María Corina Machado se convirtió el viernes 10 de octubre en la séptima personalidad latinoamericana en la historia en ser reconocida con el Premio Nobel de la Paz. Su distinción se suma a un grupo de seis líderes, diplomáticos y activistas que, en el último siglo, han representado a la región en el más alto estrado de la paz y los derechos humanos.
El comité noruego reconoció a Machado por su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano”. El último latinoamericano en recibir esta distinción fue Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia, por los procesos de paz que llevó a cabo en su país.
Desde la mediación en conflictos hasta la defensa de los derechos indígenas, estos son los seis laureados que precedieron a la líder venezolana, y las causas por las que fueron distinguidos por el Comité Noruego del Nobel:
–Carlos Saavedra Lamas (Argentina) – 1936: fue el primer latinoamericano en la historia en recibir un Premio Nobel en cualquier categoría. Se le otorgó por su crucial papel como mediador para poner fin a la Guerra del Chaco (1932-1935), un conflicto entre Bolivia y Paraguay. También fue reconocido por promover el Pacto Antibélico de No Agresión y Conciliación, firmado por 21 países.
–Adolfo Pérez Esquivel (Argentina) – 1980: escultor y activista por los derechos humanos, Pérez Esquivel fue galardonado por su compromiso con la defensa de la Democracia y los Derechos Humanos en América Latina a través de medios no-violentos. Su trabajo fue fundamental para denunciar la violencia y las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar argentina.
-Alfonso García Robles (México) – 1982: el diplomático mexicano fue distinguido por su incansable trabajo en favor del desarme nuclear, especialmente en América Latina. Fue la fuerza impulsora detrás del Tratado de Tlatelolco (1967), que estableció a América Latina y el Caribe como la primera zona libre de armas nucleares en un área poblada del mundo.
–Óscar Arias Sánchez (Costa Rica) – 1987: recibió el premio por su trabajo por la paz en Centroamérica. Como presidente de Costa Rica, Arias lideró los esfuerzos diplomáticos que culminaron en el Acuerdo de Paz de Esquipulas II (1987), el cual buscaba una solución negociada a los conflictos armados que asolaban la región.
–Rigoberta Menchú Tum (Guatemala) – 1992: fue reconocida por su lucha por la justicia social y la reconciliación étnico-cultural basada en el respeto de los derechos de los pueblos indígenas en Guatemala y en todo el mundo. Su trabajo dio visibilidad internacional a la difícil situación de las poblaciones indígenas.
-Juan Manuel Santos (Colombia) – 2016: el expresidente colombiano fue premiado por sus decididos esfuerzos para llevar a su fin más de 50 años de guerra civil en su país, un proceso que culminó con el Acuerdo de Paz entre el gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC-EP.
La reacción de María Corina Machado ante la noticia
El director del Instituto Nobel noruego, Kristian Berg Harpviken, llamó minutos antes del anuncio del galardón, a las 11:00 am (hora local), a Machado para darle la noticia. El video del momento fue difundido por la Fundación Nobel en sus redes sociales.
“Este es un logro para toda la sociedad, yo solo soy una persona, no lo merezco”, afirmó Machado, notablemente conmovida y calificó el premio de “mayor reconocimiento a nuestro pueblo”.
El fallo del Comité Nobel noruego resalta su “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano” y “su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, aunque la líder opositora se mostró cauta.
“Aún no hemos llegado allí, estamos trabajando duro para lograrlo, estoy segura de que ganaremos. Este es el reconocimiento más grande para nuestra gente, que se lo merece”, afirmó.
En el video, de algo más de cuatro minutos de duración, Harpviken le pide a Machado esperar cinco minutos para propagar la noticia, antes del anuncio oficial.
“Creo que me va a llevar mucho más tiempo creer lo que acabo de escuchar”, responde Machado en alusión a su sorpresa por haber ganado el Nobel de la Paz.