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- Adquirir un apartamento en la capital puede convertirse en un proceso extenso e inaccesible para muchos debido a sus elevados precios. En El Diario hemos analizado detalladamente los costos de los inmuebles en distintas zonas tras consultar con varios expertos
Los precios de los apartamentos en Caracas, Venezuela, experimentan variaciones significativas, influenciadas por diversos factores operativos y de administración que se rigen en el mercado inmobiliario.
La ubicación se erige como uno de los pilares fundamentales que determinan el valor de una casa o apartamento. Viviendas ubicadas en sectores con fácil acceso a transporte público, centros comerciales y zonas recreativas tienden a ver incrementos, mientras que aquellos con limitaciones en estas áreas pueden experimentar descensos.
Miguel Morrone, asesor inmobiliario con experiencia en el mercado venezolano, explicó para El Diario que cualquier propiedad en venta en Caracas está valorada a partir de los 16 mil dólares. Morrone también destacó que la demanda y la oferta se entrelazan con la dinámica económica local, por lo tanto existen diferentes factores que influyen en el precio final de un inmueble.
Las características principales son el metraje, número de habitaciones, cantidad de baños, puestos de estacionamiento y condiciones del inmueble y del edificio. También influye si el propietario está vendiendo la vivienda en obra gris o amueblada.
“El mercado inmobiliario del país es muy cambiante desde finales de 2022. Lo que determina el valor de la propiedad son los metrajes, pero no se trata del único factor. También importa su ubicación, las condiciones y el entorno”, dijo el especialista.
El equipo de El Diario consultó a dos asesores inmobiliarios para conocer los precios de los inmuebles (2 habitaciones y 1 baño) en distintas zonas de Caracas.
Gastos administrativos elevan los costos de la compra de un inmueble
El proceso de venta de inmuebles en Caracas implica considerar los gastos administrativos que influyen en el precio final. Esto abarca la comisión de la inmobiliaria y los costos asociados a la redacción y visado del contrato de compra, cifrados en aproximadamente 200 y 300 dólares. Estos factores contribuyen al aumento del precio, llevando a muchos propietarios a negociar con las inmobiliarias para reducirlo y facilitar la venta de la propiedad.
Un asesor inmobiliario, quien optó por mantenerse en el anonimato, compartió que el proceso de venta puede extenderse entre 6 meses a 2 años. Esto se debe a la dinámica del mercado inmobiliario en Venezuela, donde la oferta supera a la demanda en propiedades en venta. Esta situación crea un proceso que puede prolongarse considerablemente, haciendo que los propietarios deban tener paciencia durante el tiempo que lleva concluir exitosamente la transacción.
Otro aspecto es que estos gastos administrativos no solo son una carga financiera, sino que también afectan directamente al tiempo que lleva completar el proceso de venta. En este sentido, numerosos propietarios optan por llegar a acuerdos con las inmobiliarias para reducir el precio de la vivienda. Este enfoque busca agilizar la venta.
“El proceso puede demorar e incluso muchas personas desisten de vender sus propiedades por el tiempo que puede tardar que una propiedad se venda. En algunos casos, algunas familias tienden a irse del país y dejar el inmueble en alquiler para así generar ingresos”, comentó la fuente.
Las prolongadas demoras en la venta de inmuebles generan un fenómeno notable en el mercado inmobiliario, impulsando un aumento significativo en la demanda de alquileres en comparación con las transacciones de ventas. La incertidumbre y la duración extendida de los procesos de venta han llevado a un cambio de preferencia hacia la opción de alquiler, que proporciona una solución más inmediata y flexible para aquellos en la búsqueda de ofertar su vivienda.
Un mercado poco accesible para los venezolanos
En el contexto venezolano, los precios de venta de inmuebles superan significativamente el salario mínimo, establecido en 3,6 dólares (130 bolívares). Esta disparidad crea una barrera considerable para que los empleados de la Administración pública accedan al mercado inmobiliario, dada la incompatibilidad entre sus ingresos y los elevados costos de las propiedades, impulsado principalmente por los altos índices de la inflación en divisas.
Inflación en Venezuela
El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) reveló que el precio del dólar aumentó un 106 % en 2023, cuando en 2022 subió un 281 %. Sin embargo, la institución subrayó que, pese a la desaceleración de la inflación, la tasa “sigue siendo alta”.
Los precios inmobiliarios en Venezuela han experimentado un aumento considerable en los últimos tiempos, lo que ha llevado a una situación en la que los salarios mínimos no pueden competir con la escalada de los valores de las viviendas. Aunado a esto, la imposibilidad de adquirir créditos bancarios para la adquisición de una propiedad hace que la población dependa exclusivamente de la opción de alquiler, inclusive de manera muy limitada.
La brecha no solo afecta la capacidad adquisitiva de los individuos, sino que también limita la movilidad social y la posibilidad de construir patrimonio a través de la propiedad inmobiliaria. En ese sentido, la vivienda, que debería ser un derecho universal, se convierte en un privilegio inalcanzable para una parte significativa de la población.
