• En medio de la migración y los bajos salarios, las escuelas se preparan para iniciar un nuevo periodo escolar que — de acuerdo con sindicalistas y representantes — estará enmarcado por varias problemáticas derivadas de la grave crisis económica que atraviesa el país

El próximo lunes 16 de septiembre los estudiantes de educación básica regresan a las aulas de clases para dar inicio al año escolar 2019–2020. El panorama vislumbra el agravamiento de problemas que se registraron el período anterior y que el Estado sigue sin resolver.

Escasez de profesores, bajos salarios y deserción escolar, son solo algunas de las trabas que prevé el sector educativo para que el año no inicie con una valoración positiva.

Sindicalistas y representantes contaron para El Diario cuáles serán los desafíos que enfrentarán en este nuevo año escolar.

Profesores en fuga

La ausencia de docentes en las aulas podría agravarse en este período. De acuerdo con el Colegio de Profesores de Venezuela, solo el año pasado de 860.000 docentes dependientes del Ministerio de Educación al menos 172.000 dejaron las aulas para emigrar, por estar de permiso o dejaron de ir sin justificación.

No obstante, la causa más recurrente fueron los bajos salarios. Actualmente un profesor percibe un salario de 86.0000 bolívares, es decir, aproximadamente 3,5 dólares mensuales según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).

Édgar Machado, presidente del sindicato de maestros de Caracas, alerta que en el año 2018–2019 solo en la capital renunciaron más de 2.000 profesores por los bajos sueldos. El sector espera un repunte de estas cifras para este nuevo año.

Para intentar frenar la problemáticas las instituciones han optado por pedir a padres y representantes que asuman las cátedras vacantes. Las escuelas de Fe y Alegría ubicadas en Caracas ya cuentan con unas 40 madres que asumieron el rol de docentes.

Fausto Romeo, director de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), impulsa una iniciativa junto a las universidades Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar (USB), Andrés Bello (UCAB) y de Los Andes (ULA) para que los pedagógicos de Venezuela puedan hacer un componente docente y así responder a la ausencia de profesionales en las aulas. Este programa tardaría en implementarse unos tres años.

Foto: Luis Morillo

Alerta por “maestros express”

Un llamado de la Zona Educativa para participar en la cuarta Oleada de la Formación Inicial de Docentes prendió las alarmas de gremio educativo que concluyó de inmediato que el Estado buscaba solventar el déficit de profesionales con “maestros express”.

Representantes del sector se mantienen en atentos ante la posible llegada a las aulas de maestros no capacitados. Alegan que la medida violenta la Ley Orgánica de Educación la cual establece en su artículo 40 que solo pueden trabajar en educación aquellos que han egresado de una universidad capacitada.

El presidente del sindicato de maestros de Caracas, Édgar Machado, explica que la intención del Estado es impartir talleres con una duración de 450 horas para así llenar el cupo en las unidades educativas.

“Nosotros lo vemos con mucho peligro porque ya no estaríamos hablando de calidad educativa. Es injusto que una persona que no está preparada forme a otros, cuando yo entré me hicieron hasta una prueba psicológica, ahora cualquier persona puede entrar a dedo al sistema educativo”, indica.

Representantes y dirigentes han efectuado protestas para expresar su rechazo a la medida. Mientras, el ministro para la Educación, Aristóbulo Istúriz, negó que se vaya a implementar este programa y reiteró que los profesores tienen que ser profesionales en el área o por lo menos estar estudiando la carrera.

Foto: Johan González

Nivel educativo

Para Édgar Machado el bajo nivel académico de los jóvenes es otra problemática a la que se enfrentarán los docentes en el regreso a clases, esto a causa de la pérdida de clases que se produjo por las constantes fallas eléctricas registradas entre marzo y julio de 2019.

“De enero a julio se tenían que dar 128 días de clases y nada más se dieron 71 días en el turno de la mañana y en el turno de la tarde, que fue el más perjudicado por el horario de racionamiento, nada más tuvo 56 días de clases. Cómo van a estar preparados estos jóvenes para un año superior, no lo están”, advierte.

Asegura que el trabajo de los docentes para nivelar a los estudiantes para la comprensión de los nuevos contenidos será “titánico”.

