientras que su capacidad auditiva se mantiene en buenas condiciones.

“Él escucha lo que le dicen pero hay que hablarle fuerte y cerca del oído para que logre entender bien”, apuntó su hija.

El día a día de Juan Vicente

Juan Vicente siempre fue un hombre madrugador, hábito que no ha abandonado a pesar de su vejez. Si bien se despierta temprano todos los días, se queda en la cama hasta las 8:00 am aproximadamente. Se levanta, alguna de sus hijas lo ayuda a asearse, a trasladarse de una habitación a otra y a eso de las 8:30 am desayuna.

Luego de comer, lo llevan a su cuarto y se dispone a rezar. A lo largo de su vida ha sido un hombre creyente y devoto de la religión católica.

“En el transcurso de la mañana se toma medio litro de agua, luego llega la hora del almuerzo, la merienda es a las 3:00 pm; cena a las 5:30 pm y después se acuesta a descansar. Así hasta el día siguiente”, dijo María Elena.

Esa es la rutina de don Vicente, que solo sufre cambios cuando llega visita a la casa y entable diálogo con ellos. De lo contrario, su jornada transcurre entre la religión, el descanso -aunque no le gusta dormir en el día- y sus horarios para alimentarse.

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“Él come de todo”

Don Vicente no ha perdido el apetito y el gusto por la comida. Sus hijas aseguran que “come de todo”, pero lo que más disfruta son los pasteles, las hallacas, el mondongo y el aguacate. Esos son sus alimentos favoritos.

Desde que se popularizó por su longevidad, surgió una interrogante en torno al secreto para vivir tantos años. Él aseguraba que un “palito” de miche todos los días era la clave para convertirse en un super centenario. Sin embargo, al preguntarle sobre ese tema a su hija María Elena lo desmintió y dijo que era una broma que él quiso hacer.

“Antes tomaba un palito de cualquier cosa pero ahora no toma ni poquito, ni mucho: nada. Pero decía que era una broma lo de la copita de miche porque un sobrino hablaba mucho con él de eso (del miche). Realmente para que él se mantenga así es necesario acostarse temprano y comer sano”, aclaró.

Las hijas a cargo de su cuidado

Don Vicente tuvo 11 hijos fruto de la unión con Ediofina, la mujer con quien compartió su vida y formó una familia. No obstante, 5 de ellos ya fallecieron y quedan con vida 3 hembras y 3 varones.

María Elena, María y Nélida Pérez son quienes velan por el cuidado y las atenciones que requiere su padre, Juan Vicente. Las tres son personas de la tercera edad, viven en San Cristóbal (capital del estado Táchira) y deben turnarse para ir hasta San José de Bolívar y acompañarlo.

“Las tres nos organizamos, corremos con todos los gastos de mi papá. Cada una está por tres o cuatro meses con él”, explicó María Elena, quien en estos momentos se encuentra con su padre.

Ellas son pensionadas, no tienen empleo y, por ende, no cuentan con mayores ingresos económicos para solventar todas las necesidades que se puedan presentar en sus hogares y con Juan Vicente, quien es una persona de edad avanzada que requiere atenciones y cuidados especiales, los cuales exigen un gasto que no pueden cubrir a cabalidad.

“Nosotras estamos solas, no tenemos esposos, una está separada y las otras dos somos viudas. Los gastos los solventamos como Dios socorra, poco a poco”.

Aunado a ello, sus tres hermanos viven en San José de Bolívar pero son personas con condición especial, no trabajan y dependen de ellas para cubrir sus necesidades básicas de alimentación.

La ilusión del récord Guinness

Tras la certificación de don Vicente como el hombre más longevo del mundo por parte del Guinness World Records, comenzó a correr un rumor en el pueblo de presunto financiamiento a Pérez y su familia por parte de la organización. No obstante, su hija María Elena desmintió rotundamente dicha información.

Las personas que consiguen un récord Guinness no obtienen una remuneración económica por dicha hazaña. Únicamente se les entrega un certificado oficial que valida el récord alcanzado.

La gente dice que nos llegan muchos dólares, línea blanca y demás, eso es mentira, a nosotros no nos llega nada, ni dinero, ni electrodomésticos ni mucho menos”, puntualizó María Elena.

Asegura que antes de obtener el récord muchas personas de la zona les colaboraban con alimentos e insumos para don Vicente pero, tras hacerse público el reconocimiento como el hombre más longevo del mundo no volvieron a recibir ningún aporte.

“La Lotería del Táchira nos daba un mercadito pero toca pedirlo, traerlo desde San Cristóbal y se nos complica porque ninguna de las hermanas tenemos carro ni dinero. Una sola vez pudimos buscarlo, de resto nada”, expuso María Elena.

En cuanto al aporte de autoridades regionales contó que, en 2022 tras conocerse la noticia del récord Guinness y por su cumpleaños número 113, mandaron a pintar el frente de la casa de Juan Vicente, el patio y su habitación. Además, donaron dos colchones para sus hermanos, pero tuvo que desecharlos porque al cabo de un tiempo se dañaron.

El venezolano Juan Vicente Pérez se convirtió en el hombre más longevo del mundo
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Desde entonces, no han recibido otro tipo de colaboración ni por parte de entes gubernamentales, ni de organizaciones o instituciones independientes. Todos los gastos de su padre corren por cuenta de ella y sus hermanas, quienes viven en una constante búsqueda de alternativas para sortear la situación económica que atraviesan.

Pese a esas limitaciones, María Elena y sus hermanas no han abandonado a su padre, Juan Vicente, en ningún momento. Desearían contar con mayor apoyo, sobre todo para cubrir la alimentación óptima y atención médica de calidad que una persona de 114 años amerita.

Pero dejando de lado esos infortunios, las tres están comprometidas y entregadas con su cuidado, se sienten orgullosas de don Vicente, de que arribe a un año más de vida gozando de buena salud, de que sea el hombre más longevo del mundo y de que ellas estén ahí para acompañarlo y celebrar la vida junto a él.

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