- Desde hace más de 40 años la discusión para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo ha quedado en el olvido de la agenda pública del país. Sin embargo, actualmente se abre una puerta para que se inicie un nuevo debate
La legalización del aborto en Venezuela ha sido un tema que se ha discutido al menos cinco veces en 40 años, pero sin resultados. En este 2021 surge la posibilidad de un nuevo debate en el Parlamento Nacional del régimen de Nicolás Maduro sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional afecta a Maduro, informó a principios de enero, de acuerdo con un tuit de la cuenta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que llegaron más de 40 propuestas al Parlamento sobre el aborto. Indicó además que cualquier decisión se haría a través de consulta popular.
Hay países que han despenalizado la interrupción voluntaria del embarazo ya sea por causales o por plazo, explicó para El Diario Magdymar León, psicóloga clínica y coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa). Agregó que en Venezuela no existe ninguna de estas formas de legalización.
“En nuestro país el Código Penal dice que solo está despenalizado el aborto si la vida de la parturienta corre peligro. Esto es muy restrictivo, porque al decir parturienta no se están refiriendo a la mujer embarazada, sino cuando ya está a punto de dar a luz”, indicó León.

Vías para conseguir la despenalización del aborto
Yelena Carpio, abogada feminista y especialista en derechos humanos, explicó para El Diario que existen dos vías que pudieran promover la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
“Una de ellas es a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Entre 2018 y 2019, grupos feministas interpusieron, ante esa instancia, un recurso de nulidad de los artículos del Código Penal que establecen que el aborto es un délito. Entonces, el TSJ podría declarar a lugar ese recurso”, detalló Carpio.
“Sin embargo, todo esto es para formalizar el derecho al aborto legal; pero también hay algo importante que hemos conversado con compañeras feministas de Latinoamérica y es la despenalización social. Hay muchos prejuicios y mitos entorno al aborto y eso no ayuda a la lucha”, indicó la especialista en derechos humanos.

Los debates a través del tiempo
Magdymar León detalló que en 1980, la Federación Médica de Venezuela entregó una solicitud al Congreso de la República para una despenalización en causales. Estas eran: en caso de que la vida de la embarazada estuviera en riesgo y en caso de violación sexual y de malformación congénita; sin embargo, agregó León, no se logró un avance.
Recordó también que en el proceso constituyente venezolano de 1999 se abrió una discusión para modificar el Código Penal en cuanto al tema de la interrupción voluntaria del embarazo. A pesar de que en la Constitución que surgió ese año se incorporaron derechos sexuales, reproductivos y de maternidad, no se estableció nada sobre el aborto.
Posteriormente, entre los años 2002 y 2005, se generó un debate sobre el Código Penal del país y en esa oportunidad, comentó León, se llevaron propuestas para la despenalización de la interrupción del embarazo. No obstante, al final no hubo nuevo Código Penal, solo se realizaron reformas y en ninguna se contemplaba una flexibilización sobre este tema.
“El siguiente debate fue en 2007, cuando el presidente Hugo Chávez exhortó a una reforma de la Constitución, pero esa reforma no se realizó. En 2010, mujeres feministas aliadas al proyecto político oficialista llevaron propuestas también, pero no hubo resultados”, detalló la psicóloga clínica.
León explicó que en 2017, con la Asamblea Nacional de mayoría opositora, tampoco se pudo avanzar en la legalización del aborto debido a las inhabilitaciones impuestas por el régimen de Nicolás Maduro a la oposición. Aunque también existía la asamblea nacional constituyente (ANC) y a este organismo también se llevaron propuestas, los caminos a la despenalización no se abrieron.
“En 2018 algunas compañeras feministas afectas al chavismo introdujeron ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un recurso de nulidad de los artículos del Código Penal que sanciona el aborto, pero ese documento ni siquiera lo han aceptado aún”, argumentó.

¿Por qué sería diferente en esta ocasión el debate?
Agregó que lo que se conoce como “ola verde” ha llegado también a Venezuela. Cada vez hay más personas que entienden que el aborto legal es un derecho fundamental que evitaría muertes.
Aseguró que a la larga, en los países donde se ha despenalizado la interrupción voluntaria del embarazo, las cifras de aborto disminuyeron. Cuando deja de ser un proceso ilegal, el Estado proporciona servicios que evitan que las mujeres tengan recurrir nuevamente al aborto.
“Lo que pedimos desde le movimiento feminista es un paquete de servicios que incluya orientación, métodos anticonceptivos y apoyo psicológico. Nosotras y ninguna mujer está pidiendo la legalización del aborto para simplemente embarazarnos y luego abortar”, sentenció la coordinadora de Avesa.
Sin embargo, opinó que la población venezolana no es completamente madura para aceptar una despenalización por plazos. Agregó que los ciudadanos de este país podrían entender el aborto legal con causales. Y “en ese sentido se puede dar un debate serio con buenos resultados” para las mujeres.
La abogada Carpio aseguró que “los derechos humanos no se debaten” y el aborto seguro es un derecho de la mujer que se debe respetar.
“Hay mucho desconocimiento social, hay criminalización social. Si el gobierno de Maduro hiciera un ejercicio de coherencia con lo que propugna debería reconocer el aborto seguro y llevarlo primero a un debate”. Así lo sentenció Carpio.

La crisis venezolana frena la lucha a favor del aborto
La psicóloga Magdymar León lamentó que en Venezuela exista una crisis de institucionalidad porque esto afecta las discusiones sobre el aborto. Comentó que al no tener un organismo legítimo al cual acudir, representa una división de esfuerzos que no permite lograr una lucha.
“Necesitamos contar con un buen sistema institucional y que sea reconocido por la sociedad y la comunidad internacional. De todas formas, el debate de la despenalización del aborto siempre será beneficioso porque permite que la población se informe”, explicó.
Los grupos feministas del mundo sostienen que la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho humano. Solo queda esperar si el debate en el Parlamento se llevará a cabo y cuál será el resultado.