Veterinarios especializados en nutrición animal promueven la dieta BARF (alimentos crudos biológicamente apropiados, por sus siglas en inglés) como una opción saludable para perros y gatos, al reportar efectos positivos en su bienestar general.
Este régimen alimenticio se basa en la sustitución del alimento procesado o empaquetado de manera industrial por ingredientes crudos y frescos de origen tanto animal como vegetal.
Verónica Vicent Cruz, asesora nutricional animal y autora del libro Dieta Barf para perros, describe esta alimentación como aquella que está basada en carne cruda (incluyendo huesos, cartílagos y vísceras) con la adición de un porcentaje de vegetales.
En su libro, la experta señala que los piensos (alimento procesado para animales) son una forma de alimentar cómoda para sus dueños pero errónea, ya que puede ocasionar enfermedades que antes de la llegada de estos productos los animales domésticos no tenían.
Por su parte, Mónica González, especialista en Raw Dog Food Nutrition, explica que la base de esta dieta reside en proporcionar a perros y gatos alimentos similares a aquellos para los que su fisiología está naturalmente diseñada.
“Un animal herbívoro tiene una anatomía y fisiología preparada y optimizada para consumir materia vegetal, mientras que un carnívoro posee la capacidad y necesita digerir componentes animales”, acotó la experta para el medio de salud Webconsultas.
Beneficios de la alimentación BARF en perros y gatos
Ambas expertas coinciden en la importancia de tener precaución con los huesos, ya que existe una diferencia clave: los huesos cocidos no deben darse a los animales, mientras que los crudos carnosos sí pueden aportar nutrientes. Esta distinción es fundamental para evitar riesgos en la alimentación de perros y gatos.
González indica que, si se respeta la norma de ofrecer huesos crudos rodeados de carne, adaptados al tamaño y tipo de cada animal, no deberían presentarse complicaciones.
Las especialistas sostienen que las mascotas alimentadas con la dieta BARF muestran mejoras en su salud comparables a las observadas en humanos que optan por una nutrición basada en ingredientes frescos y naturales, en lugar de comida rápida o ultraprocesada.
Entre los beneficios que aporta esta alimentación en la salud de los animales se encuentran:
– Mejora el estado de la piel
– Aumenta la masa muscular
– Fortalece el sistema inmunitario
– Ayuda a las articulaciones
– Regula la flora bacteriana
– Optimiza el sistema digestivo
– Refuerza la salud dental
Adicionalmente, González menciona que los animales liberan endorfinas al consumir alimentos apropiados, lo que contribuye a un estado de ánimo más alegre y equilibrado.
“Si sumamos a esto que no tenemos picos de insulina generados por alimentos altos en carbohidratos, vemos que esta dieta contribuye positivamente en su salud mental”, añadió la especialista.
La dieta BARF puede implementarse en todas las etapas de la vida del animal, desde cachorro hasta adulto, de acuerdo con los expertos.
Recomendaciones para cambiar la dieta de las mascotas
Para implementar la dieta BARF, las expertas coinciden en que es fundamental contar con información adecuada, espacio para refrigeración y un proveedor de carne confiable. Además, sugieren las siguientes pautas para iniciar la transición:
– Buscar asesoramiento veterinario y nutricional antes de comenzar el cambio de dieta.
– En animales acostumbrados al pienso, se recomienda una transición gradual hacia una dieta blanda, mantenerla por unos días y luego incorporar los ingredientes BARF de forma progresiva.
– No alarmarse si se observa una disminución de peso al inicio, ya que puede deberse a la reducción de carbohidratos y al proceso de desinflamación del organismo.
– Todos los alimentos deben ofrecerse crudos, salvo algunas verduras, para preservar sus propiedades nutricionales y facilitar la digestión.
– Los menús deben incluir huesos carnosos crudos, carne cruda con grasa, variedad de vísceras, así como verduras y frutas trituradas. En gatos, se deben evitar las frutas y verduras, y en ambas especies se excluyen los cereales (arroz, trigo, cebada, maíz, centeno).
– No es necesario ofrecer varias proteínas en cada comida; se puede dar la misma, como pollo, durante 2 o 3 días y luego cambiar.
Las porciones diarias deben ajustarse según el peso, edad y nivel de actividad del animal. Las especialistas recomiendan observar su condición física: un aspecto saludable se refleja en curvas definidas sin que se noten las costillas, lo que indica una condición corporal óptima.
