El Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (Cania), fundado en 1995 por Empresas Polar, ha impactado a más de 460 mil beneficiarios durante sus 30 años de funcionamiento.
“Cania es una combinación muy poderosa de rigor técnico y alta sensibilidad humana para dar sentido a la inversión social desde la empresa privada”, aseguró el presidente de su junta directiva, Vicente Pérez Dávila, en declaraciones recogidas por una nota de prensa publicada por Empresa Polar.
Por su parte, el presidente ejecutivo de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, resaltó el rol fundamental que por años ha jugado este centro en el impulso a las familias para lograr una mejor nutrición y mantenerla.
Como parte de la celebración de su 30° aniversario, Cania realizará otras actividades, entre las que destacan: la IV Jornada Científica Cania y la publicación del tomo II de la tercera edición del libro Nutrición en Pediatría, así como la publicación del libro digital Cania: 30 años.
Los programas de Cania
Cania tiene tres programas que han tenido un impacto social: Atención a la Malnutrición, Desarrollo Comunitario y Gestión del Conocimiento.
En cuanto a la atención de la malnutrición, ha llegado a más de 100 mil pacientes, entre niños y adolescentes y mujeres embarazadas.
Mientras que en el terreno comunitario, esta organización ha tenido un impacto en más de 225 mil personas, incluyendo familias, promotores comunitarios, comunidades educativas e instituciones de salud.
Con el programa de Gestión de Conocimiento, Cania ha brindado oportunidades de formación a más de 135 mil estudiantes y profesionales.
Los testimonios de los beneficiarios de Cania
Como parte de la celebración por sus 30 años, Cania compartió testimonios de algunas de las personas que han formado parte de su historia.
Uno de ellos es el de Josefa Pulido, promotora comunitaria formada por la organización, quien llegó a Cania hace 28 años en busca de atención para su hija, diagnosticada con talla baja. Hoy, esa niña es licenciada en Nutrición, ejemplo del impacto a largo plazo que ha tenido el centro en la vida de muchas familias.
“Como promotora, llevo todos los conocimientos que he adquirido, no solo a la parroquia Antímano, los llevo a donde voy”, aseguró.
Por su parte, Barleni Caña, docente con 25 años de experiencia, destacó la labor de Cania en la comunidad.
Caña aseguró que frases como: “Mire profe, estoy más musculoso y más alto desde que como frutas y verduras” o “mamá, yo quiero llevar mango o patilla”, reflejan el impacto positivo de la organización.