El humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 6:08 pm, hora local, fue la señal definitiva de que los 133 cardenales del cónclave habían logrado el consenso necesario para elegir a un nuevo pontífice.
Pocos tiempo después, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, pronunció las esperadas palabras que millones de católicos aguardaban con ansias: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus papam…”.
El nuevo papa, Robert Prevost, de Estados Unidos, asumió el liderazgo de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV y tras la muerte de Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril a los 87 años.

Un líder con una vasta trayectoria eclesiástica
Nacido en Chicago en 1956, Robert Prevost es un cardenal estadounidense que ha dedicado su vida a servir a la Iglesia católica.
Tras estudiar en el seminario de los Agustinos, fue ordenado sacerdote en 1981 y rápidamente ascendió en la jerarquía eclesiástica. Su trayectoria lo ha llevado a importantes cargos en la Iglesia, destacando como obispo de Chiclayo en Perú, donde ha trabajado en la evangelización y en la inclusión social de los más vulnerables.
Además, su profundo conocimiento de las realidades sociales y culturales en Latinoamérica le ha permitido conectar con diversas comunidades eclesiales alrededor del mundo.
En 2014, el papa Francisco lo nombró cardenal y lo designó como parte del grupo de cardenales asesores para ayudar en la reforma de la Curia Romana. Su trabajo en la reforma ha sido clave para modernizar la administración del Vaticano, promoviendo una gestión más transparente y centrada en los valores sociales del cristianismo.
Una Iglesia ante nuevos desafíos
La elección del nuevo papa llega en un momento de importantes retos para la Iglesia católica. El avance del secularismo, la disminución de vocaciones religiosas y las tensiones internas sobre temas como el celibato y los derechos de las mujeres han obligado al Vaticano a repensar su rol en el mundo contemporáneo.
Robert Prevost, conocido por su enfoque pastoral y su compromiso con la sinodalidad y el diálogo interreligioso, podría ser un líder clave para enfrentar estos desafíos.
Durante su discurso como nuevo pontífice, destacó la importancia de la paz y la unidad. “Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios. Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en vuestros corazones y llegase a sus familias a todas las personas en todas partes a todos los pueblos a toda la tierra, La paz sea con ustedes”, destacó.

El papa Francisco dejó en marcha procesos clave durante su pontificado, como la descentralización de decisiones, la sinodalidad y un enfoque más pastoral en temas sociales y morales.
Prevost, al asumir su papado, enfrentará la tarea de continuar con estos procesos y de reafirmar el liderazgo de la Iglesia en un mundo cada vez más plural y secular.
La ceremonia de inicio de pontificado, conocida como la misa de entronización, se celebrará en los próximos días. A ella asistirán delegaciones de todos los continentes, líderes religiosos y políticos, y miles de fieles que buscarán acompañar al nuevo sucesor de Pedro en el comienzo de su misión.