- Aunque aún no hay información por parte del Ministerio de Educación, representantes del sector estudian la posibilidad de proponer esta modalidad. Quieren garantizar acceso a la educación a más estudiantes y mejorar las dinámicas de enseñanza. Foto principal: EFE
A dos meses para el inicio del nuevo año escolar, el sector educativo venezolano ya evalúa opciones a puerta cerrada sobre cómo afrontar un eventual retorno a las aulas de clases en septiembre. Las clases semi-presenciales son una posibilidad. Esto tras permanecer bajo la modalidad de educación a distancia gran parte del período 2019-2020, como consecuencia de la pandemia por covid-19.
La información sobre cómo se efectuará este regreso a las escuelas aún no ha sido anunciada por el Ministerio de Educación (ME). Este ente oficial, hasta inicios de julio, no ha dado directrices sobre cómo se llevarán a cabo los actos de grado en los diferentes niveles educativos.
Sin embargo, pese a la ausencia de decisiones claras, distintos representantes del sector ya prevén que las clases inicien desde casa. También estudian proponer la modalidad de clases semi-presenciales para garantizar el acceso a la educación de una mayor cantidad de estudiantes. Con esto quieren mejorar los procesos de enseñanza que han resultado poco eficientes durante estos meses. Especialmente en zonas donde el acceso a Internet y la señal de telecomunicaciones es nula.
Fausto Romero, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep), es uno de los voceros educativos que ha sido tajante al asegurar que el período 2020-2021 comenzará desde casa. “Tenemos que tener presente que vamos a empezar las clases a distancia. Yo no voy a ocultar una realidad, eso va a suceder”, afirma en entrevista para El Diario.
En este sentido, el representante de Andiep considera necesario que se implemente el mecanismo de clases semi-presenciales. Una opción que ya comunicó a representantes del ME durante una reunión por videollamada. Aunque aclara, no fue una propuesta formal.
Romero está consciente de que es necesaria una planificación detallada para llevar a cabo esta modalidad. Es enfático en que es indispensable para mejorar la dinámica escolar, por ello quieren implementarla en el siguiente ciclo educativo.
El vocero cree que las clases semi-presenciales se podrían realizar bajo el esquema 7+7, formato de flexibilización de la cuarentena desarrollado por el régimen de Nicolás Maduro. Pero con la diferencia de que la escuela no cerraría, sino que rotaría semanalmente a los alumnos y secciones que asistirían.
“Que vayan (a las escuelas) 10 alumnos de primer grado sección A, luego otros 10 la próxima semana y así. La forma para hacerlo no la tenemos aún, eso no lo tiene ni el gobierno. Todo depende del comportamiento del virus”, enfatiza.
Romero prevé que en este nuevo formato algunas dinámicas educativas y recreativas queden exceptuadas, por ejemplo las actividades grupales y los recreos.
“El muchacho que antes iba al patio para su recreo por ahora ya no podrá. Toca enseñarles y explicarles por qué no se puede, especialmente a los más pequeños”, agrega.
Una modalidad no apta para todas las escuelas
La sugerencia de la Andiep también ha sido tanteada por la red de escuelas de Fe y Alegría, uno de los sectores educativos afectados por las clases a distancia. Más de 40% de los profesores y alumnos han tenido dificultades para acceder a los cronogramas por fallas de Internet, falta de equipos tecnológicos (computadoras, celulares, tablet) y constantes fallas eléctricas.
43%
de los estudiantes de Fe y Alegría no ha podido participar en actividades remotas57%
No han podido ser localizados por las escuelas58%
de los docentes de esta red de escuelas no cuenta con un dispositivo para comunicarse.Por ello, ya la institución evalúa los tres posibles escenarios para afrontar el venidero año escolar. Se trata de la continuidad de la educación a distancia, las clases presenciales o las clases semi-presenciales.
