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- Los privados de libertad no reciben buena alimentación ni acceso a la salud
El director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, señaló que hace falta más organización en el sistema penitenciario del país. Agregó que los problemas que enfrentan los internos en las cárceles incrementan su capacidad delictiva.
Señaló que el OVP está preparando un nuevo informe, que revelará la situación de los presos en los penales venezolanos durante los primeros seis meses de 2023.
Sin embargo, adelantó que los problemas se han agudizado por factores como el retardo procesal, hacinamiento, tráfico de armas y drogas dentro de las cárceles.
“Alrededor de un 65 % de los presos que son puestos en libertad reinciden en hechos delictivos más graves. Las cárceles en Venezuela son la universidad del delito”, señaló Prado a Fedecámaras Radio.
Sometidos a abusos
Prado indicó que los presos políticos y los que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+ se enfrentan a abusos por parte de los otros reos, y en muchas ocasiones bajo “la mirada permisiva” de algunos funcionarios de los cuerpos de seguridad.
“Son sometidos a situaciones de esclavitud, lavar los patios, cargar agua, lavar ropa, entre otros oficios”, detalló el director de la OVP.
Agregó que el presupuesto para alimentación en las prisiones es muy bajo, o nulo: 20 bolívares diarios por cada preso para su comida es lo que reciben las cárceles para cubrir esos gastos.
Plan de gestión necesario
Prado acotó que hace falta un plan de gestión por parte de la ministra de Servicios Penitenciarios, Mirelys Contreras; debido a que no se han tomado acciones durante los primeros 100 días de su gestión para resolver la crisis penitenciaria.
Instó al Ejecutivo Nacional a descentralizar el sistema penitenciario de Venezuela, y cumplir con lo que estipula la Constitución en el artículo 272: “El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna y el respeto a sus derechos humanos”.
También pidió que se pongan en práctica políticas para permitir la reinserción a la sociedad de quienes están privados de libertad, a través de programas educativos y de trabajo que alejen del ocio a los presos.
Otro problema que sufre la población carcelaria es la atención a la salud. Prado recordó que, durante el año 2022, el OVP registró más de 150 muertes en las cárceles, 60 % de ellas relacionadas con enfermedades como la tuberculosis, hepatitis y otras afecciones.
Cárceles de mujeres
En abril de 2023, el OVP denunció que 2.560 mujeres privadas de libertad en Venezuela, 82 son extranjeras, están recluidas en espacios “improvisados” y sin enfoque de género, mientras sufren hacinamiento y, en algunos casos, abusos sexuales.
Prado indicó que en el país solo hay una cárcel de mujeres (Instituto Nacional de Orientación Femenina), con un hacinamiento crítico de 187,14 %. Sin embargo, el resto de los centros penitenciarios para mujeres son anexos que están ubicados dentro de las prisiones de hombres que limitan el bienestar de las encarceladas.
“Los anexos femeninos son espacios improvisados en las prisiones masculinas, que no cuentan con un enfoque diferenciado que atienda las necesidades propias de las mujeres”, dijo a través de un foro en línea que se realizó el 12 de abril.
Además, aseguró que las reas no cuentan con asistencia médica, ni siquiera las que tienen hijos en la cárcel. Además, señaló que no existen “espacios dignos” dentro de las penitenciarías para la maternidad.
El 23 de marzo, el OVP registró en las cárceles de Venezuela un hacinamiento del 64,19 % durante 2022, con una población reclusa de 33.558 personas sobre una “capacidad real instalada” de 20.438 plazas.
