- Los expertos sugieren buscar atención médica si los síntomas persisten después de cambiar algunos hábitos
El reflujo gástrico es una afección que puede resultar incómoda para quienes la padecen. Se caracteriza por la sensación de ardor en el estómago, conocida como pirosis, que ocurre cuando el contenido del estómago regresa al esófago.
De acuerdo con el medio especializado WebConsultas, este fenómeno se produce debido a una alteración en el funcionamiento del esfínter esofágico, un músculo que actúa como válvula entre el esófago y el estómago.
Cuando este esfínter no se cierra adecuadamente, los jugos gástricos, que contienen ácido clorhídrico, pueden ascender hacia el esófago, causando irritación en su recubrimiento. Esta afección aparece por diversos factores como:
– Hacer comidas abundantes y ricas en grasas
– Tener exceso de peso
– Fumar
– Consumir demasiado café
– Tomar bebidas alcohólicas
– Padecer condiciones médicas gastrointestinales
El portal de salud MedLinePlus detalla los síntomas más frecuentes asociados al reflujo gástrico:
– Ardor en la zona del pecho después de las comidas o al acostarse
– Sensación de que el contenido del estómago regresa a la garganta con un sabor amargo o agrio
– Dolor torácico que puede confundirse con problemas cardíacos
– Dificultad para respirar.
Condiciones que provocan reflujo gástrico
La hernia de hiato puede provocar síntomas de reflujo gástrico ya que una parte del estómago se desplaza hacia arriba a través del diafragma y entra en la cavidad torácica. Esto debilita el esfínter esofágico inferior, facilitando el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago.
Otra condición es padecer de esofagitis, la inflamación del esófago que agrava aún más los síntomas. Al igual que la gastritis que puede alterar la producción de ácido y contribuir al reflujo.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) provoca un aumento en la presión intraabdominal debido a problemas respiratorios, lo que puede contribuir a la aparición de este padecimiento.
La diabetes, esclerosis múltiple, el síndrome del intestino irritable y el embarazo son otras condiciones que pueden favorecer al reflujo gástrico y el empeoramiento de sus síntomas.
Recomendaciones para aliviar los síntomas del reflujo gástrico
Los expertos de los medios consultados por El Diario recomiendan cambiar los hábitos de alimentación para aliviar los síntomas de esta afección.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud en Estados Unidos, las personas que han sido diagnosticadas por un médico especialista con reflujo gástrico deben evitar alimentos que puedan agravar los síntomas.
Los productos alimenticios que irritan el esófago o aumentan la producción de ácido estomacal son los cítricos, picantes, tomate, chocolate, ajo y cebolla.
Además de elegir los alimentos correctos, también mencionan que es importante prestar atención a las porciones. Comer en cantidades más pequeñas puede reducir la presión sobre el estómago.
Tratamiento médico para el reflujo gástrico
Los especialistas, específicamente gastroenterólogos, deben evaluar cada caso para aplicar el tratamiento que mejor se adapte al paciente con la receta de medicamentos antiácidos.
Si estos médicos no son efectivos y los síntomas son graves o afectan la calidad de vida, se puede considerar una intervención quirúrgica donde se envuelve la parte superior del estómago alrededor del esfínter esofágico inferior para fortalecerlo y prevenir el reflujo.
También instan a no acostarse inmediatamente después de comer, de hecho señalan que lo ideal es esperar al menos dos o tres horas antes de hacerlo para permitir que la digestión avance adecuadamente.
El control del peso es otro aspecto para el manejo de los síntomas del reflujo gástrico, debido a que la obesidad ejerce presión sobre el abdomen, lo que puede agravar los síntomas.
Por otra parte, aconsejan usar prendas holgadas para evitar la presión sobre el abdomen, reducir el estrés, dejar de fumar y limitar el consumo de bebidas irritantes como alcohol, refrescos o líquidos con gas.
En caso de que los síntomas no mejoren con el cambio de hábitos, los expertos recomiendan buscar atención médica especializada.