La diputada Bolivia Suárez, integrante de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional, sostiene que se cumplió apenas 70% del calendario previsto para el año escolar 2018–2019. En zonas rurales solo se dictó 45% del cronograma.

La situación no solo se produjo por apagones, también se agudizó la falta de agua potable, transporte y alimentos. Estos problemas dejan a los jóvenes sin las herramientas necesarias para encarar un nuevo año académico.

Foto: AFP

Deserción

La falta de docentes no será la única ausencia que habrá en las aulas de clase, la deserción escolar ha ido en aumento desde el año anterior. De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), en el período 2018–2019 al menos el 28% de los escolares no asistieron a clases por falta de agua y 22% por carencias de alimentos en el hogar y también en los colegios.

Raquel Figueroa, representante de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), considera que este fenómeno es una “exclusión” que hace el Estado porque no garantiza las condiciones óptimas para que los escolares puedan asistir regularmente a las aulas. Alerta que en el periodo escolar 2017–2018 al menos 500.000 estudiantes de educación primaria abandonaron el sistema educativo.

“La situación de crisis social ha llevado a la familia de una manera tal que se ha desvalorizado el salario que no les queda otra cosa que sacar al muchacho de la escuela porque no tienen cómo mantenerlo. Ya ni hay pasaje estudiantil porque se eliminó y eso para la familia era una gran ayuda, entonces al no tener pasaje, los uniformes ya no se pueden comprar, los útiles, tampoco hay alimentación en los planteles, eso hace que el niño sea excluido del sistema, el propio sistema los sacó del proceso escolar”, explica.

Los casos más graves se presentan en ciudades fronterizas. En el estado Zulia el periodo pasado se retiró 42% de la matrícula escolar, en Táchira se presentó un 50% de deserción.

Eric Ondarroa, director general de la Fundación Arturo Uslar Pietri (FAUP), denunció que 90% de las instituciones no cuentan con el Programa de Alimentación Estudiantil (PAE), lo que dificulta que los niños de menos recursos asistan regularmente a las aulas.

Foto: El Estímulo

Infraestructura de escuelas

Un informe del Observatorio Educativo de Venezuela señala que una educación de calidad debe contar con instalaciones en óptimas condiciones, que cuenten con los servicios necesarios para su funcionamiento. En el caso de la educación pública el Estado debe garantizar la existencia de instituciones en las que se ofrezca formación gratuita y en un ambiente adecuado.

No obstante, esta norma no se cumple en la mayoría de las unidades educativas. Escuelas sin servicios básicos y sin equipamientos necesarios (pupitres, pizarras, etc), son otras de los problemas que se presentan en este periodo, especialmente en el interior del país.

Figueroa, representante de la UDSE, alerta que la situación de las infraestructuras es uno de los problemas más graves del sector. En el año escolar pasado, de los 27.000 planteles a nivel nacional, por lo menos 90% no contó con servicio de agua.

“Los niños tenían que llevar su botellita de agua para mantenerse allí en las horas escolares. Lo que tiene que ver con materiales de limpieza lo mantuvieron los padres y representantes que se organizaron por planteles. Los docentes con su propio salario pulverizado tenían que comprar marcadores y tizas para poder trabajar, la situación de verdad es muy grave”, denuncia.

Otros servicios como odontología y orientación psicológica desaparecieron de la mayoría de los planteles producto de la escasez de insumos y de profesionales capacitados.

Edgar Machado, presidente del sindicato de maestros, coincide en que la mayoría de las unidades están “por el piso” desde hace varios años y que las instituciones no han recibido ayuda del Estado para mantener las escuelas en condiciones favorables.

De cara al reinicio de clases el Estado aprobó recursos para garantizar los útiles escolares de forma gratuita así como el realización de una jornada para remodelar las instituciones educativas.

La medida busca aplacar las denuncias sobre las dificultades que atraviesa el sector. Representantes y sindicalistas son poco optimistas con que los anuncios tengan un resultado positivo en las aulas, dudan que se vayan a implementar a nivel nacional. Mientras, los niños regresan a las aulas este lunes 16 de septiembre a media máquina y con un panorama incierto.

Foto: AP
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