Redes sociales: el medio de información para los migrantes que hacen rutas de retorno a sus países

El uso de TikTok y el “boca a boca” se han convertido en los guías de los extranjeros que no desean volver a atravesar la selva del Darién para regresar a sus países tras no poder llegar a Estados Unidos
Tahiana González
8 Min de lectura

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Muchos migrantes se guían por el “voz a voz” y las redes sociales para encontrar nuevas rutas por las que continuar su camino de retorno hacia Suramérica, después de ver truncado su sueño de llegar a Estados Unidos tras las nuevas restricciones migratorias del presidente Donald Trump.

En Panamá, el TikTok y el boca a boca los ha llevado hasta la zona costera de Palenque, un pueblo pesquero de la provincia caribeña de Colón, tras correrse la voz que desde allí partieron tres barcos gestionados por las autoridades panameñas con 180 migrantes con destino a la frontera con Colombia.

Decenas de ellos llegaron al lugar solo unas horas después de que zarparan las tres grandes embarcaciones de madera y cubiertas para cubrir largas distancias.

Este nuevo trayecto fue ideado aparentemente para evitar el peligro de los viajes en botes más pequeños, después de que el  22 de febrero naufragó una lancha en la que viajaban 21 personas con migrantes de Venezuela y Colombia. En el incidente murió una niña venezolana de 8 años de edad.

Sin embargo, tras la salida de los tres barcos de mayor tamaño, son ahora las lanchas con motores fuera de borda y con provisiones extras de combustible las que han tomado el relevo para el transporte de los migrantes, donde viajan con “mucho riesgo”.

EFE/ Bienvenido Velasco

El efecto de las redes sociales

Al igual que otros migrantes consultados por la agencia de noticias EFE, la venezolana Oscarli Pineda aseguró que se enteró de esta nueva ruta por el “voz a voz” y los comentarios por las redes sociales de otros que la habían utilizado.

“Normalmente uno se entera por TikTok, por las redes sociales”, explicó Pineda. Señaló que igualmente un amigo que estaba en Tapachula ya había pasado les comentó de la ruta.

Pineda llegó a Panamá tras iniciar en Tapachula, México, su viaje de regreso, al no lograr entrar en Estados Unidos después de meses de espera. A diferencia de cuando entró por primera vez al país centroamericano camino al norte, atravesando a pie la peligrosa selva del Darién fronteriza con Colombia, ahora opta por el mar Caribe para el trayecto inverso.

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La venezolana comparó la nueva ruta de retorno con la de ida hacia Norteamérica, cuando cientos de extranjeros comenzaron a hacer camino por la selva del Darién para llegar hasta Estados Unidos. 

“Un grupo fue haciendo el camino, hasta que ya pasaban más y más y más, así igualmente de retorno: sale un grupo y viene y ve cómo son las cosas y le va explicando a los que vienen detrás, y se va corriendo la voz entre los mismos inmigrantes”, detalló Pineda.

Aún así, la mujer reconoce que esta nueva ruta es una opción con un costo “muy caro” para los migrantes, pero dice que “es el único método que tenemos para no entrar a la selva”.

Preferir el mar que la selva

La venezolana aceptó que tanto el mar como la selva son rutas peligrosas, pero que los migrantes prefieren la primera opción para evitar el agotamiento que causa atravesar el Darién.

“Son tantas cosas que podemos evitar en el mar (aunque) es un riesgo ciertamente, pero la verdad es demasiado caro y solamente ellos sabrán por qué cobran así”, expresó Pineda, que lleva una semana en Panamá.

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Mencionó que su viaje hasta allí fue rápido: Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, pero aseguró que en Panamá les ha costado seguir la ruta, aunque consideró que no tanto como a otros migrantes, a quienes las autoridades devolvieron hasta Costa Rica.

El flujo migratorio inverso

De acuerdo con el presidente panameño, José Raúl Mulino, más de 2.000 personas en movilidad entraron durante febrero de 2025 a Panamá por la frontera con Costa Rica en un creciente flujo migratorio inverso hacia el sur, al tiempo que sigue cayendo el número de estos que insisten en ir hacia Estados Unidos.

Por su parte, las autoridades del país revelaron el 27 de febrero que el flujo de migrantes desde Latinoamérica, con destino a Estados Unidos, se derrumbó un 94 % en enero, en comparación con el mismo mes del año 2024, al pasar de 34.839 personas a 2.158.

El argumento para la disminución de migrantes por Centroamérica es el endurecimiento de las medidas de seguridad panameñas y de la política migratoria implementada por Donald Trump en EE UU.

Flujo migratorio inverso: venezolanos renuncian a EE UU pero no a la idea de otra vida
EFE/ Bienvenido Velasco

La vigilancia en la frontera sur de EE UU y México para evitar el ingreso de extranjeros sin permiso, aunado a las políticas para arrestar y deportar migrantes indocumentados, ha originado lo que se conoce como flujo migratorio inverso.

Este término se refiere al movimiento de personas que, luego de haber salido de sus países de origen en Suramérica en busca de mejores oportunidades, deciden emprender un retorno a su nación de origen.

En este retorno no solo se contabilizan a los migrantes que fueron deportados o que se quedaron en algunos países de la ruta hacia EE UU, sino también de quienes ya estaban en ese país y decidieron regresar ante la incertidumbre sobre su estatus legal. 

Medidas para controlar el flujo migratorio de retorno

Tras detectar el flujo migratorio inverso, las autoridades de Panamá y Costa Rica acordaron el 12 de febrero trasladar a los migrantes que retornan desde el norte del continente hacia el sur a albergues en las fronteras, para luego ser devueltos a sus países.

Establecieron un protocolo inicial para gestionar el regreso de estas personas y concentrarlos en el Centro de Atención al Migrante (Catem) en Costa Rica hasta que puedan ser llevados a un tercer país.

Flujo migratorio inverso: venezolanos renuncian a EE UU pero no a la idea de otra vida
EFE/ Bienvenido Velasco

La mayoría de los migrantes en retorno proceden de México, y siguen la ruta de Centroamérica, toman un barco por el Caribe colombiano y de allí a su país o a un tercer destino para evitar adentrarse nuevamente en la selva del Darién, que es la única vía terrestre que comunica al istmo centroamericano con el sur del continente.

En este contexto, el 27 de febrero zarparon desde un puerto de la provincia de Colón, aledaña a la capital de Panamá, tres barcos gestionados por las autoridades con 180 migrantes con destino a la frontera con Colombia, para agilizar el flujo migratorio en el viaje de retorno a Suramérica.

Tahiana González
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