- Cada año, las chocolaterías en Caracas buscan ampliar la oferta de huevos de chocolate durante Semana Santa para impulsar sus ventas, en una temporada que en Europa es tan dinámica como la Navidad o el Día de las Madres
Historiadores indican que la costumbre de celebrar la Pascua, (el Domingo de Resurrección en la Semana Santa), regalando huevos de colores, se remonta a la época medieval. En principio se trataban de huevos de gallina que se pintaban y decoraban. Los entendidos atañen a Alemania la inclusión del chocolate en esta celebración, la cual integra la llegada de la primavera, dejando atrás el invierno, y la Pascua de Resurrección de Jesús, de acuerdo con la religión católica.
Siguiendo la tradición de Europa del norte, el domingo de pascua, los niños deben encontrar los huevitos de chocolate que se han ocultado en casa. Aunque los conejos son mamíferos, esta actividad cultural cuenta que es el conejo de pascua el que lleva los huevos y los esconde. Las chocolaterías han encontrado en el conejo su figura favorita para acompañar los ya famosos huevos de Pascua.
Caracas no escapa de la fiebre por los huevos de Pascua
En Caracas, la costumbre de regalar huevos de chocolate durante el Domingo de Resurrección de la Semana Mayor fue proliferando con la llegada de las chocolaterías de migrantes europeos a la ciudad. Posteriormente, el Internet y las redes sociales han contribuido con el crecimiento de esta actividad en Venezuela.
Para Miguel Rodríguez, chocolatier de la marca Herencia Divina, celebrar la Pascua con chocolate es cada vez más común. Los chocolateros amplían la oferta cada año, presentando diferentes moldes, y ofreciendo los huevos de Pascua en diferentes colores y tamaños; con la diversificación de la oferta, por parte de las chocolaterías, comprar estos huevos se ha vuelto más común para el consumidor, por lo que crece año tras año la demanda, explica Rodríguez para El Diario.
El chocolatier Sander Koenen llegó a Venezuela en 1999 con la firme intención de afianzar su carrera en tierras cacaoteras. En su caso, la tradición de los huevos de Pascua la aprendió cuando era niño en su natal Holanda. Y no solo porque en su país es costumbre jugar a quien encuentra más huevitos de chocolate ocultos en el Domingo de Resurrección; sino que, siendo descendiente de una familia de chocolateros, mantiene vivos recuerdos de cómo su padre se preparaba para esta importante temporada de las chocolaterías en Europa.
Una tradición europea
“Cuando era niño, en Holanda eran comunes los pequeños huevitos de chocolate, envueltos en papel de aluminio de colores. Es una competencia feroz por ser el que más chocolates ocultos encuentra, es una actividad popular para los niños en familia, y se va alimentando un espíritu competitivo en torno a esta tradición. Pero desde mi experiencia como hijo de chocolateros, recuerdo que siempre han sido días de mucho trabajo, porque es una festividad muy importante para las chocolaterías europeas, a la par de la temporada de Navidad”, recuerda para El Diario Sander Koenen, fundador de Sander Chocolatier en Caracas.
La Pascua es uno de los tres eventos más importantes del año para las chocolaterías, recalca Koenen, quien también recuerda que en Europa se suele contratar empleados extra para sacar la producción de la temporada.
“En Holanda la cultura es que las chocolaterías tengan muchísima variedad de moldes para pascuas. Mi papá tenía moldes de huevos que iban desde el tamaño de un bombón, pasando por el tradicional que es del tamaño de un huevo de gallina, hasta formatos de más de un metro que se usan para decorar las vitrinas”, destaca Koenen, residenciado en Caracas.
Huevos y conejos son una excusa para comer chocolate
No solo las figuras de los huevos protagonizan las vitrinas de las chocolaterías caraqueñas durante la Semana Santa. Los conejos de chocolate también acaparan las estanterías, como símbolo de la llegada de la primavera para los europeos. Junto a conejos y huevos, las gallinas, las cestas y carretillas complementan los moldes más utilizados por las bombonerías durante esta temporada.
La oferta actual de huevos de pascua en la capital venezolana es variada. Algunas chocolaterías como Sander Chocolatier optan por las figuras de gran tamaño, y por forrar los huevos de chocolate con papeles coloridos. Otras, como la chocolatería Cakawa de Altamira, apelan a la tradición italiana, donde los huevos de chocolate están rellenos de golosinas o de bombones.
La Praline, en Los Palos Grandes, apela por sus rellenos al estilo belga. Es un clásico que ha calado al punto de tener filas de compradores durante el sábado previo a la Pascua. Al final, todas las chocolaterías caraqueñas tienen un elemento en común: celebrar, ofreciendo al consumidor una costumbre foránea, pero ejecutada con chocolate hecho con cacao venezolano.