Una investigación realizada por la Universidad Católica de Valencia (España) demostró la relación entre el consumo de bebidas energéticas con el desgaste dental erosivo por sus altos niveles de cafeína, azúcar y otros ingredientes.
El estudio, liderado por la profesora de Odontología Laura Marqués, analizó cómo estas bebidas afectaron la salud dental en un grupo de 113 deportistas. Los resultados revelaron que su consumo contribuye a la pérdida de tejido dental.
El equipo de investigación se centró en evaluar el impacto del consumo de 67 tipos diferentes de bebidas en los hábitos alimenticios y la salud dental de los atletas. De los participantes, un 65 % eran hombres y un 35 % mujeres.
Las conclusiones del estudio indicaron que el patrón más común entre los consumidores, principalmente deportistas, es tomar estas bebidas antes del entrenamiento.
En términos de frecuencia, los investigadores observaron que un 40,7 % de las personas analizadas consumía bebidas energéticas o suplementos preentrenamiento entre tres y cinco veces por semana, mientras que un 37,3 % reportó ingerirlas una o dos veces por semana.
Consumo de bebidas energéticas en deportistas
Los atletas dedicados a deportes de resistencia mostraron una tendencia aún mayor, superando las seis ingestas semanales, resaltó el estudio.
El análisis reveló que los hombres tienden a consumir más este tipo de bebidas que las mujeres.
Otro aspecto relevante del estudio es la correlación entre la edad y el consumo de estas bebidas. En ese sentido, determinaron que los atletas mayores de 30 años de edad mostraron una mayor inclinación hacia su uso, siendo esta tendencia más pronunciada en hombres.
De acuerdo con el estudio, publicado el 31 de enero, este dato sugiere que a medida que los consumidores de bebidas energéticas envejecen, sus hábitos de consumo tienden a intensificarse, lo cual podría incrementar el riesgo de sufrir desgaste dental erosivo.
Recomendaciones para evitar el desgaste dental
Los investigadores concluyeron con algunas recomendaciones para los atletas, y personas en general, que son consumidores habituales de bebidas energéticas.
El equipo subrayó la necesidad de evaluar las bebidas energéticas no solo desde una perspectiva nutricional sino también desde el punto de vista de la salud dental.
Para lograr esto, propusieron aumentar la educación a través de campañas informativas sobre los riesgos asociados con estas bebidas, especialmente entre los atletas que pueden no ser plenamente conscientes del daño a su salud bucal.
Además, sugirieron implementar regulaciones estrictas sobre la publicidad dirigida a la población juvenil con el objetivo de mitigar el atractivo y el acceso a estos productos.
Otro de los consejos que los autores del estudio establecieron para contrarrestar los efectos nocivos del consumo frecuente de estas bebidas, es el uso regular de pastas dentales con flúor y calcio para proteger la salud bucal y prevenir la erosión dental.
Impacto de las bebidas energizantes en niños y adolescentes
El Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (CNYLM-AEP) alertó que el consumo de bebidas energéticas puede causar adicción y otros efectos negativos en los niños y adolescentes.
El comité compartió varios consejos después de que la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia propusiera un proyecto de ley que equipara las bebidas energéticas al alcohol y establece restricciones en su venta y consumo para menores de 18 años de edad.
En el comunicado, publicado el 20 de octubre de 2024, la CNYLM-AEP enfatizó que las bebidas energizantes no solo afectan la salud de los niños y adolescentes, sino también la de los adultos debido a los altos porcentajes de cafeína y azúcar.
“Muchas de estas bebidas se venden en envases de medio litro y la cantidad de cafeína que contienen equivale a más de dos cafés expresos, además de implicar un elevadísimo aporte de azúcares simples”, dice el documento.
La CNYLM-AEP especificó que el consumo de bebidas energéticas se asocia a los síntomas de irritabilidad, insomnio, cefaleas, ansiedad, falta de concentración, patologías metabólicas y cardiovasculares, como taquicardia o aumento de la presión arterial.
Además, la organización enfatizó que su consumo continuo puede producir adicciones, ya que el cuerpo genera tolerancia a estas bebidas, motivo por el que consideran que no debe ser consumido por niños y adolescentes.