Estas propuestas ya fueron enviadas a los directores de las 176 escuelas de Fe y Alegría en el territorio nacional. La intención es que los directivos detallen en qué escenario se ubica mejor su colegio bajo este contexto de pandemia.
Yameli Martínez, coordinadora Nacional de Ciudadanía de Fe y Alegría, cree que si se efectúan las clases semi-presenciales a finales de año, no serán en todas las instituciones. Opina que hay zonas con panoramas más críticos que otros por la propagación del coronavirus. “Lo que creemos es que va haber distintas realidades para cada escuela. Todo depende de la ubicación geográfica y también de lo que diga el Ministerio de Educación”, aclara en entrevista para El Diario.
Martínez ve con preocupación que las escuelas aún no cuenten con los equipos de bioseguridad necesarios para recibir de vuelta a los alumnos. De aprobarse esta modalidad, sería indispensable el equipamiento pertinente.
¿Qué dice la Unesco?
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Tecnología (Unesco) publicó un informe titulado “Marco para la reapertura de las escuelas” . Allí ofrece sugerencias sobre cómo debería llevarse a cabo este proceso.
En el documento, el organismo internacional considera que la reapertura de las escuelas podría ser de forma progresiva. Para ello afirma que debe hacerse en condiciones de seguridad y de manera compatible con la respuesta general de cada país al covid-19. Destaca que deben tomarse las medidas necesarias para proteger a los estudiantes, el personal, los docentes y sus familias.
La Unesco también propone las clases semi-presenciales como una opción para el inicio de la reapertura. Es decir, limitarse a unos pocos días a la semana o regir solamente para determinados grados o niveles educativos.
Agrega que para abrir las escuelas es necesario evaluar las consideraciones generales de salud pública, así como las ventajas, los riesgos y el contexto. Incluidos los factores socioeconómicos y educativos.
Una vez se acuerde la apertura, la Unesco establece seis criterios primordiales para evaluar su preparación y orientar la planificación. Son políticas, financiación, operaciones seguras, aprendizaje, atención a los niños más marginados, y bienestar/protección.
Recomendaciones de la Unesco
Antes de la aperturann-Prepararse con políticas y planes de financiación de importancia crucial para el mejoramiento de la enseñanza.nn-Elaborar protocolos claros y fáciles de entender sobre las medidas de distanciamiento físico. nn-Elaborar protocolos sobre las medidas de higiene, que deben incluir el lavado de las manos.nn-Las políticas deben proteger al personal, los docentes y los estudiantes que corren un alto riesgo debido a la edad o a afecciones médicas subyacentes.nn-Definir la financiación para la respuesta y la recuperación, con vistas a invertir de inmediato en agua, saneamiento e higiene para las escuelas.nnDespués de la aperturann-Vigilar activamente los indicadores de salud y dedicar particular atención al bienestar y a la protección. nn-Reforzar la pedagogía, adaptar la educación a distancia a una modalidad combinada de enseñanza y aprendizaje e incorporar conocimientos sobre la transmisión y la prevención del virusnn-Incluir un aumento de la financiación para la formación de los docentes y el fomento de su capacidadnn-Elaborar un modelo de decisión para volver a cerrar y a abrir las escuelas en caso de que la transmisión resurja en la comunidad.nn-Intercambiar información clara, concisa y correcta sobre el covid-19, regular los mensajes sobre el temor y la ansiedad que provoca, y promover las estrategias de autocuidado.n
Las sugerencias del organismo internacional se centran en proteger a alumnos y profesores, así como en prepararlos con más herramientas para otro eventual cierre. En el caso de Venezuela, muchas de las recomendaciones de la Unesco podrían ser difíciles de implementar. Esto debido a las fallas en servicios públicos y falta de equipos de bioseguridad en las escuelas.
Hasta ahora la educación semi-presencial sigue siendo un posible escenario que el sector contempla para el venidero año escolar. De aprobarse, sería la nueva normalidad que se implemente en las aulas de clases a causa del covid-19.
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