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  • A juicio del embajador chileno Jaime Gazmuri, se trata de una medida “arbitraria, inédita, insólita, inesperada” por parte del gobierno venezolano | Foto principal: EFE

El embajador chileno en Venezuela, Jaime Gazmuri, junto a un grupo de diplomáticos de ese país llegó el 3 de agosto al aeropuerto de Santiago de Chile tras la orden de expulsión emitida por el presidente Nicolás Maduro.

“Lamentamos profundamente esta medida inédita que adoptó, de manera absolutamente injustificada, el gobierno de Nicolás Maduro (…). Habla muy mal de las prácticas diplomáticas de un gobierno, de un país latinoamericano”, afirmó el canciller chileno, Alberto van Klaveren, tras recibir a la comitiva que llegó desde Caracas

Por su parte, Gazmuri calificó la medida tomada por el gobierno de Venezuela como “arbitraria, inédita, insólita, inesperada”, ya que obligó a la diplomacia chilena a trasladar a todo el personal y sus familias en un lapso de tiempo corto.

Diplomáticos argentinos y chilenos regresaron a sus respectivos países luego de ser expulsados de Venezuela
El embajador chileno en Venezuela, Jaime Gazmuri. Foto: El País de España

“Yo quisiera destacar la calidad del trabajo que se ha hecho en estos años por normalizar las relaciones con Venezuela, que son siempre relaciones muy complejas, muy delicadas. Un país que sufre una crisis muy profunda”, apuntó.

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Además de Chile, Venezuela ordenó el retiro de sus embajadores en Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, además expulsó a sus misiones diplomáticas del país.

Tras el cierre de la Embajada de Venezuela en Santiago y la “suspensión indefinida” de todos sus trámites consulares, decenas de ciudadanos venezolanos llevan días apostados frente al edificio para obtener información sobre su situación migratoria y otros asuntos.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, fue uno de los primeros líderes internacionales en exigir transparencia en el recuento de votos y en cuestionar los resultados anunciados la madrugada del 29 de julio por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que declaró ganador a Nicolás Maduro, con el 51,2 % de los votos y el 80 % de las actas escrutadas.

Gabriel Boric: Exigimos total transparencia de las actas y del proceso 
Foto: EFE

El regreso de los diplomáticos argentinos

De la misma forma que fueron expulsados los diplomáticos chilenos, la representación de Argentina en Venezuela llegó el 3 de agosto a Buenos Aires tras conocerse la decisión del gobierno de Nicolás Maduro de expulsarlos del país.

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“Había que abandonar la residencia y la embajada en 72 horas. Un equipo de cinco diplomáticos, cada uno con sus familiares, en total 14 personas. Escuelas de los chicos que había que cerrar, alquileres que había que rescindir, autos que había que vender”, señaló Andrés Mangiarotti, encargado de negocios de la embajada argentina en Caracas, en diálogo con la prensa tras aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Buenos Aires.

El anuncio de Maduro se conoció la noche del 29 de julio, tras una serie de declaraciones del gobierno argentino y la decisión del presidente Javier Milei de no reconocer los resultados de los comicios presidenciales llevados a cabo el 28 de julio.

Denuncian que se mantiene la presencia policial a las afueras de la Embajada de Argentina en Venezuela 
Foto: EFE/ Henry Chirinos

De acuerdo con Mangiarotti, el clima previo a la elección era “tenso”, pero reconoció que no esperaban tener que “escapar” del país en tan poco tiempo y destacó que algunos diplomáticos debieron incluso abandonar viviendas en las que habían vivido los últimos 20 años.

El diplomático agregó que desde el día posterior a las elecciones, la residencia de la embajada argentina fue vigilada por la policía venezolana y sufrió “amedrentamiento”, y el corte del suministro de electricidad. Mangiarotti aseguró que en al menos una ocasión se presentaron móviles policiales durante la noche con gente armada y encapuchada.

“Fueron días bastante tensos para todo el equipo. Veníamos durmiendo tres horas”, describió el diplomático, que junto con el resto del personal de la embajada emprendió un viaje de más de 30 horas con escalas en la isla portuguesa de Madeira, otra en Lisboa y una última en Madrid, antes de partir rumbo a Buenos Aires.

Con información de EFE

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