- La ONG Plan Internacional señaló que entre los peligros en la selva del Darién se encuentran el tráfico y trata de personas | Foto: EFE
Los niñas, niños y adolescentes migrantes que cruzan la densa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, siguen enfrentando graves riesgos durante esta travesía, que hacen miles de personas buscando llegar a Norteamérica, de acuerdo con una evaluación difundida por la organización no gubernamental (ONG) global Plan Internacional.
Divulgada en el contexto del Día Internacional del Migrante, que se celebra cada 18 de diciembre, la Evaluación de Necesidades que Plan International realizó en los municipios colombianos de Turbo y Necoclí revela la persistencia de estos “riesgos críticos de protección” que enfrentan los infantes, adolescentes y adultos que cruzan este paso fronterizo.
Tráfico y trata de personas, violencia basada en género, explotación sexual y laboral, reclutamiento forzado y uso y utilización por parte de grupos armados no estatales (GANE), están entre estos graves riesgos que encaran las familias en tránsito, principalmente las niñas, las adolescentes y las mujeres adultas, señala el estudio publicado el 16 de diciembre.
También la inseguridad constante, la separación familiar y el desconocimiento de las rutas migratorias agravan los problemas de salud mental como el estrés y la ansiedad, lo que afecta de manera desproporcionada a la niñez y la adolescencia, principalmente a la niñez no acompañada o separada.
Riesgos de protección
Pamela Escobar, vicepresidenta programática de Plan International en Colombia, dijo al respecto que las niñas, niños y adolescentes en movilidad humana forzada que transitan por la selva de Darién para llegar a Estados Unidos “se exponen a riesgos de protección como la explotación con distintos fines”.
“La mendicidad, el trabajo forzado y la explotación sexual son algunos de los riesgos que se agravan cuando permanecen en playa y calle hasta conseguir los recursos para continuar su tránsito. Esto por su situación de precariedad y vulnerabilidad, comprometiendo su bienestar e integridad, (por lo que) es crucial mantener nuestras respuestas humanitarias integrales para la niñez y la adolescencia”, destacó Escobar.
En el análisis de Plan Internacional, la violencia y el abuso, físico como sexual, son identificados como los riesgos más frecuentes, al igual que la carencia de recursos básicos “que salvan vidas como agua potable”, alimentos y elementos de higiene personal, y la inseguridad que se manifiesta en esta región en robos, estafas y extorsiones principalmente por los GANE.
La ONG precisó que la “interrupción de trayectorias escolares” de los niños y adolescentes es una preocupación que define como “crítica”, ya que puede derivar en rezagos en el proceso de aprendizaje, limitaciones en oportunidades futuras e incluso analfabetismo.
Piden medidas de protección
Plan Internacional acompañó el lanzamiento de su Evaluación de Necesidades con un llamado “urgente” para fortalecer los mecanismos de protección de la niñez y a garantizar una asistencia humanitaria integral, con un enfoque en salud mental, educación en emergencia y servicios básicos.
Esto habrá de tener en cuenta las necesidades humanitarias inmediatas de las niñas y los niños, y en particular, “las afectaciones y necesidades que enfrentan las niñas, las adolescentes y las mujeres jóvenes”.
La ONG subrayó la importancia de “proporcionar información clara sobre el tránsito”, los derechos migratorios y rutas de protección disponibles para las familias en movilidad humana.
En el último año, la organización ejecutó dos proyectos humanitarios en la región del Darién, entre Colombia y Panamá, para responder al aumento de los flujos migratorios mixtos y proteger a la niñez.
Estos proyectos han apoyado en la preparación y resiliencia de más de 10.000 personas migrantes en tránsito, especialmente mujeres embarazadas, madres lactantes y niños menores de 5 años de edad, según la ONG.